Descubre la decoración mediterránea en cinco claves indispensables
Descubre todos los detalles que hacen de la decoración mediterránea una de las más buscadas y deseadas. Un acierto seguro para tu hogar
A orillas del Mediterráneo se ha creado toda una cultura con su propia forma de alimentación, su estilo de vida particular y una personal forma de decoración. Un estilo vibrante, alegre, lleno de vida, que cuenta con el mar como gran protagonista, de una forma sutil y elegante le invita a entrar en nuestros hogares.
Este estilo decorativo es uno de los más reconocibles y cuenta con unas características propias que lo hacen diferente y atractivo, como una buena iluminación, la elección de colores acertada o la elección de materiales naturales para crear, gracias a la combinación de estos elementos y algunos más, un espacio agradable que nos invite a la relajación y la calma.
Uno de los aspectos clave es la abundancia de luz natural, no por nada se inspira en las costas mediterráneas europeas, por tanto cuanto mayor sea la cantidad de luz que nuestro hogar recibe, mejor. Para lograrlo, lo mejor es dejar despejadas las ventanas, evitando muebles grandes que puedan restar iluminación, así como cortinas pesadas. Es mejor seleccionar tejidos finos y vaporosos.
El color es también relevante porque nos ayudará a lograr una iluminación mayor, por eso el blanco es el gran protagonista de la decoración. Paredes blancas que nos ayuden a reflejar la luz creando espacios, no solo más luminosos, también más amplios y en los que lograremos una mayor sensación de calma y tranquilidad.
Así, las paredes típicas de la decoración mediterránea tienen trabajos de estucado, o recubrimientos de yeso y piedra, en busca de un aspecto más rústico y natural. Los techos suelen dejar a la vista las vigas de madera y habitualmente los suelos son de terracota, cerámica o madera, lo que aporta un aire más agradable.
No solo de blanco vive esta decoración, hay otros colores que ayudan a crear este ambiente tan especial y el más importante de ellos es el azul, que simboliza la cercanía del mar, pero no es el único, también encontramos celestes y verdes oliva. Otros colores de la naturaleza también son bienvenidos, como el beis, ocre, crema y piedra.
Estas tonalidades, que nos recuerdan la arena de la playa y que presentan un agradable contraste frente a los colores más fríos que comentábamos antes, son ideales a la hora de diseñar el espacio agradable y relajante que se espera de la decoración mediterránea, típica de las casas de costa y verano, perfectas para descansar y desconectar.
Entre los materiales que se emplean en esta decoración predominan los de origen natural, como en los muebles de madera o los textiles de algodón. También adquieren gran relevancia las piezas artesanales con las que se completa el conjunto, de cerámica, vidrio o cristal, pero también de mimbre o de forja.
Si estás buscando lograr este ambiente, despídete de los espacios recargados y de los excesos, la sobriedad es esencial en esta decoración, así como los productos de calidad, que resistan el paso del tiempo. En definitiva, lograremos espacios muy luminosos, en colores blancos, arena y azul, con materiales naturales y elementos artesanales donde la sencillez es la gran protagonista.
A orillas del Mediterráneo se ha creado toda una cultura con su propia forma de alimentación, su estilo de vida particular y una personal forma de decoración. Un estilo vibrante, alegre, lleno de vida, que cuenta con el mar como gran protagonista, de una forma sutil y elegante le invita a entrar en nuestros hogares.