El motivo por el que Eva Mendes come y cena lo mismo (casi) a diario

Eva Mendes es una de esas mujeres elegantes a las que nos encanta admirar. Siempre pendiente de que su vida privada no gane más protagonismo que su carrera, no lo tiene nada sencillo porque el hombre con el que comparte su vida también es un rostro muy conocido.

Junto a Ryan Gosling forma una de las parejas más estables de Hollywood, pero también una de las más discretas. Apenas nos enteramos del nacimiento de sus hijas, Esmeralda y Amada. Ambas vinieron al mundo sin que ninguno de los dos confirmara el embarazo.

A pesar de ello, Eva nunca ha sido una mujer distante y comparte sin problemas algunos de sus momentos más divertidos con sus pequeñas, como una de sus últimas publicaciones, donde las niñas fueron las encargadas de su maquillaje.

La importancia del ejercicio

Tampoco tiene reparos en confirmar algunos de sus trucos para mantener la línea, como dedicarle tiempo al ejercicio. Eva entrena tres días por semana de forma habitual, pero lo amplía a cinco si tiene algún evento importante en el que quiera deslumbrar.

Nunca se salta los días de descanso, porque asegura que su figura luce mucho mejor cuando deja que su cuerpo se recupere. Claro que otro de sus trucos para estar en forma es pasar el día entero corriendo tras sus hijas, de cinco y cuatro años.

En el gimnasio prefiere el entrenamiento por intervalos, que requiere menos tiempo pero una gran intensidad. Lo compagina, tal y como confirmó al medio ‘Shape’, con ejercicios de pesas. También es una fiel defensora de las sentadillas, algo de lo que da buena cuenta su figura.

El tiempo que dedica a entrenar lo considera una prioridad en su vida, porque le permite pasar tiempo consigo misma, cuidarse, por eso siempre intenta encontrar tiempo para ello.

La alimentación para Eva

Para Eva resulta indispensable una buena hidratación. Tanto como consejo de belleza como de alimentación, mantenerse bien hidratada es esencial en su vida. Siempre lleva una botella de agua a mano, lo que le ayuda a beber lo que su cuerpo necesita.

En cuanto a su alimentación, Mendes se ha llegado a describir como una criatura de hábitos. Ella considera la comida como la gasolina necesaria para mantener el cuerpo activo y no se cansa de comer siempre lo mismo.

Sin duda, esto le favorece en este momento de su vida en el que con sus dos hijas pequeñas apenas tiene tiempo para nada más. Por eso, no duda en comer y cenar casi siempre lo mismo, intentando que exista un balance entre proteínas y vegetales.

De ascendencia cubana, creció comiendo arroz, por lo que siempre que puede incorpora cereales en su menú y asegura que nunca renunciará a los frijoles negros que prepara su madre.

Habitualmente opta por comer salmón con arroz o quinoa y lo acompaña de una ensalada, un menú que repite en la hora de la cena, esperando que llegue el momento en el que sus hijas sean más mayores y la cena sea un momento de tranquilidad familiar.

Eso sí, siempre intenta comenzar el día con un poco de proteínas, con las que consigue cargarse de energía. Suele recurrir a los huevos, encantada por las muchas posibilidades que ofrecen. Normalmente los toma revueltos sobre una rebanada de pan Ezequiel tostado.

A pesar de lo estricto que parece su menú, lo cierto es que Eva siente debilidad por los dulces, a los que no siempre puede resistirse, por lo que es una pequeña concesión que se permite de vez en cuando.