El pantalón de leopardo ha vuelto, pero ¿cómo podemos llevarlo?

El pantalón con estampado de leopardo es universal. Sería muy difícil encasillarlo en un estilo determinado puesto que a lo largo de la historia lo hemos visto lucir de maneras completamente antagónicas –desde con taconazo y top de encaje hasta con zapatillas y camisetas de grupos de rock–, pero de lo que no hay duda alguna es del gran logro que ha conseguido al entrar en la terna de los básicos. Ahora no se discute si es o no tendencia porque merece un hueco en el armario en cualquier momento.

Y no es baladí este hito principalmente puesto que no es nada fácil de combinar. O sí, porque aunque a priori pueda parecer una prenda de compleja utilización, lo cierto es que la experiencia ha demostrado todo lo contrario. Es polivalente y efectiva como pocas. “Bien llevada es una prenda muy versátil que puede servirte para tus looks de día y de noche, así como para ocasiones más o menos formales”, explica Sheila Picher, asesora de imagen y estilista.

Esto explica por qué ha alcanzado el estatus de imprescindible temporada tras temporada pese a su rotunda estética. Pero que no entienda de modas no significa que se sigan siempre los mismos códigos. Hay quienes defienden los modelos más ajustados de acabado pitillo bajo cualquier circunstancia y quienes no renuncian a diseños holgados pese al print. “El corte perfecto es diferente para cada mujer porque nuestros cuerpos también lo son y nos pueden favorecer más algunas siluetas que otras”, argumenta Picher, quien opina que, como recomendación general, este tipo de pantalón “quedará mejor si es de corte recto y de estilo sencillo. Ni excesivamente ceñido ni con demasiados detalles extra, para que no añada ‘más información’ al look final”.

Pierina Aste, otra experta en este campo, coincide con lo expuesto por su colega de profesión: “En realidad, todo va a depender de la forma del cuerpo de cada una y lo que quiera resaltar o minimizar. Personalmente creo que los cortes rectos son los más favorecedores ya que afinan la zona de las caderas y estilizan las piernas”, añade.

Este pantalón parece haber marcado su propio camino abrazando todo tipo de siluetas sin tope alguno, pero ¿existe alguno de esos límites con respecto a la edad? “Definitivamente no. Está el estilo y la actitud, y eso no depende de ningún número. Además, cualquier prenda que nos haga sentirnos y vernos bien para mí siempre será un sí”, afirma con rotundidad Sheila Picher.

En lo que no parece haber libertad total para esta prenda es en el contexto para lucirla. "Debemos evitar llevar estampado leopardo en ambientes de trabajo donde el código de vestimenta es conservador, eventos formales y si es que no es parte de tu estilo personal”, recalca Pierina Aste.

La fórmula inequívoca

Si atendemos a lo que se aprecia entre las que dominan el panorama del street style, la regla para lucir estos pantalones con éxito parece ser la opuesta a lo que dice la lógica: nada de mezclarlo con partes de arriba lisas en tonos neutros que sean fácilmente combinables, para ir a la última hay que añadir brillos o algún otro estampado. Recargar el conjunto es la tónica general, lo que no quiere decir que sea la alternativa idónea para todo el mundo. “Debemos tener en cuenta nuestro estilo personal y valorar si corresponde a este o no (…). Siempre hay que pensar que tenemos que sentirnos cómodas con lo que llevamos”, apunta Aste como asesora de imagen.

Esta estilista propone como opción “una camiseta de color entero o una camisa denim y deportivas o bailarinas” para outfits más 'casual' mientras que reserva las blusas o camisas y tacones para momentos más elevados, o ”una camiseta blanca con mensaje de letras negras o algún print en negro supersutil para darle más onda, chaqueta de piel negra y botas negras”.

Sheila Picher, por su parte, también incide en la versatilidad de este pantalón, y por eso sugiere tres ideas distintas en función del estilo de quien vaya a ponérselo. Para la más trendy, apuesta por combinar “una blusa de estilo romántico con unos zapatos Mary Janes de color rojo”. Para las más clásicas, confía en el poder de una discreta camiseta blanca “o un jersey de cashmere liso en color gris o negro con unas zapatillas básicas”. Y para quienes presuman de gustos más atrevidos, “una parte de arriba con un estampado rompedor y que nada tenga que ver con el animal print del pantalón, como una camiseta de rayas, estrellas o de un color vibrante que contraste con la parte inferior”, recalca Picher.

En cualquiera de los casos, lo importante para cerrar el estilismo es prestar atención a los complementos, como bien recuerda Pierina Aste: “El toque final lo darán los accesorios, el pelo y el maquillaje”, dice justo antes de proponer como guinda al look un bolso “de algún color vibrante como el rojo”. “Si quieres un toque de color, añádele un pañuelo cortito anudado al cuello”, añade en este sentido Sheila Picher.

Todas estas reglas estipuladas para el estampado de leopardo son aplicables de la misma forma para otros motivos animales como pueden ser los dibujos de tigre, serpiente, cebra o cualquier otro que aporte un carácter salvaje a la imagen final, si bien es cierto suele costar mucho más adaptarlos a nuestro día a día. “Estamos más familiarizadas con él y nos es más fácil hacer looks con este print. Para otros estampados podemos empezar con combinaciones más minimalistas e ir arriesgando más según sea nuestro estilo personal”, recomienda la estilista Sheila Picher.