Matías Prats cumple 70: un divorcio, una fotovoltaica, una inmobiliaria y memes
El presentador mantiene un perfil bajo en los medios y guarda su vida privada bajo llave. Invirtió en energía con resultados discretos y gestiona patrimonio con otra sociedad
"No peques de exceso, peca de defecto, no quieras adelantarte a todos, no te juegues el tipo, tranquilo, tómate tu tiempo". Si algo destaca de Matías Prats es precisamente eso, que nunca se ha pasado. Ni en su vida profesional ni en su vida privada. Este sábado cumple 70 años, más de 30 delante de las cámaras, y poco se sabe de él. Es chistoso, sencillo, hijo de otro grande con el mismo nombre, padre de otro periodista que también heredó el apelativo.
Prats es una de las caras más conocidas de la televisión, un periodista que ha narrado desde el golpe de Estado del 23-F hasta los atentados del 11-S y del 11-M. Además, fue imagen de ING y ahora lo es de Línea Directa. Su vida fuera de la pantalla es casi un misterio. Hace unos años invirtió en una empresa fotovoltaica, Tarazona Trece SL, que le reporta unos beneficios discretos: 9.000 euros en el ejercicio de 2018.
Cuenta también con otra sociedad, MP Babas SL, que gestiona patrimonio inmobiliario además de ser agencia de representación de profesionales de los medios de comunicación y que tiene un capital de algo más de tres millones de euros. Esta empresa cuenta en su haber con nueve pisos, repartidos entre Madrid, Santander, Toledo, Málaga y Valencia, tal y como se refleja en el informe de resultados que la sociedad presentó en su último ejercicio contable público, en 2018. Además, tiene varios garajes y trasteros.
Casi suegro de Carbonero
El presentador tiene dos hijos: Matías, periodista deportivo en Mediaset, y Marta, psicóloga especializada en recursos humanos. Su hijo, en sus inicios en la prensa deportiva, mantuvo una estrecha amistad con Sara Carbonero que podría haber convertido a su padre en el suegro de la influencer. Acaso es ese el momento en el que más cerca estuvo Matías Prats de la prensa del colorín. Prats fue noticia rosa durante aquella relación de su hijo y después, cuando el propio periodista se separó de su mujer y madre de sus hijos.
Nunca ha dado que hablar, y cuando se divorció, tras 28 años de matrimonio, sufrió una crisis personal al aparecer en las portadas de los miércoles. Maite Chacón, madre de sus dos hijos, era amiga del periodista desde pequeños y comenzaron su relación en la universidad. En 2013, Prats se separaba de Chacón y al poco tiempo empezaba con una compañera de televisión, Ruth Izcue, redactora de Antena 3. La pareja ha tenido sus vaivenes con los años, se separaron a los meses de estar juntos, y volvieron al cabo de un tiempo.
Preguntamos si en la actualidad se mantiene esa relación con Izcue, y sus compañeros de trabajo no saben decirlo. Guarda su vida personal en un cajón muy recóndito al que muy pocos tienen acceso, nos avisan. Prats jamás ha hablado de sus relaciones y pocas han sido las veces que ha hecho declaraciones sobre su vida privada.
Una baja por enfermedad
Periodista multipremiado y siempre presente en pantalla, de noviembre de 2015 a febrero de 2016 un doble desprendimiento de retina le alejó de los platós durante un tiempo y decidió contar al público lo que le había sucedido para evitar especulaciones. En aquel momento sufrió mucho y llegó a pensar que perdería la visión. Su recuperación fue total, aunque le dejó los ojos más sensibles de lo normal, por lo que debe salir a la calle con gafas de sol, algo con lo que él mismo bromeó.
"Voy tomando una seña de identidad paterna", dijo en su momento, en referencia a su padre, el mítico periodista que siempre aparecía con gafas oscuras. Su seña de identidad, en cambio, son esas pequeñas bromas que el presentador suele usar en los informativos y que cuentan con fervientes fans, páginas de internet y memes.
"No peques de exceso, peca de defecto, no quieras adelantarte a todos, no te juegues el tipo, tranquilo, tómate tu tiempo". Si algo destaca de Matías Prats es precisamente eso, que nunca se ha pasado. Ni en su vida profesional ni en su vida privada. Este sábado cumple 70 años, más de 30 delante de las cámaras, y poco se sabe de él. Es chistoso, sencillo, hijo de otro grande con el mismo nombre, padre de otro periodista que también heredó el apelativo.