Louis Vuitton sale por la puerta grande de París con Cate Blanchett, Zendaya y Ana de Armas
Una visión clara de cómo debe evolucionar la moda hacia lo contemporáneo, ha vuelto a dejar a los presentes con ganas de más tras los escasos 15 minutos de desfile.
Un cierre a lo grande, así ha querido Nicolas Ghesquière poner el fin de fiesta en una pasarela inspirada en la esencia de la marca, los baúles de Louis Vuitton. El director creativo de Louis Vuitton desde 2013, ha sentado la base sobre la que se estructura todo el universo de la firma que ha confiado en él desde hace once años para elevar los valores de la maison francesa.
Hoy ha dado una muestra más de esa marca indeleble que está dejando en el mundo de la moda con su estilo vanguardista y experimental que desafía las convenciones. Su enfoque creativo combina la innovación técnica con una apreciación profunda por la historia de la moda, lo que le permite reimaginar siluetas clásicas de maneras audaces y contemporáneas.
Algo que hemos podido ver desde la primera chaqueta combinada con unos ciclistas en las salidas iniciales. Su trabajo hoy ha destacado por algo característico en su sello: la deconstrucción de formas tradicionales, la mezcla de materiales inesperados y el uso de detalles futuristas.
Ghesquière ha confirmado su capacidad única de fusionar elementos dispares con estampados de paisajes sobre faldas con movimiento metalizadas, ha jugado con la arquitectura del cuerpo humano, a menudo experimentando con volúmenes exagerados, cortes asimétricos y superposiciones inusuales.
Su atención al detalle y su capacidad para crear prendas que parecen simples, pero esconden una complejidad técnica subyacente se ha visto en los monos sobre tops de paillettes. Esta mezcla de funcionalidad y estética vanguardista ha sido una constante en la propuesta de la noche del lunes, donde ha parecido decirnos: "la ropa no solo es para vestir, sino para sentirla".
Antes de Louis Vuitton, Ghesquière revitalizó Balenciaga, donde consolidó su reputación al rendir homenaje a la tradición de la casa mientras inyectaba una visión moderna y futurista. Durante su tiempo allí, introdujo conceptos como el "sportwear de lujo" y popularizó accesorios icónicos como las famosas "motorcycle bags".
Hoy hemos podido ver estos dos valores recorriendo la colección, pero de una manera más sofisticada, con una sensibilidad especial hacia la cultura pop y la ciencia ficción, creando prendas que parecen pertenecer tanto al presente como a un futuro imaginado.
Todo ello regado como siempre con la presencia de amigas de la marca como las que siguen:
Zendaya
Ana de Armas
Alicia Vikander
Cate Blanchett
Jennifer Connelly
Su innovación audaz con las siluetas, su habilidad para mezclar referencias del pasado y el futuro, y su enfoque técnico impecable, todo ello con una visión clara de cómo debe evolucionar la moda hacia lo contemporáneo, han vuelto a dejar a los presentes con ganas de más tras los escasos 15 minutos de desfile.
Un cierre a lo grande, así ha querido Nicolas Ghesquière poner el fin de fiesta en una pasarela inspirada en la esencia de la marca, los baúles de Louis Vuitton. El director creativo de Louis Vuitton desde 2013, ha sentado la base sobre la que se estructura todo el universo de la firma que ha confiado en él desde hace once años para elevar los valores de la maison francesa.