Todos los secretos del look de Cristina Pedroche en las campanadas, desvelados por sus protagonistas

Un año más, el look elegido por Cristina Pedroche para presentar las campanadas junto a Alberto Chicote se ha convertido en el tema de conversación de todas las cenas de fin de año. La noche lo merecía: no solo ha sido el décimo año consecutivo dando las uvas, sino que además es el primero que lo hace tras ser madre hace apenas unos meses. Una nueva etapa en su vida que la presentadora ha querido plasmar en este look cuyo principal mensaje era la creación de vida.

Elaborado en colaboración con Greenpeace y la diseñadora Paula Ulargui y su equipo, siempre bajo la batuta de su estilista y mano derecha, Josie, la de Vallecas no ha dejado a nadie indiferente con este concepto de vestido que, por primera vez, integra vida propia entre sus tejidos a través del agua y las plantas. Un estilismo de una complejidad sin precedentes en esta última década de Pedroche en Nochevieja cuyos detalles nos han contado sus propios artífices en esta entrevista exclusiva.

Josie, el estilista e ideólogo

Diez años de las campanadas de Pedroche y tú, desde hace nueve, acompañándola como director creativo de su gran noche. ¿En qué te has inspirado este año?

Este año hemos querido hacer un homenaje a la vida y, como cada año, buscamos siempre vincularlo con las propias de Cristina y mía que, tras este 2023, culminan con un año lleno de cambios. Cristina recibe el año por primera vez como madre, mientras yo he podido dar un giro enorme a la mía recuperando Villa Josie, un caserón familiar en La Mancha húmeda en el que quiero vivir. Ha sido esta vuelta a mis raíces y origen, cambiar de escenario vital y tener contacto con las aguas subterráneas y acuíferos vitales para el cultivo y la vida allí, lo que ha despertado mi interés por este elemento fundamental para vivir, y tenía muy claro que el tema de este año tenía que ser la vida…

Sin embargo, la vida no es posible sin el agua y, al pensar en el concepto de este año, tuvimos claro desde el primer momento que queríamos acompañarnos de los mejores expertos en su cuidado, como lo es Greenpeace que, desde su fundación hace más de cincuenta años y sobre todo a través de su proyecto 'Salvar el agua', han visibilizado la necesidad de un cambio en las políticas de gestión del agua en España y juntos comenzar este 2024 con el deseo de que este nuevo año sea un punto de inflexión en la protección y gestión del agua en España.

El resultado es una evocación a una ninfa fluvial con un vestido que cobra vida cuando lo riegas, ¿cuál ha sido el mayor reto?

Este año hemos podido contar para llevar a cabo la confección del vestido con la mejor del mundo en esto, un talento español que merece este y todos los focos mediáticos y toda la atención de la prensa de moda como vosotros: Paula Ulargui. Ella lleva investigando el arte textil vinculado a las plantas desde la universidad y contando con ella sabía que la buena cosecha estaba asegurada: tomando como base una lana 100% reciclada industrial (un tejido que reúne las características necesarias para que las plantas enraícen dentro del tejido, reteniendo la humedad, pero sin ahogar la raíz) plantó amaranto rojo para tener ese contenido rojizo en la mayor parte del abrigo y capuchinas. Esta plantación responde a su último desarrollo en el que ha estado trabajando e investigando. Estas plantas verdes de tallo largo y hoja circular son mucho más delicadas de plantar y es la primera vez que se ven en un traje suyo.

Al final el proceso ha sido cultivar siguiendo un proceso hidropónico, una nueva moda de cultivo a partir de agua. Todos los nutrientes que necesitan las plantas se incorporan al agua (vitaminas y minerales, nada químico). Igualmente, estos nutrientes no son lo más importante. El cuidado de luz, humedad, temperatura y ambiente son los parámetros que más se estudian y controlan para que las plantas crezcan bien y con la fuerza que han adquirido al final.

