Yon González: “He aprendido a disfrutar de la vida y a aprovechar el tiempo al máximo”
Cenamos con el actor donostiarra de mirada (y voz) profunda. Anécdotas insospechadas, una velada disfrutona y exclusiva, y de postre el cóctel vital perfecto de Yon: la calma y la adrenalina como ingredientes esenciales
Cuando acudimos al lugar de nuestra cita, la cena Brugal Dinner and Cocktails Show, que ha pasado ya por otras ciudades españolas y pone el broche de oro en Madrid, Yon González (Vergara, Guipúzcoa, 1986) nos recibe con una sonrisa de bienvenida y un cóctel muy cool que ambos aportamos a la entrevista. Que nadie se preocupe, que de momento solo nos acompaña como atrezzo (luego ya, si eso…). Yon González tiene una voz profunda, suave y pausada. Nuestra conversación es cálida y amable, con esa mirada que tantas veces ha traspasado la pantalla clavada en cada una de nuestras preguntas.
El escenario sobre el que Yon es anfitrión esta vez está coprotagonizado por el ron prémium Brugal 1888, que ha preparado un menú temático maridado con los cócteles que inspiran las anécdotas de Yon. Desde cinco días en una cabaña de madera por culpa de un temporal de nieve, hasta aquella vez en la que se perdió en los laberínticos cañaverales de azúcar en República Dominicana.
Aunque nos habla de prudencia (acaba de ser padre de una niña), de la tranquilidad que necesita para ser feliz y de que todo esté bajo control, lo cierto es que a Yon González le brota la adrenalina por los poros. Su aparente sosiego esconde un confesable afán de aventura y el gusto por la velocidad, hasta el punto de que al día siguiente parte rumbo a Marruecos. Allí le espera un rally de una semana a bordo de un vehículo que él mismo ha tuneado (y homologado) para la ocasión. Hoy, estamos cenando con el actor donostiarra (nació en Bergara hace 38 años), del que vamos descubriendo algunos matices de su misteriosa personalidad.
¿Vocación, casualidad o necesidad? ¿Por qué eres actor?
Fue bastante casualidad, pero también me ha gustado siempre esto de la interpretación. Me ha hecho muy feliz y me sigue haciendo feliz.
Antes de que nos pille en un renuncio la IA o el ChatGPTPT… ¿Alguna referencia a la que hayas 'copiado y pegado' más que a otra?
¡Hay tanta gente a la que admiro en mi profesión! Me fascina Jack Nicholson (una lástima su Alzheimer, porque ha sido un actor brutal). También han sido referencia para mí Anthony Hopkins o Christian Bale. Si hablamos de talento en España, tengo que mencionar a Juan Diego, al que siempre recordaré como un pedazo de actor. No me puedo olvidar de Amparo Baró, con quien tuve la suerte de trabajar en 'El internado'. Y Concha Velasco, absolutamente maravillosa.
Acabas de recibir el Premio a Mejor Actor Dramático en el Festival de Almería por la serie 'Beguinas', de manos de tu hermano Aitor Luna. ¿Eres de los que se ha currado llegar hasta aquí, con sangre sudor y lágrimas, o has tenido suerte?
Me lo he currado mucho, pero también he tenido suerte, he sabido aprovechar las oportunidades que me ha dado la vida, o eso creo. Cuando ha sido necesario he estado al mil por cien. Tienes que tener suerte, por supuesto, pero luego hay tantos factores que influyen en que despegues…
Para vivir y ser razonablemente feliz necesitas…
Con estar tranquilo me basta, creo que es lo más importante. Tener el corazón tranquilo y al mismo tiempo intentar vivir aventuras, cuantas más mejor.
Esa vez en la que dijiste 'quién me manda a mí meterme en esto…'
Cuando empecé lo pensaba mucho, hasta que encajé el sistema, la estructura y la técnica. Sí, confieso que lo pasé bastante mal porque gestionarlo todo no me resultaba fácil. Ahora sé disfrutar de la vida, aprovecho el tiempo al máximo, he aprendido que forma parte de un proceso.
You are 'good in…'. Mójate y dinos eso en lo que eres realmente bueno. Otorguemos a nuestra vanidad el lugar que merece.
Soy milimétrico, muy técnico en mi trabajo con la cámara. Los actores buceamos en el mundo emocional, pero no podemos olvidar que trabajamos para un aparato que es una cámara. Y eso es complicado, tiene un desarrollo y una profundidad que trabajar. Fuera de mi trabajo me gusta la cocina, y la mecánica me apasiona. También practicar kitesurf y parapente.
No puedes soportar, es superior a tus fuerzas…
Comer la piel de la manzana. Cualquier piel de una fruta. Se me eriza el cuerpo entero. Es algo que no he superado, me da un repelús tremendo.
¿Eres de los que alimentan las listas de espera de los terapeutas y psicólogos, o tú te lo guisas y tú te lo comes?
Yo me lo guiso y yo me lo como, absolutamente.
Te equivocaste, hasta el fondo, cuando…
¡Tantas veces! Pero bueno, al final siempre sales adelante si te enfocas en cumplir los objetivos. Quizá me equivoqué cuando me lie a construir mi casa (con ayuda, obviamente). He aprendido un montón de mis errores, porque ha supuesto un gran sacrificio de casi siete años de trabajo. El tiempo pasa volando y hay que saber en qué invertirlo, porque algunas cosas se nos van de las manos.
