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¿Qué bodega ha situado al vino de Toro en el top del lujo internacional y ahora cumple 25?
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¿Qué bodega ha situado al vino de Toro en el top del lujo internacional y ahora cumple 25?

En España hay 70 denominaciones de origen y más de 4.000 bodegas. Pocos son los vinos llamados a alcanzar la auténtica excelencia y menos aún los que llegan al gran circuito del lujo internacional, como nuestros protagonistas

Foto: Días de cosecha y futuro en Bodega Numanthia, Toro, Zamora. (Cortesía)
Días de cosecha y futuro en Bodega Numanthia, Toro, Zamora. (Cortesía)

En España hay más de quinientas variedades de uva —doscientas de las cuales no tienen todavía ni nombre—, setenta denominaciones de origen y por encima de cuatro mil bodegas. Dentro de este ingente universo vitivinícola hay de todo: grandes y pequeños proyectos, marcas más o menos conocidas, productos de mayor o menor calidad…, pero muy pocos vinos que alcancen la auténtica excelencia y, de entre estos últimos, menos aún que consigan hacerse un hueco en el limitadísimo y ansiado mundo del gran lujo hedonista internacional.

placeholder Viñedos de Bodega Numanthia. (Cortesía)
Viñedos de Bodega Numanthia. (Cortesía)

Antes de hablar de Bodega Numanthia, de su aniversario, de su alcance internacional y de sus vinos más emblemáticos, hay que hacerlo de la Denominación de Origen Toro, en la que está enclavada, y que, además, es la más pequeña de España. Una zona vitivinícola que se extiende a ambos márgenes del Duero, al sureste de Zamora y al suroeste de Valladolid. Una región productora de vinos desde hace más de dos mil años, que gozó de merecida fama en la Edad Media y que fue el único vino que llevó Colón en su primer viaje a América, ergo estamos ante el primer vino que se bebió en América. Su relevancia en la época de la conquista fue tal que, por ejemplo, hizo que se bautizara a la carabela La Pinta con el nombre de una de las más tradicionales medidas de vino utilizadas en Toro.

placeholder La uva llega a bodega y es sometida a un doble control, el de la mesa de selección manual y el de la seleccionadora óptica que detecta las uvas verdes, las pasas, las que no tienen una forma o tamaño adecuado. (Cortesía)
La uva llega a bodega y es sometida a un doble control, el de la mesa de selección manual y el de la seleccionadora óptica que detecta las uvas verdes, las pasas, las que no tienen una forma o tamaño adecuado. (Cortesía)

En el siglo XIX, los vinos de Toro fueron prácticamente los únicos de Europa —junto con los de algunas islas— que resistieron la terrible plaga de la filoxera; ello gracias a la combinación de varios y decisivos factores: un clima extremo, una gran distancia entre vides y un suelo muy arenoso que dificultó el avance del temible insecto (Viteus vitifoliae) impidiéndole avanzar de una planta a otra a través de los túneles que practica bajo tierra. De esta forma, la uva autóctona del territorio, conocida como tinta de Toro —variante de la tempranillo—, se conservó intacta. Así, las vides de esta zona mantuvieron toda su pureza y carácter genuino al no necesitar ser injertadas con plantas de origen americano. Son las conocidas como viñas de pie franco, viñas viejas, prefiloxéricas, hasta con doscientos años de antigüedad.

Bodega Numanthia —nombre que trata de equiparar la enorme resistencia de los viñedos de la zona a la heroica resistencia numantina— es seguramente la bodega que, a lo largo de sus ya 25 años de vida, más ha contribuido a situar la D.O. de Toro entre las mejores regiones vitivinícolas del mundo.

placeholder Tradición y tecnología. (Cortesía)
Tradición y tecnología. (Cortesía)

Considerados durante mucho tiempo como unos vinos de alta graduación, de paladar recio y potente, la denominación comenzó a atraer el interés y el reconocimiento de los grandes expertos internacionales. Entre finales del pasado siglo y principios de este, grandes grupos bodegueros y prestigiosos enólogos —Vega Sicilia, Lurton, Eguren, Telmo Rodríguez, etcétera— pusieron sus ojos en Toro y comenzaron a elaborar vinos que, manteniendo el carácter y personalidad de la D.O., resultaban mucho más refinados y elegantes.

