Los Benjumea y otras grandes fortunas andaluzas venidas a menos
Año 2014. Los Benjumea y su empresa, Abengoa, aparecen en el puesto número 24 de los más ricos de España. Nada puede evitar que también sean la segunda familia más rica de Andalucía
Año 2014. Los Benjumea y su empresa, Abengoa, aparecen en el puesto número 24 de los más ricos de España. Nada puede evitar que también sean la segunda familia más rica de Andalucía, por detrás de los Alba. Años después, eso ha cambiado. Su patrimonio ya no ronda, como antaño, los 1.500 millones de euros.
Cuatro años después, la caída en desgracia de Abengoa ha hecho que hayan desaparecido de ese tipo de listas de ricos y poderosos. Este mismo mes de febrero, sin ir más lejos, la policía registró la sede de la empresa familiar y se llevó 130 gigas de emails de exdirectivos de la empresa desde 2007. Así de mal se han puesto las cosas para ellos.
La policía investiga un supuesto pago de comisiones en torno al proyecto de esa central. Por si fuera poco, Abengoa entró en preconcurso de acreedores en noviembre de 2015 por retrasos y fallos en la ejecución de múltiples proyectos en todo el mundo. Siendo ya expresidente de la empresa, Felipe Benjumea apareció en la prensa social por motivos bien distintos: su hija Alejandra se casaba en Sevilla con Fernando Domecq Núñez en la primavera de 2015. Aquel oropel era como una reliquia. Pese a la expectación y a los fastos de la boda, poco quedaba del esplendor que había vivido la familia años atrás.
Otra rama de la familia, también arraigada en Andalucía, se vio envuelta en un culebrón nobiliario en los últimos años. Uno de sus miembros, Isabel Benjumea, logró que el Tribunal Supremo y el Constitucional le diesen la razón en la disputa que mantenía con su hermano Rafael por el título de condesa de Guadalhorce y marquesa de Valdecañas. En abril de 2016, ya consiguió ostentar ambos títulos, que hicieron que la familia apareciese en los medios por razones ajenas a su descalabro económico.
Tal es la chanza en torno a ellos en Andalucía que en la comedia televisiva 'Allí abajo', que muestra la idiosincrasia sevillana en modo paródico, la familia del señorito andaluz se llama, precisamente, Benjumea. Así es como una familia de la hidalguía se ha acabado convirtiendo en unos 'has been' a la andaluza.
Sandokán y otros
Los Benjumea no son los únicos que se han caído de los listados. En este tipo de listas de ricos y poderosos tampoco figuran ya otros clásicos de las mismas. A saber, los Aya Abaurre, otro clan de apellido compuesto con una fortuna que también se labró en Abengoa y que hoy por hoy también arrastra numerosas pérdidas. Los Solís o los Guardiola, socios de la misma empresa, también han quedado fuera.
El caso de Nicolás Osuna también es especialmente llamativo. Si quieren escribir relatos de gloria y fortuna, aquí tienen su gran historia: el hijo de un carpintero granadino que, con esfuerzo y a partir de un simple almacén de madera en Albolote, acabó siendo una de las fortunas más grandes de España según la revista Forbes. En la lista de 2015 la suya estaba considerada la séptima fortuna de la comunidad con 350 millones de euros.
Actualmente, las cosas son bien distintas, ya que acumula unas deudas de unos 400 millones. Otro que ha salido de las listas es Luis Portillo, sevillano que ha liquidado sus sociedades en España o el cordobés Rafael Gómez, alias Sandokán, implicado en el caso Malaya. En este caso fue la corrupción la que le hizo caerse de las listas de los andaluces más afortunados y poderosos. En este caso, cualquier tiempo pasado fue mejor.
Año 2014. Los Benjumea y su empresa, Abengoa, aparecen en el puesto número 24 de los más ricos de España. Nada puede evitar que también sean la segunda familia más rica de Andalucía, por detrás de los Alba. Años después, eso ha cambiado. Su patrimonio ya no ronda, como antaño, los 1.500 millones de euros.