Carolina Herrera es la última firma en ser acusada de apropiación cultural

La problemática de la apropiación cultural vuelve a sacudir los cimientos de la moda al señalar ahora a la firma Carolina Herrera, cuyo nuevo director creativo, Wes Gordon, pese a llevar tan solo un año tomando las riendas de la firma, ya ha sido acusado de apropiación cultural con su colección Resort 2020, inspirada en la “alegría de vivir”. El Ejecutivo de izquierdas de Andrés Manuel López Obrador se ha apresurado en acusar a la firma por haber incorporado en sus diseños elementos procedentes de los pueblos originarios locales.

Tanto Carolina Herrera como Wes Gordon han recibido cartas de la ministra de Cultura de México que ratifican estas acusaciones. El Gobierno mexicano quiere que Carolina Herrera explique las causas por las que su firma ha empleado elementos culturales mexicanos y si las comunidades portadas de las vestimentas pertinentes obtendrán beneficio alguno procedente de las ventas de esta colección.

Un bordado proveniente, según las acusaciones, de la comunidad de Tenango de Doria (Hidalgo), el uso de bordados de flores sobre una tela oscura y la incorporación del sarape de Saltillo son los motivos que más daño han causado de esta colección. "La presencia de México es indiscutible en esta colección, es algo que salta a la vista y que en todo momento quise dejar latente como una muestra de mi amor por este país y por el trabajo tan increíble que he visto hacer allí", asegura Wes Gordon en un comunicado. Carolina Herrera asegura que esta colección rinde tributo a “la riqueza de la cultura mexicana y a sus técnicas artesanales”.

“Mi admiración por el trabajo artesanal ha ido creciendo a medida que he visitado México a lo largo de los años. Con esta nueva colección, he intentado enfatizar la importancia de ese legado cultural”, asegura Wes Gordon.

Precisamente el mes pasado el Gobierno mexicano aseguró que se llevaría ante el Senado una ley que “abordara el plagio que diferentes indígenas y comunidades han sufrido”, reconociéndolos de esta forma como dueños de sus elementos identitarios y culturales.