El estilo (con guiños a Margaret Thatcher) de la nueva primera ministra británica

Liz Truss será la encargada de sustituir a Boris Johnson como la primera ministra del Reino Unido. Hasta la fecha, pocas de sus prendas y accesorios han sido analizados con esmero, exceptuando sus comentados pendientes de Claire’s, la firma británica low cost de complementos, pero el look que eligió para asistir a la ceremonia inaugural deja bien claro que su armario ha de ser leído y escuchado. ¿La razón? El color elegido para un momento tan significativo: el morado. A estas alturas es por todos sabido que el pantone adquiere un nuevo significado en el universo político, y el que Liz haya apostado por el color vinculado a las sufragistas dice mucho de su elección. También se asocia al denominado ‘purple power’, pues esta tonalidad ha sido elegida por iconos de la política actual como Kamala Harris (con su abrigo de Christopher John Rogers), Hilary Clinton (de Ralph Lauren) y Michelle Obama, de Sergio Hudson. Incluso hay quien ve en su elección un guiño al bipartidismo, pues el morado es la mezcla del azul y del rojo.

Sus marcas fetiche en su andadura política son las grandes cadenas de moda asequible británicas. Karen Millen, LK Bennett, Whistles y la web The Fold son sus mayores aliadas en materia fashionista. Fiel a la moda de su país, al igual que hizo su admirada Margaret Thatcher, a la que le encantaban los diseños de Aquascutum, Truss ha hecho de sus redes sociales sus aliadas para alzarse con el poder. Así lo señala ‘The Times’, que asegura que la política es toda una influencer.

Son 267 fotografías las que hay en la cuenta de Flickr de su gobierno, mientras que las imágenes de los otros miembros suman un total de 104. Incluso su rival Rishi Sunak, todo un experto en marketing, solo tiene 48 fotografías. Liz sabe que las redes sirven para magnificar y para aumentar la visibilidad, y por eso no ha dudado en emplearlas a su antojo.

Por si fuera poco, recientemente expresó su deseo de aparecer en una conocida revista de tendencias tras haber visto la entrevista y el editorial de fotos de la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska. Una de las imágenes que más llamó la atención de los medios fue tomada en el aeropuerto neoyorquino de John F Kennedy, donde se aseguró de que Boris Johnson ya se encontrara fuera de la imagen para ser capturada por las cámaras, dejando para el recuerdo una fotografía en la que aparece la primera ministra británica enfundada en su chaqueta de Karen Millen.

Sus looks asequibles están siempre repletos de pinceladas de color gracias a su hija, que como ha reconocido Liz en una entrevista, siempre quiere ver a su madre con colores pop.

Mientras que muchas políticas han hecho del ‘power suit’ su uniforme, Liz Truss ha preferido feminizar su armario y ha convertido a los vestidos envolventes en emblema. No es casualidad que algunos de los modelos que ha llevado tengan nombres como Miracle y Forever, ni que siempre destaquen entre un plantel mayoritariamente masculino. Veremos con qué outfits construye su nueva andadura política y cómo hace que la moda la ayude a reforzar su mensaje. Si Boris Johnson apostó siempre por una estética premeditadamente antifashion con la que indicar que su aspecto no le importaba (el que hayamos dicho 'premeditadamente' indica que en realidad sí le importaba), Liz no quiere ocultar que la moda le interesa.

No sabemos si terminará por ser portada de las revistas de tendencias, pero sí que su estilo será objeto de escrutinio de ahora en adelante, por lo que celebramos que le conceda a su armario la importancia que merece. Si la moda habla, nosotros estamos dispuestos a escuchar, y no es banal que las políticas y los políticos quieran hacer de las costuras sus altavoces.