En 2000 había en la zona únicamente cooperativa y seis bodegas —fundamentalmente familiares—. Hoy existen por encima de sesenta bodegas, siendo probablemente Numanthia la primera y, como hemos dicho antes, la que más ha contribuido al reconocimiento internacional del que hoy gozan estos vinos. Reconocimiento que comenzó a consolidarse con los 100 puntos que Robert M. Parker —el crítico de vinos más influyente del mundo— concedió al vino de Numanthia en 2004.

placeholder La uva tinta de Toro es una variante de la tempranillo. (Cortesía)
La uva tinta de Toro es una variante de la tempranillo. (Cortesía)

¿Por qué Numanthia es especial?

Quizá la clave esté en “la exigente filosofía de trabajo y en la estricta y singular cultura vitivinícola que implica una estrecha relación con la tierra y el agricultor, un profundo respeto por el entorno y la tradición, y una obsesiva búsqueda de la excelencia”, apunta Martín Derrier, director comercial de la bodega. Hay un principio elemental, siempre en boca de Lucas Löwi, director de la bodega: “Sin buena uva no se puede hacer buen vino”.

La buena uva en Numanthia se consigue, primero, gracias a que en la región el índice de pluviosidad es muy bajo, lo que asegura plantas sanas al estar más a salvo de hongos y enfermedades. Los suelos secos, por otra parte, resultan un factor decisivo a la hora de aumentar la resiliencia de las vides y favorecer una mayor calidad de las uvas, al obligar a las cepas a ahondar más sus raíces en busca del agua. El hecho de que las cerca de doscientas pequeñas parcelas de las que dispone la bodega estén repartidas por toda la D.O., se trabajen individual y artesanalmente, y se cultiven totalmente en ecológico y orgánico, consigue que la calidad de la uva sea todavía mejor y tenga mayores propiedades organolépticas.

placeholder Lucas Löwi, director de Bodega Numanthia. (Cortesía)
Lucas Löwi, director de Bodega Numanthia. (Cortesía)

Otro aspecto que influye decisivamente en la gran calidad de la uva es la rigurosa selección y cuidado al que se somete el fruto, tanto en la viña como a su llegada a la bodega. A lo largo del año, en el mismo terreno se realizan tres o cuatro clareos o eliminaciones de racimos y uvas; luego, las diferentes parcelas —que están a distinta altitud y en distintos tipos de suelo y microclimas— se vendimian en el momento preciso para que la uva de cada viñedo se recoja en el instante óptimo. Después, ya en la bodega, las uvas se someterán a un doble control, el de la mesa de selección manual y el de la seleccionadora óptica que detecta las uvas verdes, las pasas, las que no tienen una forma o tamaño adecuado.

placeholder Últimos días de cosecha. (Cortesía)
Últimos días de cosecha. (Cortesía)

Al final, en palabras de Jesús Jiménez, director técnico de la bodega, esta selección tan exhaustiva produce uno de los rendimientos más extremadamente bajos del mundo del vino; con una merma de casi el veinte por ciento de las uvas. “Para conseguir unos vinos potentes, complejos y elegantes, además de una estricta selección de la uva, hay que vendimiar antes para rebajar el grado alcohólico y, además, evitar maceraciones excesivas del hollejo con el mosto —prácticamente infusionar— para moderar taninos, equilibrar aromas y suavizar sabores”, puntualiza Jiménez.

