El truco de Cindy Crawford para conseguir un vientre plano a los 55 años

El ejercicio físico siempre ha formado parte de la vida de Cindy Crawford, así lo demuestran las cintas de vídeo de entrenamientos que protagonizó en los 90 y de las que vendió una considerable cantidad, haciendo que su fama fuera mayor, así como aumentando sus ingresos. Quien pensara que estas rutinas las hacía solo para el momento estaba equivocado.

El tiempo ha demostrado que para Cindy el ejercicio físico es y ha sido una constante en su vida. De hecho, gracias a su cuenta de Instagram todavía podemos estar al tanto de algunos de los ejercicios con los que más disfruta y en los que se deja guiar por Sarah Hagaman, la entrenadora personal con la que trabaja desde hace años.

Gracias a estos pequeños detalles de su vida, que no le importa compartir con sus seguidores, hemos podido saber que entrenar al aire libre es una de las cosas que más le gusta, así como aprovechar los elementos que tiene a mano para seguir estando en forma. Las escaleras que comunican su casa con la playa pueden dar buena cuenta de ello.

Todos los ejercicios parecen pocos y todos los realiza con energía y buena disposición. Hemos visto a Cindy jugando al golf, haciendo sentadillas, presumiendo de brazos de infarto mientras hace pesas o calentando antes de comenzar su entrenamiento específico de boxeo, el día en que esta era la disciplina seleccionada para ponerse en forma.

Imposible aburrirse si escoges, como la supermodelo, diferentes rutinas y diferentes tipos de ejercicios. Todos ellos contribuyen a diseñar la figura de la que presume a sus 55 años, que despeja cualquier duda sobre los motivos que la llevaron a ser una de las modelos más conocidas y cotizadas de su generación.

Siempre pendiente de mantenerse en la mejor forma posible, no olvida los ejercicios específicos para tonificar las piernas y tornear los glúteos, pero tampoco los que le ayudan a evitar que en sus brazos aparezcan síntomas de flacidez, siempre asociados con el paso del tiempo. Tampoco faltan las rutinas con las que trabajar la zona abdominal y, gracias a eso, luce un vientre plano y liso.

Junto a su entrenadora personal hace algunos ejercicios específicos para tonificar esta zona y no se olvida de los abdominales oblicuos, que también debemos tener presentes si queremos sacarle el máximo partido a nuestros entrenamientos y poder notar los mejores resultados. Ella practica los giros rusos, un ejercicio habitual en el crossfit.

Sentada en el suelo y con el torso ligeramente inclinado hacia atrás, en un ángulo de 45º, se flexionan las rodillas y se levantan los pies del suelo, dejando los glúteos como único apoyo. Una vez lograda la postura inicial, se contrae el abdomen y se gira el torso, primero hacia un lado y después hacia el contrario. Es importante mantener la espalda recta.

Los principiantes pueden hacer este ejercicio con los pies apoyados y sin añadir peso, pero lo habitual es hacerlo con un balón medicinal en las manos. Crawford ha demostrado que ella es toda una experta porque no solo realiza ese ejercicio con bastante peso y elevando los pies, también lo hace añadiendo un hándicap extra: un bosu.

Esta herramienta deportiva, que es como una semicircunferencia, añade inestabilidad al ejercicio, haciendo que este sea un poco más exigente y consiguiendo por tanto mejores resultados en menos tiempo. Conviene señalar que ella hace este ejercicio bajo la atenta mirada de su entrenadora, algo que es esencial para evitar hacerse daño mientras lo realiza.

Siempre dispuesta a probar ejercicios nuevos, parece que el bosu es uno de los grandes protagonistas de sus sesiones, herramienta que también comparte con su hija, Kaia Gerber, quien también ha entrenado bajo las expertas indicaciones de Sarah.