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Terracotta: artesanía gastronómica en la calle Velázquez
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PLACE TO BE

Terracotta: artesanía gastronómica en la calle Velázquez

Lo tiene todo para convertirse en el nuevo restaurante de moda: precioso diseño, carta bien construida, buen ambiente y una ubicación de lujo en el barrio de Salamanca madrileño

Foto: Interior del Terracotta. (Cortesía)
Interior del Terracotta. (Cortesía)

Acaba de abrir sus puertas muy cerca de otros sonados restaurantes de moda como Salvaje, una de esas direcciones que influencers y estrellas, desde María Pombo a Piqué, llenan a diario. Seguramente hagan lo propio con esta nueva apertura, Terracotta, un lugar discreto en apariencia, pero que sorprende al cruzar su pequeña puerta y descubrir un universo que respira artesanía por los cuatro costados, algo que se echa en falta en muchos de los lugares del momento.

Terracotta es el sueño de Ignacio Sánchez, reconvertido a hostelero después de un tiempo dedicado al sector de la seguridad. Dejó aquello y, con 29 años, tras formarse en lo que quería, gestión de empresas de restauración, se ha lanzado a abrir el negocio que él echaba en falta. Su trayectoria ya da ciertas garantías porque ha aprendido de los mejores, entre ellos Carlos Zamora, del grupo Deluz y Compañía, conocido y reconocido por conceptos que miman la materia prima y a quienes la trabajan, al personal y, por supuesto, al cliente. En Terracotta uno se siente así: mimado.

“Aquí no hay quinta gama. Hay honestidad, fondo y chup chup”, nos cuenta. Podríamos decir que es un restaurante de barrio elevado a los estándares y formatos que pegan fuerte ahora. “La tendencia es el reclamo -continúa-, pero el producto es lo que hace volver”. Así, la carta está repleta de opciones apetitosas para compartir, sin divisiones concretas entre entrantes o principales, y todo suena reconocible aun percibiéndose personalidad propia.

placeholder Entrada al Terracotta. (Cortesía)
Entrada al Terracotta. (Cortesía)

Comienza con unas estupendas y cremosas croquetas de carabinero con un velo ibérico que las cubre y un base de alioli de ajo negro (12 euros). La ensaladilla con generosos tacos de atún rojo Balfegó y encurtidos es exquisita (14,50 euros) como las crujientes flores de calabacín rellenas de speck, mozzarella y anchoa (16 euros). Ya se ve que no son alternativas inusuales, pero todas tienen un twist que las diferencia.

El brioche de calamares es su particular guiño a Madrid, aunque nos recomiendan casi más aún un saam de papada ibérica glaseada con piña y hierbabuena por el que salivar largo rato (7,50 euros). El puerro a la brasa con tartar de gambón es fino y sabroso (14,50 euros) igual que los raviolis de gamba con parmentier del propio puerro ahumado y el refrescante toque salino de la salicornia (15 euros). ¡Buenísimos! Las costillas de cerdo ibérico glaseadas con salsa barbacoa coreana se deshacen a la perfección (19,50 euros) y gusta ver cómo los postres no son el sota, caballo y rey, sino que apuestan por cosas menos habituales como la fina tarta árabe de nata y crema de limón que es un éxito (7,50 euros).

placeholder Puerro a la brasa con tartar de gambón. (Cortesía)
Puerro a la brasa con tartar de gambón. (Cortesía)

Cotelería “craft”

Llama la atención su menú líquido. Igual que presumen de producto y elaboraciones caseras, también hacen lo mismo con los alcoholes. No verás grandes marcas, solo destilados artesanales que maceran ellos mismos y que sirven en copas o en llamativa coctelería. Su vermut preparado o su Club Martini, ambos con ginebra y vodka, respectivamente, de la madrileña Santamaría son excelentes aperitivos. Sus sangrías y limonadas sin alcohol también aparecen como originales alternativas.

La bodega, con más de 50 referencias que recorren todas las denominaciones de la geografía española y confeccionada con la idea de la rotación para que siempre haya etiquetas nuevas, la lleva de cine Borja Nieto (ex Zalacaín). Él hace las veces también de jefe de sala al frente de un servicio amabilísimo.

La atmósfera que se genera en Terracotta, con buena música a buen volumen, iluminación e interiorismo de premio, firmado por Helena Cánovas e inspirado en la calidez de la tierra, lo orgánico y natural, homenajeando al propio nombre del local, invita a animadas veladas con largas conversaciones y sobremesas. Nosotros estamos deseando volver a uno de sus rinconcitos a probar su caldo ramen de foie. Se nos quedó pendiente y promete tanto como cumple lo demás.

TERRACOTTA

Velázquez, 80

Precio medio: 40 euros

Horario: de domingo a miércoles de 13:00 a 17:00h y de 20:00 a 1:00h, jueves de 13:00 a 2:00h, viernes y sábados de 13:00 a 2:30h.

Teléfono: 91 485 63 46

Acaba de abrir sus puertas muy cerca de otros sonados restaurantes de moda como Salvaje, una de esas direcciones que influencers y estrellas, desde María Pombo a Piqué, llenan a diario. Seguramente hagan lo propio con esta nueva apertura, Terracotta, un lugar discreto en apariencia, pero que sorprende al cruzar su pequeña puerta y descubrir un universo que respira artesanía por los cuatro costados, algo que se echa en falta en muchos de los lugares del momento.

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