¿Un dormitorio luminoso? Es posible siguiendo estos tips de decoración
Apunta estos sencillos consejos para lograr que tu estancia se vea más luminosa y amplia al momento
Uno de los motivos que puede hacer que nuestro dormitorio no luzca como nos gustaría es la ausencia de luz. Aunque esta sea la estancia a la que acudimos para dormir y en ese momento lo mejor es conseguir oscuridad, durante el resto del día el dormitorio debería transmitirnos calma, una agradable sensación de seguridad y sosiego.
La luz puede resultar clave para lograr que nos sintamos a gusto. Un dormitorio luminoso nos invita a disfrutar de la estancia, a querer pasar un poco más de tiempo en ella, con nuestras actividades de ocio, como leyendo o escuchando música, o sencillamente relajándonos y desconectando durante un rato, mientras disfrutamos de lo bella que hemos conseguido dejarla.
Una de las primeras cosas que necesitamos hacer, y que está al alcance de cualquiera, es limpiar y ordenar. Esto hará que nos sintamos mejor con la estancia, nos evitará tener un dormitorio abarrotado, repleto de cosas y elementos que puedan llegar a suponer un obstáculo a la hora de dejar que la luz fluya a nuestro alrededor.
Porque la luz no debe encontrar barreras para entrar en nuestro dormitorio, por eso en algunos países nórdicos prescinden de las cortinas. Aquí no solemos hacerlo y lo cierto es que aportan calidez a la estancia, por ello puedes seleccionar unas que sean de color claro, finas y ligeras, que permitan entrar la luz pero sin ser indiscretas.
La luz artificial también es clave para encontrar la forma de sumar luminosidad a la estancia, puede que la lámpara seleccionada no sea la más adecuada o la tulipa escogida sea demasiado tupida, prueba a limpiarla bien antes y, si sigues sin conseguir la luz que deseas, puede que necesites comprar una nueva, con más focos de iluminación, o varias para colocar por la habitación.
Los colores que escojamos en la estancia pueden marcar la diferencia, los tonos claros y el color blanco serán los más adecuados. Así, con las paredes, los muebles y los textiles en tono claro será más sencillo que la estancia se vea más luminosa y también nos resultará más fácil crear algún contraste de colores, para evitar que pueda resultar aburrida.
Podemos elegir un cuadro alegre, los cojines de tonos más vivos o un cabecero discreto pero en tonos pastel. Los muebles de colores claros serán de gran ayuda y si son lacados reflejarán más la luz. Añadir elementos de cristal, como jarrones o espejos, será una gran forma ampliar la luz que recibimos y que se extienda por la estancia.
Paredes y techos en color claro harán que la habitación se vea más grande y luminosa, también los suelos. Si los tuyos son oscuros puedes colocar una gran alfombra en tonos claros, una forma sencilla de que la estancia resulte más agradable y cálida al momento. Apuesta por los colores claros, deja que entre la luz natural, ayuda a multiplicarla con espejos y superficies brillantes y mantén la estancia limpia y despejada, seguro que notas la diferencia al momento.
Uno de los motivos que puede hacer que nuestro dormitorio no luzca como nos gustaría es la ausencia de luz. Aunque esta sea la estancia a la que acudimos para dormir y en ese momento lo mejor es conseguir oscuridad, durante el resto del día el dormitorio debería transmitirnos calma, una agradable sensación de seguridad y sosiego.
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