Así se lleva el estampado de raya diplomática: de su versión sastre clásica a una nueva imagen vanguardista
Emblema universal del armario sastre, este print a rayas verticales recupera protagonismo, muta y se transforma en función del estilo y el look. Descubre cómo lucirlo
El diplomático es uno de los estampados más clásicos en la moda, un fondo liso en el que se dibujan unas rayas muy finas, y solo con eso se ha mantenido desde el siglo XIX hasta nuestros días. Asociado históricamente a la vestimenta de los gánsteres, y hoy en día a los uniformes y por consiguiente a los looks de trabajo, este estampado es elegante, formal, inalterable y reconocible. Con estos rasgos no es de extrañar que, un año más, diseñadores, firmas de lujo, famosas y prescriptoras se hayan puesto de acuerdo para recuperarlo.
A diferencia de otras temporadas en las que el estampado diplomático no se salía de su guion tradicional -recordemos que es el motivo emblema de la sastrería-, este otoño-invierno muta y se transforma hasta adquirir nueva formas hasta ahora inesperadas. ¿Nuestra misión? Descubrir cómo llevarlo.
Los looks tradicionales protagonizados por este print fueron vistos sobre la pasarela de la mano de Saint Laurent como estrellas absolutas de la tendencia 'businesscore'. Dotando a sus americanas de unas descomunales hombreras cuadradas, la firma invadió su colección fall-winter 2023 de rayas verticales sobre negro, azul marino y gris. Las chaquetas no anduvieron solas: enfrentadas y siguiendo esa línea recta que marca el estampado, faldas midi, pantalones o vestidos que, con dimensiones e incluso, colores diferentes, crearon un total look clásico y moderno.
En línea con ese patrón sastre, las insiders han recurrido al tándem conformado por un chaleco y un pantalón de vestir para llevarlo con prendas de tendencia.
La danesa Emili Sindlev se rindió ante el print en blanco y negro con un chaleco sastre y pantalón superancho. Conocida por sus estilismos arriesgados y llamativos, la editora de moda incluyó una flor 3D en el pecho para romper su sobriedad.
En el mundo surrealista de Schiaparelli también ha dejado hueco para acoger el estampado en su catálogo. Respetando sus parámetros, blanco sobre negro, la casa de moda liderada por Daniel Roseberry se ha colado en el vestidor de Olivia Wilde con un traje de chaqueta.
Precisamente, la actriz llevó este conjunto diplomático para un encuentro con el creador. Sin top debajo de la chaqueta y, por ende, presumiendo de piel en la zona del escote y el abdomen, el sello Schiaparelli quedaba explícito, gracias a los dibujos de espiral que se incluyen en los puños.
Dejando el clasicismo del estampado a un lado, figuras como Emili Ratajkowski lo han lucido en una versión sexy y muy femenina.
La modelo se paseó por Nueva York a finales de verano con este minivestido de escote palabra de honor a rayas. Un diseño de color marrón chocolate con raya blanca de la firma Bec + Bridge con tirante asimétrico, abertura en la cintura y falda corta que combinó con botas blancas de tacón.
En el desfile de Alta Costura Chanel celebrado al aire libre en París, en unos muelles cercanos al río Sena, Virginie Viard incluyó varias piezas con el print. La suya no es una puesta por el total look y sí la forma romántica y chic de integrar el motivo a rayas.
Acompañado de una blusa joya de color negro, manga abullonada y bordados de pedrería multicolor, un pantalón de talle alto, perneras rectas y bajo tobillero confeccionado con un tejido de lana con print a rayas.
Abriéndose camino y apartando a un lado al que, hasta el momento, era el motivo de tendencia más aclamado por las expertas, el tartán, todo apunta que durante los próximos meses viviremos y vestiremos a rayas verticales.
El diplomático es uno de los estampados más clásicos en la moda, un fondo liso en el que se dibujan unas rayas muy finas, y solo con eso se ha mantenido desde el siglo XIX hasta nuestros días. Asociado históricamente a la vestimenta de los gánsteres, y hoy en día a los uniformes y por consiguiente a los looks de trabajo, este estampado es elegante, formal, inalterable y reconocible. Con estos rasgos no es de extrañar que, un año más, diseñadores, firmas de lujo, famosas y prescriptoras se hayan puesto de acuerdo para recuperarlo.