Estilo wabi-sabi, decora tu casa con tendencia japonesa

Se suele decir que todo lo que viene de fuera nos gusta más, pero claro, cuando lo que nos proponen es tan bonito y cautivador como el estilo decorativo de tendencia japonesa wabi-sabi, es más normal rendirnos ante él. La naturaleza es una de las grandes protagonistas de esta corriente estilística que aplaude la belleza de la imperfección y nos regala ambientes cargados de calma, y confort.

Cada estilo tiene sus características, que conviene aprender para poder adaptar a nuestros hogares. De esta forma podremos tener una cocina de estilo rústico que resulte reconocible y en la que nos sintamos a gusto; conociendo los indispensables de cada tendencia, también podremos crear una casa de estilo minimalista. Encontrar nuestro estilo propio es más sencillo una vez que sabemos qué tenemos que buscar o cuáles son las claves que no pueden faltar.

Cada zona suele tener sus propias características, adaptándose a sus formas de vivir o las condiciones típicas de cada lugar, como sucede con el estilo provenzal, muy reconocible del sur de Francia, pero también hemos aprendido que es posible atrapar un sentimiento de bienestar y reflejarlo en la decoración de tu salón o dormitorio, como sucede con el estilo hygge, que hemos importado de los países nórdicos.

El wabi-sabi pretende ayudarnos a conectar con nuestro hogar a un nivel más espiritual, centrándose en el arte de la imperfección, descubriendo su belleza innata al aceptar el ciclo natural de la vida logrando que nos rodee una sensación de calma y autenticidad, centrándose en lo artesanal, lo natural y logrando una percepción de libertad dentro del hogar.

Tiene algunos puntos en común con el minimalismo, aunque sin llegar a resultar tan extremo. Aboga por colocar piezas con intención, seleccionar aquellas que sean importantes o bellas para nosotros, por ejemplo, deja casi siempre las paredes desnudas, sin adornos. El mobiliario suele estar formado por piezas de aspecto antiguo, rústico y natural, en las que podamos apreciar el paso del tiempo y potenciarlo, dejando a la vista sus imperfecciones y convirtiéndolas en motivo de orgullo.

Los materiales naturales serán los grandes protagonistas, como la madera, la piedra rugosa, la cerámica, el hormigón… Los colores con los que crear nuestro espacio también son importantes, en este tipo de decoración priman los tonos neutros, no estridentes, como los marrones, grises, verdes, beis, blancos… aquellos que surgen de la naturaleza y nos invitan a pensar en el paso del tiempo. La intención es crear espacios íntimos y personales.

Se busca que la luz natural aporte calidez durante el día, algo que conseguiremos con la luz artificial al caer la noche, se emplean lámparas colgantes que alumbran detalles decorativos concretos, como alguna vasija de barro. Todo en este estilo está pensado para transmitirnos esa sensación de paz, por ello, aunque la imperfección sea la norma, el desorden no es bien recibido, la tranquilidad se consigue a través del orden y la sencillez.

Materiales naturales, prácticamente sin tratar, tonos neutros y muebles que muestren el paso del tiempo, dejando al descubierto sus imperfecciones. Este estilo huye de otros de acabados más limpios y líneas más rectas, de los textiles sintéticos y los muebles modulares, de la decoración hecha en serie, de la perfección y la simetría y nos invita a buscar la belleza en nuevos lugares.