Este ha sido un año de grandes cambios para ambos. ¿Cómo se integra tu vuelta a La Mancha y la maternidad de Cristina en el resultado final?

El estilismo de las campanadas siempre refleja vivencias personales, descubrimientos, encuentros, hechos que acontecen o deseos… Este año lo hace especialmente porque habla de dar vida y de cambios vitales. Está alegoría de la vida es una llamada al cuidado del agua, que es un elemento fundamental para la vida y es tan importante en la calidad de vida para hidratarse o disfrutarla como el placer que es.

Este año incluso te has atrevido a decir que sí a dar las campanadas de Neox. ¿Cómo ha sido dar el paso? ¿Cuál ha sido el proceso creativo de tu look?

Pero claro que sí… Yo siempre me apunto a una buena aventura televisiva que me haga crecer en este medio que tanto me gusta y estoy feliz de estar con Valeria Ross esa noche tan especial para Neox. Hacía tiempo que me apetecía ponerme una chaqueta recta como las que Cocó sacó a su vuelta al ruedo en 1954, por eso llamé a mi amiga Marta Rota de Tot-Hom y me confeccionó una de tweed plateado con ribete de punto y botones de cristal. Llevo pantalón de Acromatyx, marca fundada por los diseñadores Xavi García y Franx de Cristal, que se prepara para debutar en la próxima edición de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid 2024 y una joya de Jane Bardot inspirada en el châtelaine, accesorio unisex de origen francés que se ubicaba en la cintura allá por el siglo XVIII y del que he colgado amuletos de la suerte, como una llave de la capilla Villa Josie, que espero reabrir en este nuevo año.

¿Qué consejos te ha dado Cristina?

No hemos tenido ni tiempo de eso… Real.

Paula Ulargui y su magia biodegradable

Este año sois los responsables de los tres grandes elementos del look de campanadas: capa, vestido y zapatos. ¿Cómo habéis hecho para crearlos 100% con lana reciclada y materiales biodegradables u orgánicos?

Tanto el abrigo como la capa son dos piezas fruto de varios años investigando cómo crear nuevos materiales con el menor impacto posible. El vestido está completamente hecho con materiales orgánicos y teñido con espirulina. Dicho material se descompone bajo el agua caliente en pocos minutos sin dejar ninguna huella. El abrigo está hecho de lana, ya que es un tejido 100% natural, con un grosor y características que reúne las condiciones necesarias para que las plantas enraícen y crezcan fuertes, con la humedad que necesitan.

¿Cuál ha sido la mayor complejidad del proceso?

Todos los materiales desarrollados son muy delicados y tienen vida propia, por lo que el mayor reto es siempre intentar controlar lo incontrolable. Tanto el crecimiento de las plantas como el biomaterial del vestido son cambiantes, se modifican constantemente, dependiendo de las condiciones ambientales. Cristina ha podido ver durante los fittings cómo el color, flexibilidad o incluso la forma cambiaban a veces.

La capa es quizá la gran protagonista, ¿cómo fue el proceso creativo junto con Josie y Pedroche de un elemento tan complejo de trasladar del papel a la vida real?

Para el crecimiento de las plantas en la capa hemos creado toda una estructura a medida, con luces y riego de cultivo hidropónico, toda una aventura. Ha sido una prenda que nadie ha podido ver crecida hasta el último día, así que agradezco a ambos la confianza en mí durante todo el proceso.

Materiales efímeros, gelatinas… ¿Cuántas horas de trabajo tiene cada una de las piezas? ¿Cómo ha sido transformar un reto como el del problema del agua en una obra que aúne arte, moda y reivindicación?

El proyecto se inició en septiembre y no nos ha sobrado ni un día de investigación y producción hasta llegar hasta aquí. Sin duda ha sido un reto muy bonito. El mensaje que teníamos que transmitir era muy claro. Todas las pruebas de transparencias, color y texturas del vestido tenían que evocar el agua limpia y esto nos ha llevado a desarrollar recetas y materiales completamente nuevos.

¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con Josie y Pedroche? ¿Alguna anécdota para el recuerdo?

La verdad que ha sido un placer, muy cómodo y fácil. Ambos han apostado y confiado mucho en mis diseños y el desarrollo de las prendas. Creo que una buena anécdota fue el momento en que Cristina se hizo las fotos y el agua deshizo parte del vestido. Ahí se demostró la autenticidad del material en su compromiso con el medioambiente.

Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace

¿Qué supone para Greenpeace en términos de repercusión que una persona como Cristina Pedroche sea vuestra embajadora en una noche como esta?

Las campanadas son uno de los momentos más especiales del año, con más de casi siete millones de espectadores, por lo que es una oportunidad única para transmitir la urgencia y relevancia de salvar el agua y que llegue a todos esos hogares. Estamos en una emergencia nacional por sequía y es urgente tomar medidas contundentes para salvar el agua. Cristina Pedroche es un excelente altavoz para ello porque consigue llegar con un mensaje a muchísimas personas y concienciar así sobre el grave problema que tenemos con el agua y también hacer llegar sus soluciones: que 2024 sea un año de inflexión en el que las administraciones públicas comiencen a gestionar correctamente un recurso tan crucial para la vida de todos y todas.

¿Cómo surgió la idea de colaborar con ella más aún en un momento tan comentado como el de las Campanadas?

Cristina y Josie nos contactaron hace unos meses porque querían colaborar de manera desinteresada, ya que el agua, la vida y el planeta que dejaremos a las generaciones futuras es un tema que les preocupa enormemente. El momento de las campanadas marca un punto de inflexión para todas las personas cada año. En este 2024, desde Greenpeace deseamos animar a un cambio radical del modelo de producción de alimentos, que actualmente usa muchísima agua: es necesario que se transforme y comience a consumirla de manera más justa, sostenible y equitativa, ya que tenemos poca agua y está contaminada, robada y mal gestionada.

¿Has participado en el proceso creativo?

Greenpeace ha estado siguiendo todo el proceso creativo de la mano de Josie con el objetivo de que fuera en todo momento un alegato a la vida, que sólo es posible gracias al agua. Hemos puesto especial cuidado y atención en que los materiales fueran naturales y biodegradables y que reflejaran que la moda también puede concebirse de otra manera.

¿Qué te parece el resultado final?

El vestido es de una sensibilidad especial y un claro reflejo de que el agua es igual a vida. Conecta de una forma profunda con el hecho de que somos naturaleza, somos agua, ya que tanto el planeta como cada uno de nosotros estamos formados en un 75% de agua. Esto nos tiene que hacer llegar directamente a la conclusión de la importancia de salvar el agua, especialmente en un país como España, con una tendencia del 75% de su territorio a la desertificación para final de siglo.

¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con Josie y Pedroche? ¿Alguna anécdota para el recuerdo?

Para nosotras ha sido un verdadero placer poder contar con el apoyo de Cristina y Josie para trasladar un mensaje tan importante y fundamental en uno de los momentos más especiales del año y con mayor visibilidad en España. En un momento crítico como el actual, en situación de emergencia climática y crisis de biodiversidad, desde Greenpeace no podíamos rechazar la oportunidad de iniciar el año con Cristina y ofrecer ese mensaje de esperanza a tantos millones de hogares para que 2024 sea un punto de inflexión y promover entre todas una agricultura y ganadería sostenibles y un reparto justo y equitativo del agua.

Han sido unos meses intensos y anécdotas ha habido muchas. Muchas relacionadas con el secretismo que rodea todo el proyecto, de principio a fin, dada la importancia del factor sorpresa de las campanadas de Cristina Pedroche. Tampoco olvidaré la pasión con la que Josie nos contó cómo surgió la idea, a partir de descubrir agua contaminada en un pozo muy cerca de su casa, y cómo su compromiso con la campaña #salvarelagua ha estado presente en cada momento de estos meses de trabajo.