Un recuerdo que aún te pone la piel de gallina cuando hablas de él.
Cuando vi la película 'La gran belleza', que es absolutamente maravillosa.
Sorrentino…
Sorrentino es un grande. A ver si algún día hay suerte y…
¿Qué le está pasando al mundo? ¿Y a tu profesión?
Al mundo… ¡Yo qué sé!, quien lo sepa que me lo diga. Por lo que respecta a mi trabajo, estoy feliz porque he rodado la segunda temporada de la serie 'Memento Mori' (Prime Video), un thriller policiaco. A partir de ese rodaje me están saliendo cositas. Y espero que salgan más proyectos, a ver si sale algo verdaderamente interesante, para poder desquitarme y demostrar.
¿Está yendo tu carrera por donde tú quieres que vaya, o vas improvisando?
Hombre, yo qué sé. ¿Podría ir mucho mejor? Sí. ¿Podría ir mucho peor? También. Siempre me repito que no hay que quejarse e intentar disfrutar de las cosas que tienes, para que sigan llegando otras. Por suerte cada año he hecho una serie protagonista.
Ilusión, pasión, curiosidad, generosidad… ¿Cualquier parecido con tu realidad, es pura coincidencia o son tu biblia?
Depende del momento, hay un poco de todo eso en mi vida. Tengo gente maravillosa que me rodea, y con la que compartir eso que mencionas. Por ejemplo, tengo ilusión porque mañana me voy a hacer un rally a Marruecos.
Jamás te atreverías a…
A muchas cosas ahora mismo.
¿Eres miedoso?
Soy prudente, más bien, dentro de que me gustan mis aventuras y mis locuras. Lo tengo todo bastante medido, aunque luego la vida te puede cambiar esas medidas.
Esa anécdota que aún no ha salido en TikTok, pero que has vivido con amigos.
Hay una especialmente emocionante, que me pasó cuando conocí al que ahora es mi gran amigo, Rubén. Estábamos en un curso de kitesurf en Tarifa, y salimos de aventura al mar. El caso es que a mí se me pinchó la vela, que salió disparada, y a 8 kilómetros de la orilla, en pleno Estrecho y con unas corrientes terribles, me quedé sin material, náufrago total. Apareció Rubén y se tiró al agua sin pensarlo. Yo le veía dar vueltas, pero no sabía por qué. ¿Rubén, qué haces? Y me dijo “¿Que qué hago? ¡Espantar a los tiburones!”. Me quedé de piedra. Tardamos una hora en llegar a tierra firme. Para no gastar energía intentaba ocuparme y no preocuparme. Cuando llegamos a la orilla… no puedo describir lo que sentí. Nunca se me olvidará.
¿Quién es tu mejor amigo en la profesión?
Borja Luna de 'Las chicas del cable'… Pero en general mis amigos están fuera. Últimamente, me acompaña a todos los eventos Rubén, que es con quien me voy de rally.
Hablando de la amistad que celebra ron Brugal 1888, ¿tú eres buen amigo?
Sí.
¿En qué te basas para afirmarlo?
Tengo pruebas. Intento ser compañero, y ser fiel. Compartir pasiones es clave para encajar con un buen amigo. Con los amigos se ríe, y también se llora.
Hablando de llorar, ¿has sufrido alguna decepción importante?
Sí, las he tenido, ¡y muy gordas!
¿Qué pasaría si no tuvieras amigos?
Que la vida sería una putada. Los amigos, la familia, mis padres que ojalá vivan mucho tiempo… son los pilares.
Lo más complicado de tu profesión es…
No conseguir tu objetivo. Cada personaje es un folio en blanco. Todos los días tienes que estar ahí y dar en la diana, y no te puedes dormir en los laureles. Cuando veo el camino que deben llevar mis personajes, que suelo verlo, lo recorro en la soledad de mi casa. Eso me ha pasado con Memento Mori, que me he tirado tres meses y medio encerrado. Ese proceso es intenso, el más importante, y da vértigo. Te pones límites, a los que a veces llegas y otras no. El personaje te va guiando.
Ahora tienes los cinco sentidos trabajando en…
Sobre la mesa tengo una posible serie para 2025, aunque aún no está cerrado. En cine hay una película en el horizonte. Esta profesión es así, caprichosa, una carrera de fondo. Paso a paso y poco a poco, pero intentando disfrutar cuando me pongo a 20 centímetros de la cámara, mirándola muy de cerca, con la que mantengo el tira y afloja de mi verdad.
Cuando acudimos al lugar de nuestra cita, la cena Brugal Dinner and Cocktails Show, que ha pasado ya por otras ciudades españolas y pone el broche de oro en Madrid, Yon González (Vergara, Guipúzcoa, 1986) nos recibe con una sonrisa de bienvenida y un cóctel muy cool que ambos aportamos a la entrevista. Que nadie se preocupe, que de momento solo nos acompaña como atrezzo (luego ya, si eso…). Yon González tiene una voz profunda, suave y pausada. Nuestra conversación es cálida y amable, con esa mirada que tantas veces ha traspasado la pantalla clavada en cada una de nuestras preguntas.