"El día que vestí a Sarah Jessica Parker". Habla la estilista española que trabajó con el mito de la moda que cumple hoy 60 años

Sarah Jessica Parker es, sin lugar a dudas, un icono eterno de la moda. No solo porque su nombre es sinónimo de estilo, sino porque su capacidad de jugar con las tendencias, de atreverse con lo inesperado y de convertir cualquier prenda en una declaración de intenciones la han llevado a convertirse en una de las mujeres más influyentes del sector. Y aunque todos la recordamos paseando por las calles de Nueva York en Manolo Blahniks en 'Sex and the City', su relación con la moda española tiene una historia especial, una anécdota que hoy, en su 60 cumpleaños, merece ser recordada.

Isabel Moralejo es una destacada diseñadora española con más de veinte años de experiencia en el mundo de la moda. Ha trabajado como estilista y directora de moda en diversas revistas, y ha sido cofundadora y diseñadora de las marcas Otto et Moi y Miss Bubblekiss. Recientemente, ha fundado Adeba, una firma de bailarinas que refleja su creatividad sin límites. Como demostró en su día vistiendo a uno de los iconos de la moda mundial.

TE PUEDE INTERESAR

Estas son las bailarinas favoritas de la jet, ¿quién hay detrás del calzado que lleva Sassa de Osma?

Cris Castany

Corría el mes de agosto de 2011 y en la redacción de una recién nacida revista española, SModa, se vivía el vértigo de un cierre inminente. La portada del primer número de la publicación aún no estaba decidida, cuando de pronto surgió una oportunidad única: fotografiar a Sarah Jessica Parker en Nueva York. Una ocasión así no se presentaba todos los días, pero había un problema mayúsculo. En pleno verano, con showrooms cerrados tanto en España como en el extranjero, conseguir las prendas adecuadas para la sesión era un auténtico desafío.

La directora creativa de la revista tuvo una idea brillante: vestir a la actriz con un look de inspiración española. Un guiño a la tradición y la elegancia de nuestra moda, pero con el sello inconfundible de una mujer que ha hecho del riesgo su mejor aliado estilístico. Sin embargo, encontrar las prendas adecuadas no iba a ser fácil. Ahí entra en escena Isabel Moralejo, la estilista que tuvo la responsabilidad de materializar esa visión. Con nervios y determinación, logró conseguir un par de chaquetas de torero prestadas por una casa especializada en trajes de luces, además de un mantón de manila, una peineta, un sombrero cordobés y joyas cuidadosamente seleccionadas para completar el conjunto. Una apuesta audaz, sin margen para el error.

"En mis 20 años como estilista jamás me puse tan nerviosa antes de llegar a una sesión, al terminar ni recordaba el camino de llegada desde el hotel al estudio. Tenía pánico de que a Sarah Jessica no le gustase la idea del estilismo, y esta vez en mi maleta no había muchas opciones más que presentarle". Las palabras de Moralejo reflejan la tensión del momento, pero también la emoción de lo que estaba por suceder.

Si Moralejo había sentido nervios en sus 20 años de carrera, aquella vez alcanzaron su punto álgido. En su maleta no había segundas opciones, apenas unas pocas piezas que debían encajar a la perfección con la idea planteada. Sin embargo, al llegar al estudio, el miedo se disipó. Parker, con su habitual simpatía y cercanía, no solo aceptó la propuesta, sino que se divirtió enormemente durante la sesión. "Recuerdo su simpatía, su educación, su naturalidad y cercanía con todo el equipo. Le encantó la ropa y se divirtió muchísimo en la sesión. Si mal no recuerdo, teníamos dos horas con ella, y Gonzalo Machado hizo cinco fotos maravillosas, y una de ellas fue casi a cierre a portada".

El resultado fue espectacular. Con el fotógrafo Gonzalo Machado tras la cámara y una energía vibrante en el set, lograron capturar la esencia de la actriz en tan solo cinco imágenes, una de las cuales se convirtió en la icónica portada de aquel primer número de S Moda. Un instante congelado en el tiempo que aún hoy se recuerda como un hito.

"Recuerdo su simpatía, educación, naturalidad y cercanía con todo el equipo. Le encantó la ropa y se divirtió muchísimo en la sesión"

Pero la historia no termina ahí. Antes de despedirse, Parker tuvo un gesto inolvidable con todo el equipo: los invitó a ver su última película. "Antes de irse nos invitó a todos a ir a ver su película, su representante tomó nuestros datos y nos hizo llegar las entradas, un detalle final para no olvidar jamás ese día". Un gesto que reflejaba la esencia de una mujer que, más allá de los flashes y las alfombras rojas, nunca ha perdido la calidez y la amabilidad.

Hoy, más de una década después, mientras celebramos su 60 cumpleaños, esta anécdota sigue resonando. Como diría Elphaba en 'Wicked', “Todo el mundo merece la oportunidad de volar”, y Sarah Jessica Parker ha sabido hacerlo con gracia y estilo, pero sin olvidar nunca que el verdadero poder de la moda está en la emoción que genera.

Esa misma emoción es la que impulsa firmas como Adeba, la marca de calzado de Isabel. Con los pies bien puestos en la tierra, pero con una visión que abraza la fantasía y la libertad, sus creaciones están diseñadas para la vida real de las mujeres.

TE PUEDE INTERESAR

Estas son las bailarinas y zapatos de tacón sensato que han seducido a la Infanta Sofía y a las Preysler

Cris Castany

Y así como aquella portada de S Moda con Parker marcó un antes y un después, Adeba sigue conquistando nuevos horizontes. En solo dos años, la marca ha alcanzado un nuevo hito: El Corte Inglés de Castellana (Madrid) y Puerto Banús (Marbella) acogerán una selección especial de sus diseños más icónicos. Modelos como Bloom, Matilda, Disco, Daisy o Knot, ahora sí que sí, están listos para conquistar el mundo. Porque, al final del día, la moda es eso: una invitación a soñar, a jugar, a atreverse. Tal y como lo hizo Sarah Jessica Parker aquella vez... y como lo sigue haciendo cada día.