Elena Anaya: un hijo, una compañera de vida y una segunda profesión como modelo

Nacida en Palencia, hija de un ingeniero industrial y una madre encargada de una pensión de estudiantes, Elena Anaya es, a sus 45 años (los cumple este viernes), una de las profesionales consumadas de nuestra cinematografía. También una madre fiel a su retoño, que acaba de cumplir tres años, y a su pareja, Tina Afugu, con la que lleva saliendo desde 2013, después de romper con la también actriz y directora Beatriz Sanchís, con la que estuvo desde 2008.

La mejor prueba del hábil y elegante hermetismo con el que la actriz de 'La piel que habito' lleva su vida y sus asuntos personales lo da el nacimiento de su hijo en 2017. En los meses previos, la actriz llevó el embarazo en el mayor de los silencios mientras rodaba la exitosa 'Wonder Woman', en la que encarnaba a una villana de las que dejan huella. Ni siquiera se supo el sexo de su bebé hasta que un desliz de Jon Kortajarena, uno de sus amigos, hizo que se hiciese público a través de Instagram. “Felicidades amigas. Tengo muchas ganas de que me hagáis tío. Espero que podáis vivir este momento tan especial con la privacidad que siempre habéis defendido. Os amo. #BabyBoy”, escribió el modelo y actor.

Pese a que el romance con Tina nunca gozó de tanta expectación mediática como su anterior relación con Beatriz Sanchís, lo cierto es que ya han celebrado su quinto aniversario juntas. Ambas parecen haberse embarcado en un gran proyecto de vida junto a su pequeño, compartiendo ilusión y planes de futuro. Además de su faceta artística y la complicidad a la hora de crear un hogar, Elena y Tina comparten también su pasión por el running. Prueba de ello son las numerosas carreras populares en las que se han alistado, sobre todo aquellas que tenían una raíz solidaria o reivindicativa, como puede ser esa en la que se recaudaba fondos bajo el lema 'Una médula para Mateo' o aquella otra a favor de los refugiados sirios, además de la popular San Silvestre.

En cuanto a la vida profesional de Elena, todos la conocemos muy bien desde hace años, desde que nos hipnotizó su aparición en cintas como 'Lucía y el sexo'. 'Alatriste', 'Habitación en Roma' o 'La piel que habito' la llevaron hasta lo más alto y ahí sigue. Su último rodaje, de hecho, ha sido a las órdenes de uno de los grandes, Woody Allen, y ha tenido lugar en San Sebastián. A esos trabajos habría que sumar su incursión en destacadas producciones de Hollywood como la mencionada 'Wonder Woman'. Además, sus fuentes de ingresos también incluyen la campaña de la marca de perfume 'Única', de Adolfo Domínguez, que la ha convertido en modelo ocasional. Una faceta que, dada la natural elegancia que desprende cada vez que se coloca delante de una cámara, no le ha extrañado a nadie.

Elena ha hecho de esa elegancia y de una discreción a prueba de bombas una de sus mejores armas para sobrevivir en un negocio, el del cine, que está lleno de dificultades y caminos pedregosos. También para ella, una de nuestras actrices más respetadas y una de nuestras famosas, paradójicamente, más desconocidas.