María Jiménez, un año después: recuperada, sus planes futuros y la labor de su hijo

Cuando en mayo del año pasado el periodista Kike Calleja dio la noticia en 'Sálvame' de que María Jiménez había sido intervenida de urgencia por un problema digestivo, nadie podía imaginarse entonces que la situación podía complicarse tanto. Hasta el punto de que se temió por su vida. Unas circunstancias muy duras para la irrepetible intérprete de 'Se acabó' y para su hijo Alejandro, fruto de su matrimonio con el recordado actor Pepe Sancho. Las circunstancias eran muy adversas, pero él siempre tuvo confianza en que su madre remontaría. "La rubia", como se refirió a ella en algunas intervenciones televisivas, iba a salir adelante y así fue.

El 15 de julio del año pasado, en Vanitatis dábamos la primicia de que el 'milagro' se había producido y que María era trasladada desde el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde había permanecido tres meses ingresada en la UCI, a su casa de Chiclana, donde la esperaban Alejandro y sus dos nietos y donde iba a comenzar la rehabilitación para volver a recuperar la forma física. “Mi madre tiene una fortaleza asombrosa y esto es un proceso lento, a medio plazo, tenemos que tener paciencia y esperar y confiar en sus ganas de vivir”, manifestaba entonces.

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María, una mujer a la que la vida le ha golpeado duro, sobre todo por la muerte de su hija Rocío en un accidente de tráfico en enero de 1985, a los 17 años, un golpe del que nunca se ha repuesto del todo, sacó sus plumas de pavo real, que tan emblemáticas son desde 2002 cuando lanzó su disco 'Donde más duele', con canciones de Joaquín Sabina, y resurgió como ave fénix. El pasado mes de febrero, Bertín Osborne se desplazaba a Chiclana para grabar un emotivo programa de 'Mi casa es la tuya' y la cantante, muy en su línea, con un sentido del humor desprejuiciado y directo, le reprochó la emisión de su encuentro anterior, que había tenido lugar después de este percance de salud: “En todas las televisiones anunciaban que me quedaban los últimos minutos de mi vida, y aprovechasteis y pusisteis el programa, mamones”.

Sin embargo, quizás su momento crucial a nivel mediático en todos estos meses fue la fiesta de su 70 cumpleaños que se celebró en el Salón Internacional de la Moda Flamenca de Sevilla, donde asistió al desfile de Aurora Gaviño, que diseñó un vestido inspirado en ella. “Los años no pesan, lo que pesa es no tener ganas de vivir y yo tengo ganas de vivir siempre. Voy a aguantar hasta donde pueda. Quiero cumplir 70 más. Es el deseo que acabo de pedir. Voy a dar por culo hasta el final", decía la artista, divertida y desafiando a las supersticiones, porque la fecha de su cumpleaños era el 3 de febrero, tres días después.

Una vez recibió el alta, María Jiménez no perdió el tiempo y lanzaba un dúo con Miguel Poveda, 'Qué felicidad la mía', cuyo videoclip se estrenaba en diciembre del año pasado y ya ha alcanzado casi cinco millones y medio de reproducciones en YouTube, una cantidad más que notable. Y ahora está inmersa en la preparación de su nuevo disco, que lanzará con Universal Music, sello discográfico del que es presidente Narcís Rebollo, marido de Eugenia Martínez de Irujo, gran amiga suya, aunque ella asegura que su fichaje no ha tenido nada que ver con su relación personal. Las expectativas son muy altas, pero la pandemia del coronavirus está ralentizando los planes de grabación y, por supuesto, el lanzamiento.

María Jiménez abordaba esta cuestión en plena promoción del sexto Universal Music Festival, que como cada año se celebra en el Teatro Real de Madrid y en el que ella iba a ser uno de los platos fuertes. Precisamente por la pandemia el concierto fue cancelado el sábado 23 de mayo. La fecha prevista era el 15 de julio y a la cantante le hacía particular ilusión no solo por su reaparición a lo grande, sino porque nunca había cantado en el templo de la lírica madrileño. Además, tenía previsto que interviniesen grandes amigos suyos como Remedios Amaya, Pitingo o Antonio Moya, e invitó a Joaquín Sabina, todavía convaleciente de su reciente susto de salud.

La intérprete de 'La lista de la compra', otro de sus grandes hitos de los últimos años, hablaba con el diario 'ABC' apenas una semana antes de que comenzara el confinamiento y desvelaba cuáles eran sus planes inmediatos: "La semana que viene me meto en el estudio a grabarlo -su nuevo disco-. Ya tengo todas las composiciones elegidas, llevo dos años estudiándomelas. Van a ser canciones sudamericanas, la mayoría de Vicente Fernández, que serán las que cante en el Teatro Real".

María anunciaba ella misma desde su perfil de Instagram que estaba en el estudio de grabación junto a Diego Magallanes, uno de los productores más respetados en el mundo del flamenco, y ahora tras el parón de algunas semanas ha retomado el disco, como desvelaba hace seis días: "Buenas noches, señoras y señores, muy cansada después de un duro día de grabación. ¡Estamos de vuelta! ¡Os quiero!".

La artista, además de mostrarnos sus habilidades con la repostería, no se ha olvidado de la gran crisis que está viviendo nuestro país y ha aprovechado para agradecer a los sanitarios la excelente labor que están haciendo, ha dado palabras de aliento a los que están atravesando grandes dificultades económicas, y ha contado chistes para levantar el ánimo de la gente.

María, que en estos meses ha dado titulares tan contundentes como 'Este país se ha vuelto católico de tanto rezar por mí' o 'Subirme a cantar a un escenario es un orgasmo', también está promocionando en sus redes su página web, en la que está recuperando fotografías y documentos cargados de un enorme valor artístico y sentimental. Una labor de la que se está ocupando su hijo Alejandro, quien selecciona cuidadosamente las imágenes de su madre, que están haciendo las delicias de sus admiradores, pertenecientes a diversas generaciones.

En su página encontramos también una tienda online, La Trapería de María Jiménez, en la que se pueden encontrar desde la denominada 'chaqueta de resurrección', una cazadora vaquera con una imagen muy pop de la propia cantante en la parte trasera y una pluma de pavo real en la delantera, hasta diversos pendientes de su colección flamenca o su libro de memorias 'Calla, canalla', que tantas ampollas desató en el momento de su publicación en 2002 y que revisitar ahora, con todo lo que ha sucedido en estos dieciocho años, tiene un valor añadido.