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70 años de la muerte de William Randolph Hearst: el impresionante castillo que dejó como legado
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el magnate que inspiró 'ciudadano kane'

70 años de la muerte de William Randolph Hearst: el impresionante castillo que dejó como legado

El magnate, que prácticamente inventó la prensa sensacionalista, falleció dejando un lugar que se ha convertido en una de las visitas imprescindibles en California

Foto: Impresionante piscina interior del Castillo de Hearst.(CP)
Impresionante piscina interior del Castillo de Hearst.(CP)

Ni siquiera el cine ha podido imitar la magnificencia de la mansión de William Randolph Hearst situada en San Simeón (California). Hace unos meses, David Fincher convirtió al magnate de la prensa en uno de los personajes de su ‘Mank’ y a su famoso castillo en uno de los escenarios por los que pulula el guionista de ‘Ciudadano Kane’, protagonista de la historia. Rodada en un esplendoroso (como se decía en la época de la cinta, los años 40) blanco y negro, la gigantesca mansión que aparece en la película palidece si la comparamos con la original, el emblema de un hombre poderoso que falleció un 14 de agosto de hace 70 años.

Dueño de unos 28 periódicos, inspiración del ‘Kane’ de Welles y hombre controvertido, tiránico y complejo, en vida gustaba de acumular antigüedades y era conocido por sus excesos. Hearst prácticamente inventó la prensa sensacionalista y se introdujo en la vida política para llevar a cabo sus propios intereses. Durante dos años, de hecho, fue miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos por el Partido Demócrata. También fue conocido su amor por Marion Davies, a la que quiso impulsar como actriz a toda costa. Comprador compulsivo, adquirió dos mansiones marcadas por la leyenda.

placeholder La impresionante piscina de la mansión.(CP)
La impresionante piscina de la mansión.(CP)

La Beverly House, situada en Beverly Hills como su propio nombre indica, ha sido utilizada en películas tan dispares como ‘El Padrino’ (era la casa de aquel pobre productor que amanecía en la cama con una cabeza de caballo ensangrentada) o ‘El guardaespaldas’ (la residencia de la estrella del pop a la que encarnaba Whitney Houston). Sin embargo, la joya de la corona sigue siendo el Hearst Castle, un portento arquitectónico en mitad de la inmensidad californiana.

Su estilo, de inspiración claramente española como muchas otras construcciones de Los Ángeles, fue idea de la primera arquitecta de California, Julia Morgan. Fue construido a posta para ser la residencia privada del magnate y sus obras finalizaron en 1947. En la página oficial del lugar, que hoy día puede ser visitado por cualquier turista, es definido como “un templo extraordinario dedicado a la opulencia y el exceso”. Solo el edificio del propio castillo posee la friolera de 165 habitaciones. Alrededor del mismo, hay hectáreas y hectáreas de jardines con terrazas, fuentes y piscinas. Además, desde su colina se puede divisar la costa del Pacífico.

placeholder Vista general del castillo de Hearst.(CP)
Vista general del castillo de Hearst.(CP)

Tal y como se refleja en la propia ‘Mank’, en el salón principal de ese castillo se reunían algunas de las personalidades más grandes del cine, la política o los medios de comunicación. En los espectaculares recintos hay paneles de madera de nogal y tapices del siglo XVI. Algunas de las instalaciones poseen su propia mesa de póquer y rompecabezas para deleite de los invitados, algo que también se refleja en una de las escenas más famosas de ‘Ciudadano Kane’. Llaman también la atención los enormes ventanales, los estandartes de seda o los candelabros de plata. Tal y como revelan las imágenes, la sutileza brilla por su asencia y todo resulta tan ‘bigger than life’ como la vida del propio Hearst.

placeholder Hearst y su hijo en el castillo, alrededor de los años 30.(CP)
Hearst y su hijo en el castillo, alrededor de los años 30.(CP)

La disputa con ‘Kane’

La mansión, conocida por su exceso, también fue emulada por Orson Welles en su ‘Ciudadano Kane’ con el nombre de Xanadú. Hearst fue el más firme oponente a la considerada mejor película de la historia en su momento. Una de las razones fue el patético reflejo que se hizo de la vida y la carrera de Marion Davies, que en la cinta del director se llamó Susan Alexander.

placeholder William Randolph Hearst.(CP)
William Randolph Hearst.(CP)

A diferencia del personaje de 'Kane', Davies jamás trabajó en una tienda de música, nunca cantó en una ópera, no se casó con Hearst, nunca lo abandonó y mucho menos dio entrevistas hablando mal de él. Sin embargo, la reputación de la actriz quedó tan malparada como la del propio Hearst. Las palabras de Welles, asegurando que su película no era la biografía de nadie en particular, sino una mezcla de varios personajes del Estados Unidos de la época, no engañaban a nadie. El todopoderoso dios de la prensa no se quedó de brazos cruzados y trató de boicotear la película desde mucho antes de su estreno. Hearst prohibió que sus publicaciones diesen cobertura a 'Ciudadano Kane' e incluso le ofreció una considerable suma de dinero a RKO para comprar el negativo y destruirlo. Afortunadamente para todos, esto último nunca sucedió.

Para la posteridad han quedado tanto ‘Kane’ como el impresionante castillo, una delicia para los turistas que pasan por California, un lujoso emblema de lo que el potentado significó para el mundo de los medios de comunicación. Un homenaje al exceso por los siglos de los siglos.

Ni siquiera el cine ha podido imitar la magnificencia de la mansión de William Randolph Hearst situada en San Simeón (California). Hace unos meses, David Fincher convirtió al magnate de la prensa en uno de los personajes de su ‘Mank’ y a su famoso castillo en uno de los escenarios por los que pulula el guionista de ‘Ciudadano Kane’, protagonista de la historia. Rodada en un esplendoroso (como se decía en la época de la cinta, los años 40) blanco y negro, la gigantesca mansión que aparece en la película palidece si la comparamos con la original, el emblema de un hombre poderoso que falleció un 14 de agosto de hace 70 años.

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