Un biógrafo enfadado y otras polémicas de 'Ed Gein': ¿sigue siendo 'Dahmer' el mejor 'Monstruo' de Netflix?
El asesino en serie se ha convertido en un catalizador de polémicas en una producción que, pese a su popularidad, no ha gozado del mismo respeto por parte de la crítica
Ya han pasado doce días desde que 'Monstruo: la vida de Ed Gein' llegó a Netflix. Y, pese al tiempo transcurrido, sigue suscitando tanta polémica como el propio asesino y sus horripilantes crímenes en el Estados Unidos de los (supuestamente idílicos) años 50.
El biógrafo de Gein, Harold Schechter, ha mostrado su enfado público nada más ver la miniserie, afirmando que tiene poco que ver con la realidad.
A Ryan Murphy vuelven a crecerle los enanos. Porque no es la primera vez que le ocurre, dado lo proclive que es el productor a las ficciones que retratan diversos aspectos de la historia pop de Estados Unidos.
Charlie Hunnam, en 'Monstruo: La historia de Ed Gein'. (Netflix)
Recordemos cuando fantaseó sobre unas presuntas declaraciones de Olivia de Havilland sobre su hermana y eterna enemiga, Joan Fontaine, en 'Feud: Bette y Joan'. La actriz, con 101 años cumplidos, demandó al productor por falsear parte de su vida aun siendo un personaje secundario en la miniserie, centrada en la pelea de gatas de Bette Davis y Joan Crawford durante el rodaje de '¿Qué fue de Baby Jane?'.
Sarandon y Lange, encarnando a Bette Davis y a Joan Crawford en 'Feud'. (Disney )
Con respecto a 'Ed Gein', Schechter ha dicho que, además de utilizar ideas de su libro sin ningún tipo de permiso, la serie "se aleja muchísimo de la realidad del caso” y que "gran parte es pura invención”.
"Me molesta sobre todo que todos los que la vean crean que están viendo la verdadera historia de Ed Gein”, ha dicho, resaltando que secuencias como la de la asfixia autoerótica no tienen ningún tipo de consistencia histórica.
El Ed Gein de Netflix genera empatía. (Netflix)
Otra de las polémicas que han rodeado a la serie, tan barroca como cualquier otra producción de Murphy, razonablemente entretenida y, a ratos, más alargada de la cuenta, es la búsqueda de empatía con el asesino.
En el último capítulo (alerta SPOILER) un Ed Gein a punto de irse al otro barrio es recibido como un héroe, en una sala que emula la eternidad, por todos los criminales que siguieron su estela de alguna forma. Y también por esa madre hitchcockiana con la que estaba completamente obsesionado. El resultado: un momento conmovedor pese a los horrores narrados previamente.
Laurie Metcalf y Charlie Hunnam, en la nueva miniserie de Ryan Murphy e Ian Brennan. (Netflix)
Aunque la ironía prevalece en toda la secuencia, hay quien ha querido ver una especie de glorificación en la forma en la que el director del capítulo, Max Winkler, utiliza la música sentimental o trata de que empaticemos con él.
No tan monstruo y con muchos problemas mentales, parecen decirnos, los dos últimos capítulos de la serie.
Un repaso al porcentaje de críticas positivas y negativas en Rotten Tomatoes, la web de referencia (junto a Metacritic) para saber lo bueno y lo malo de cualquier producción audiovisual, muestra un número mayoritario de reseñas negativas.
Una de las razones, el morbo y la exhibición deliberada de lo desagradable. Algo que ya estaba presente en 'Dahmer', la primera entrega de esta nueva antología auspiciada por Murphy.
Al igual que 'American Horror Story' o 'American Crime Story', 'Monstruo' ha tratado de explorar ese tipo de asesinos que han traspasado los relatos policiales y han pasado a formar parte de la historiografía pop del siglo XX.
Perkins y Hitchcock, recreados en 'Monstruo: la historia de Ed Gein'. (Netflix)
De hecho, uno de los fallos señalados en la tercera entrega de 'Monstruo' es el paralelismo entre Gein y el Anthony Perkins que encarnó al legendario Norman Bates tras la ducha en la que moría Janet Leigh.
Que la homosexualidad del actor le hiciera sentirse tan mal como las víctimas al asesino de Wisconsin parece algo traído por los pelos.
Uno de los planos más siniestros de 'Dahmer', la serie de Netflix
En el caso de 'Dahmer' hay que tener en cuenta que su legado criminal, mayor que el de Gein, sí daba para varios capítulos.
La del tercer 'Monstruo' estaría algo estirada y los creadores se habrían visto forzados a incluir esa serie de guiños cinéfilos de manera poco orgánica, ya que dichas películas estaban ligeramente inspiradas en Ed Gein pero eran retratos apócrifos que poco o nada tienen que ver con lo que hizo el personaje real.
Con respecto a la segunda entrega protagonizada por el caso de los hermanos Menéndez, 'Dahmer' también contaba con el viento a favor, ya que el historial de los chicos que asesinaron a sus padres no daba para tantos capítulos o caía en la autocomplacencia incluso con secuencias como aquella en la que uno de los dos confiesa los abusos que sufrió en un largo plano secuencia.
Ed Gein, un asesino sanguinario. (Netflix)
Eso sí, 'Monstruo: la historia de Ed Gein' ha sido todo un éxito en Netflix. Después de dos semanas, sigue en el segundo puesto entre lo más visto y la cantidad de artículos que ha generado la ficción (haríamos bien en resaltar esa palabra) se cuenta por cientos.
Una prueba de que el 'true crime' sigue triunfando en todas sus vertientes y de que la América profunda y sus personajes más oscuros son todo un fetiche para muchos espectadores.
Ya han pasado doce días desde que 'Monstruo: la vida de Ed Gein' llegó a Netflix. Y, pese al tiempo transcurrido, sigue suscitando tanta polémica como el propio asesino y sus horripilantes crímenes en el Estados Unidos de los (supuestamente idílicos) años 50.