María José Cantudo cumple 63: crees que lo sabes todo sobre ella, pero no es verdad

Mucho se ha escrito sobre María José Cantudo desde los años 70, cuando era una anónima joven de Andújar que llegaba a Madrid a estudiar decoración e idiomas. Tenía quince años y procedía de una familia humilde de cinco hermanos, pero su más que ponderada belleza y su fotogenia le abrieron un hueco en las fotonovelas, por lo que su deseo de sacarse la licenciatura de Derecho, carrera en la que llegó a matricularse, se hizo incompatible y tuvo que dejarla.

En realidad, María José debería haber estudiado Bellas Artes, pues esa ha sido su gran pasión desde que era muy jovencita y, como ella misma ha narrado en algunas ocasiones, en cuanto tenía oportunidad se metía a ver una exposición en el Museo del Prado, donde, por cierto, ha asistido a distintos cursos como 'La pintura en el Museo del Prado: de la Edad Media al siglo XVII', que tuvo lugar del 5 de noviembre de 2003 al 19 de mayo de 2004, o 'Decoración y mobiliarios europeos durante el siglo XVIII', según desvelaba en un reportaje la periodista María Eugenia Yagüe.

María José es una apasionada del arte y una gran coleccionista. No en vano tanto su casa del centro histórico de Madrid como la que tiene en Navacerrada, con un espectacular mirador sobre la sierra, albergan muchas de sus adquisiciones realizadas a lo largo de los años. En algunos casos, compradas con mucho esfuerzo y pagadas a plazos, como ella misma ha reconocido.

Nos cuentan personas de su entorno que es una excelente anfitriona, que le gusta agasajar a sus invitados en su piso madrileño, y subrayan que es muy generosa. También nos detallan lo implicada que estuvo en su rehabilitación, que no solo supervisaba las obras, sino que se implicaba físicamente en labores de restauración, desde el suelo hasta las molduras del techo, porque al ser una vivienda antigua se encontraban auténticas joyas detrás de los azulejos o al hacer alguna intervención en los muros, que después había que recuperar. Son labores que le encanta realizar, como la decoración, lo que convierte su casa en un lugar vivo y en permanente evolución.

Sus grandes amores

La actriz concedía en estos días una entrevista a la revista 'Semana' en la que hablaba de su día a día durante el confinamiento y destacaba que hacía 17 años que no se tomaba un café con un hombre, para enfatizar que no ha tenido ninguna relación sentimental durante todo este tiempo. "Estoy encantada, no echo de menos nada. Lo único que hago es pensar en las tres personas que han sido importantes en mi vida. Y lo pienso como algo bonito que pasó, pero no quiero revivir ninguna de esas experiencias. (...) Tenía el listón muy alto con mi padre, que era un hombre maravilloso". Años atrás le desvelaba a nuestra compañera Paloma Barrientos que habían sido cuatro los hombres que habían pasado por su vida: "Mi marido (Manuel Otero), Pedro Ruiz, Enrique Cornejo y uno que nunca he contado y que fue el gran amor de mi vida".

María José destacaba también en la entrevista la preocupación que tiene por su madre, de 82 años, que padece alzhéimer, y está al cuidado de su hermana. Por ello, lo que más ha echado en falta durante el confinamiento ha sido poder ir a visitarla, aunque destacaba que al ser una familia muy grande estaban todos pendientes de ella.

Una velada muy feliz

La actriz se prodiga poco en los medios de comunicación y lleva un tiempo retirada de los escenarios, en los que ha estado acostumbrada a colgar el cartel de no hay billetes en funciones que se producía ella misma. Gran parte de ese vestuario, según nos cuentan, permanece en su casa de la sierra, y en ocasiones utilizó algunos de sus muebles para la escenografía de sus obras.

Quizás una de las funciones más celebradas de su largo periplo en las tablas es 'Las Leandras', que ha dado lugar a un lobby de defensores de la vigencia de la revistas, las vedettes y su legado bautizado con esta revista que estrenó en 1931 Celia Gámez e interpretó en el cine Rocío Dúrcal. Cantudo, que llevó la popularidad de esta obra a una otra dimensión, fue la primera en acudir en junio del año pasado a esa cita con este grupo, que ha rendido también homenaje a otras compañeras como Bárbara Rey o Norma Duval, en un restaurante madrileño en el corazón de Chueca. Según nos cuenta uno de sus precursores, Nacho Fresno, director adjunto de 'Shangay', fue un día muy feliz para la estrella: "La recibimos con 'Los nardos' y estuvo encantadora toda la velada y muy feliz. Nos contó anécdotas impagables, porque su trayectoria es tan grande que no habría horas suficientes...".

María José ha protagonizado montajes como 'Doña Mariquita de mi corazón', 'Mariquilla Terremoto' o 'El baile,' de Edgar Neville, en los que asumió el riesgo de ser productora, pero tiene también una notable trayectoria en el cine, donde destacan títulos como 'La trastienda', dirigida por Jordi Grau, donde protagonizó el primer desnudo integral del cine español, un gesto artístico de enorme valentía en una España predemocrática, y las nuevas generaciones la tienen muy presente gracias a su intervención en 'Cuéntame cómo pasó' en TVE.

Orgullosa de su hijo

Genio y figura, hace cuatro años, se reivindicaba a sí misma en Vanitatis frente a los que en la profesión en alguna ocasión no han hablado bien de ella: "Voy a decir algo que puede resultar presuntuoso. Las personas que no me quieren es porque me tienen envidia. No han conseguido lo que yo en el teatro, en el cine y el respeto del público. Yo no me he tenido que liar con ningún señor, ni que ninguna 'madame' me haya paseado. Soy intachable".

Madre de un solo hijo, Manolo, un excelente abogado, fruto de su matrimonio con el recordado cantante y actor Manolo Otero, María José Cantudo aseguraba en 'Semana' que "siempre me he puesto el listón muy alto y en estos momentos no se pueden hacer las cosas que yo hacía". Su público, sin duda, aplaudiría su vuelta a los escenarios, como tantos años lo ha hecho... La actriz cumple 63 años oficialmente (en otros sitios encontramos cifras diferentes), demostrando que es capaz de superar las adversidades, como una depresión que sufrió hace unos años, y tan luchadora como siempre.