Lápices de ojos cremosos y ultrapigmentados para maquillarte como la reina Letizia

El tono verdoso de los ojos de la reina Letizia ha sido, desde sus primeros años en la familia real, su punto fuerte. En vez de recurrir a maquillajes muy oscuros como hace Kate Middleton o ahumados discretos al estilo de Meghan Markle, la española y su equipo de estilismo prefieren resaltar el color de sus ojos, jugando a las leyes cromáticas.

No veremos jamás a la Reina llevar unos ojos ahumados en sombras negras o con un eyeliner marcadísimo; sin embargo, sí la hemos visto con colores rojizos, azulados, verdosos o cobrizos en la mirada. La genialidad para lograrlo sin crear un look muy recargado es incorporar el color a través de lápices de ojos de alta pigmentación y brillos metalizados o cromo.

La película cremosa que se logra con este tipo de cosmético permite que se pueda enmarcar el ojo al completo, sin que se vea un trazo ni muy grueso ni muy perfecto. La naturalidad es la premisa. Tras repasar la línea de las pestañas, tanto superiores como inferiores, se difumina el trazo del lápiz de ojos ligeramente, de tal modo que el ojo se ve enmarcado y con color, pero sin que se note un maquillaje muy marcado.

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Margarita Velasco

Las partículas irisadas del lápiz contribuyen a iluminar la mirada, lo que, según el color de la mina, ofrece un resultado u otro. Los dos lápices de ojos preferidos de la Reina son los cobres y los bronces. Mientras uno calidece y llena de luz sus ojos, el otro hace que su iris se vea más verde. Pero el maquillaje de doña Letizia no se queda ahí.

Para potenciar aún más los efectos de los lápices de ojos metalizados, en varias ocasiones aplica un lápiz de ojos negro, tipo khol, en la línea de agua. Este gesto define mucho su forma del ojo y consigue un mayor impacto. Es uno de sus trucos habituales en looks nocturnos. Las otras aliadas de los lápices de ojos de colores son las sombras. Colores de las mismas paletas, como dorados, cobrizos o terrosos, siempre de acabados muy luminosos, llenan de matices el párpado móvil. Al pasar el lápiz de ojos en la línea de las pestañas, crea un maquillaje que juega a ser un smokey, pero es mucho más sencillo de realizar y menos recargado.

En los últimos años, hemos asistido a la popularidad del truco de la Reina. Las royals han adaptado el uso de los lápices de colores metálicos para refrescar sus looks y celebrities como Victoria Beckham incluso han lanzado colecciones de maquillaje que convierten al cosmético en el protagonista de los maquillajes todoterreno.

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El tono cobrizo exacto al de la reina Letizia es sin duda el del 24/7 Glide-On Eye Pencil de Urban Decay en el color Bourbon. Su alta pigmentación ofrece además una adherencia sobre la piel que lo convierte en un lápiz todoterreno. Aunque está disponible en varios colores, todos aquellos que aportan un brillo cromo son los más cercanos a los delineados de la Reina. Cuenta la leyenda que, precisamente, esta marca y estos lápices son sus preferidos. Su textura cremosa los convierte en una herramienta muy fácil de usar y prácticamente afilada para cualquier trazo.

La alta pigmentación del Tattoo Pencil Liner de KVD es una apuesta segura, pero sus nuevos colores de brillo cromo permiten alcanzar un maquillaje muy cercano al de doña Letizia. Pearlspare White es un blanco nacarado con un color muy intenso; Tigereye Brown es un marrón de brillo bronce perfecto para ahumados, y Chromite Black es un gris oscuro lleno de partículas brillantes para un maquillaje dramático que, al difuminarlo ligeramente, aporta una cobertura festiva.

Si lo que quieres es un perfilado muy luminoso y cálido, los colores del lápiz Colour Chameleon de Charlotte Tilbury son una excelente opción. Al ser un perfilador más grueso, puede hacer las veces tanto de sombra como de lápiz. Su pigmentación es muy alta y su permanencia también. El tono de su paleta se parece mucho a esos maquillajes de la reina Letizia que son más discretos y luminosos.

Los ojos verdes de la reina Letizia se ven especialmente beneficiados de los lápices verdes, ya que intensifican su tono. Aunque no recurre mucho a este truco, cada vez que lo hace el éxito está asegurado. La clave está en dar con una tonalidad verdosa que no resulte demasiado llamativa como el tono Forest del Long Wear Cream Shadow Stick de Bobbi Brown. Al tratarse de una sombra en stick, permite graduar la intensidad del color capa a capa y el tono en cuestión es un verde oscuro y amarronado de brillo cromo que favorece tanto a ojos marrones como a verdes.

Otra opción de lápiz verde es el Contour G de Guerlain en el tono Jungle Green. Su punta es mucho más fina que el anterior, lo que permite delineados más precisos y sus destellos dorados hacen un doble juego: por un lado se palidece la mirada y por el otro se ilumina además de, en el caso del color verde, potenciar los matices de los ojos pardos. Sobre las pieles más oscuras o bronceadas, la sensación es la de un delineado dorado, un efecto que vemos a menudo en los maquillajes de la reina Letizia. Hay color, pero no se identifica de dónde viene a simple vista.

Otra opción, reduciendo el efecto de brillo cromo, es jugar con lápices de ojos marrones que entornen la mirada, pero no resulten tan dramáticos como un delineado en negro. Uno de los últimos en llegar al mercado es el Long Lasting Eye Pencil de Masqmai. Su textura cremosa es fácilmente maleable y, además, incorpora un pequeño difuminador en uno de los extremos, para emborronar el delineado. Al ser un lápiz de larga duración, es muy útil para perfilar la línea de las pestañas inferiores, especialmente volátil a nada que lagrimea el ojo.

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