En Numanthia, el proceso de vinificación se lleva a cabo realizando cuarenta o cuarenta y cinco fermentaciones distintas, agrupando por similitudes las uvas procedentes de las ciento cincuenta o doscientas parcelas cosechadas; para, por último, hacer las mezclas oportunas de cara a obtener finalmente lotes de vinos parecidos.

placeholder Jesús Jiménez, director técnico de Bodega Numanthia. (Cortesía)
Jesús Jiménez, director técnico de Bodega Numanthia. (Cortesía)

En Bodega Numanthia se producen tres vinos: Termes, Numanthia y Termanthia. Termes es el más joven, fresco y vivaz. Numanthia es el referente de la bodega, blend obtenido a partir de la escogida mezcla de uvas provenientes de cien parcelas o terroirs. Termanthia, por su parte, es el vino icónico, un coupage elaborado a partir de los mejores vinos obtenidos de las treinta parcelas más excepcionales de la bodega. Termanthia es un vino de haute couture, y nunca mejor dicho si estamos hablando del grupo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH) —el mayor conglomerado de marcas de lujo del mundo—, que adquirió la bodega en 2008.

placeholder Termanthia 2016 —recién presentado— es un vino elegante, equilibrado, con un perfil fresco, largo y fino; buena acidez y mucha complejidad. Esta añada 2016 se consolida como una de las joyas del vino español. (Cortesía)
Termanthia 2016 —recién presentado— es un vino elegante, equilibrado, con un perfil fresco, largo y fino; buena acidez y mucha complejidad. Esta añada 2016 se consolida como una de las joyas del vino español. (Cortesía)

Y es precisamente en este entorno en el que se enmarca, por ejemplo, el reciente acuerdo firmado por Numanthia con Loewe, y que ha dado como primer resultado la realización de una barrica customizada por la célebre marca española, conteniendo el importante pedido de Termanthia que realizó a la bodega un cliente chino.

placeholder La verdad estará en este vino. (Cortesía)
La verdad estará en este vino. (Cortesía)

Avanzando en el mundo de la exclusividad y la excelencia, lo último que ha hecho la Bodega Numanthia —coincidiendo con su 25 aniversario— ha sido “crear algo disruptivo y excepcional —en palabras de Löwi—. Un vino atemporal, Thermanthia Ipse, que representa lo mejor de la región como nunca antes se había hecho”. Este nuevo vino en cuestión es un blend especial elaborado a partir de pequeñas porciones de tres grandes añadas de Termanthia, dejándolo evolucionar después en damajuanas, grandes recipientes de vidrio.

Esta singular joya enológica —de la que solo existen 300 botellas—, que ya ha recibido la máxima puntuación posible por parte de más de un gurú del vino, probablemente no saldrá al mercado, se venderá en grandes subastas internacionales o ventas privadas; por imagen estará también en algún establecimiento o escaparate de superlujo y, seguramente, solo se podrá probar, por copas, en hoteles o restaurantes seleccionados.

placeholder Visita a la bodega y visita a Toro, el mejor plan para un día redondo. (Cortesía)
Visita a la bodega y visita a Toro, el mejor plan para un día redondo. (Cortesía)

Numanthia vende las dos terceras partes de su producción en el mercado exterior y, haciendo honor al grupo LVMH, ya ocupa un punto destacado en el universo de los productos de excepcional calidad, así como en el pequeño y deseado mundo de la exclusividad. Si te animas a conocer esta bodega no te arrepentirás. No dejes de visitar Toro y, si puedes, come en La Esquina de Colas. Te auguramos un gran día.

En España hay más de quinientas variedades de uva —doscientas de las cuales no tienen todavía ni nombre—, setenta denominaciones de origen y por encima de cuatro mil bodegas. Dentro de este ingente universo vitivinícola hay de todo: grandes y pequeños proyectos, marcas más o menos conocidas, productos de mayor o menor calidad…, pero muy pocos vinos que alcancen la auténtica excelencia y, de entre estos últimos, menos aún que consigan hacerse un hueco en el limitadísimo y ansiado mundo del gran lujo hedonista internacional.

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