Ni las semillas ni la maceta: el sencillo truco para que tus geranios tengan flores esta primavera
Para que luzcan en todo su esplendor esta primavera, hay un truco básico que no debes pasar por alto: cómo y cuándo regarlos.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F35a%2F396%2F6f4%2F35a3966f438952df852b606aedbcefa3.jpg)
- Este abono casero es el verdadero ‘oro verde’ para tus plantas (y no es café ni cáscaras de huevo)
- Nunca trasplantes tus plantas en primavera sin saber esto: evita que mueran
Con la llegada del buen tiempo, los geranios se convierten en protagonistas indiscutibles de balcones y terrazas. Su colorido, resistencia y facilidad de cuidado hacen que sean una de las plantas más queridas en los hogares españoles.
Pero para que luzcan en todo su esplendor esta primavera, hay un truco básico que no debes pasar por alto: cómo y cuándo regarlos. Según la Asociación Española de Centros de Jardinería (AECJ), pocas plantas de flor tienen un rendimiento tan extraordinario como el geranio. Su floración va de la primavera al otoño y es capaz de transformar cualquier rincón en un estallido de color.
La clave está en cómo riegas
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F53e%2F532%2F7b7%2F53e5327b748f9b464fcf2ace07e17504.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F53e%2F532%2F7b7%2F53e5327b748f9b464fcf2ace07e17504.jpg)
Eso sí, para lograrlo, hay que prestar atención a ciertos aspectos clave de su mantenimiento. El mayor error que se comete con los geranios es el exceso de agua. Aunque necesitan riego, especialmente en los meses más cálidos, lo importante es no encharcar la maceta. El agua acumulada en la base favorece la aparición de hongos y puede pudrir las raíces.
Además, es fundamental evitar mojar las hojas y las flores. Estas plantas, como indica la AECJ, prefieren una atmósfera seca. Lo ideal es regar cuando el sustrato esté seco al tacto, siempre asegurándose de que el agua drene bien. Tanto el geranio común como la gitanilla toleran bien periodos breves de sequía, por lo que es mejor quedarse corto que pasarse.
Sol sí, pero con moderación
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F46e%2F4d5%2F07c%2F46e4d507cd3b6a3a47b497b0309abd3f.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F46e%2F4d5%2F07c%2F46e4d507cd3b6a3a47b497b0309abd3f.jpg)
Otro factor esencial para una buena floración es la luz. Los geranios necesitan varias horas de sol directo al día, aunque conviene protegerlos del sol más intenso en las horas centrales en zonas muy cálidas, para evitar que sus hojas se quemen.
Aguantan altas temperaturas, pero cuando bajan de los 10 ºC, empiezan a sufrir. Por eso, en invierno es recomendable reducir el riego y, si hay riesgo de heladas, trasladarlos a zonas protegidas. Durante la etapa de floración, un abono rico en fósforo y potasio aplicado cada dos semanas ayudará a que la planta florezca con más intensidad.
Abono y poda, tus mejores aliados
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb2d%2F654%2F562%2Fb2d65456298e651afb9ca652e59db7ff.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb2d%2F654%2F562%2Fb2d65456298e651afb9ca652e59db7ff.jpg)
También es recomendable usar un sustrato con buen drenaje para evitar que el agua se acumule. La poda no solo mantiene la forma del geranio, también estimula nuevos brotes. Es conveniente hacer una poda más intensa al final del invierno y recortes regulares de flores marchitas y hojas secas para que la planta concentre su energía en florecer.
Pese a ser muy resistentes, los geranios tienen un enemigo habitual: la polilla Cacyreus marshalli. Sus larvas dañan los tallos y pueden acabar con la planta. Para prevenirlo, se recomienda usar insecticidas sistémicos y vigilar cualquier señal de infestación. Con estos cuidados básicos y un riego bien controlado, tus geranios pueden convertirse en la joya de tu terraza esta primavera.
- Este abono casero es el verdadero ‘oro verde’ para tus plantas (y no es café ni cáscaras de huevo)
- Nunca trasplantes tus plantas en primavera sin saber esto: evita que mueran
Con la llegada del buen tiempo, los geranios se convierten en protagonistas indiscutibles de balcones y terrazas. Su colorido, resistencia y facilidad de cuidado hacen que sean una de las plantas más queridas en los hogares españoles.