Ana Obregón, una lección de vida y un mensaje: "Jamás aceptaré tu partida"

Este año 2020 enfila sus últimos días entre noticias contradictorias. Por un lado, la vacuna parece estar inyectándose en las esperanzas de miles de personas que han visto cómo sus vidas han sido paralizadas por la pandemia. Por otro, el virus se empeña en replicarse endiabladamente y mostrar su cara más contagiosa. Mientras, las familias hacen malabarismos para poder verse en estas fiestas. Muchos no se verán, otros lo harán por partes, habrá quien se salte las normas y habrá quien, como Ana Obregón, tenga que vérselas con la durísima experiencia de una silla vacía.

Obregón parece estar intentando remontar el vuelo en estos últimos tiempos, tras el fallecimiento de su hijo Alessandro hace siete meses por un cáncer raro y hostil al que no pudo vencer. Aunque la actriz ha pasado muchos meses encerrada y pasando el luto de forma privada, su vuelta al trabajo (dará las campanadas junto a Anne Igartiburu en Nochevieja) se ha convertido en la mejor herramienta para tratar de volver a tener una vida 'normal'.

La actriz y presentadora, sin embargo, sigue teniendo muy presente la pérdida de su único hijo. Estos días en los que las familias se reúnen el recuerdo es aún más ensordecedor, por lo que Ana Obregón ha decidido pasar de puntillas por las fiestas y no celebrar la Nochebuena, "no puedo".

Lo ha explicado en un largo mensaje en redes donde, a pesar de todo, busca transmitir un mensaje de esperanza y de amarre a la vida. "Este año no voy a celebrar la Nochebuena. No puedo. Pero eso no quita para querer desearos de corazón una noche llena de Paz, Amor y Salud. Sé que por las restricciones muchos pensáis que es duro dejar una silla vacía y lo es. Pero es mucho más duro para los miles de españoles que desgraciadamente dejaremos esa silla vacía para siempre", ha empezado.

"Esta noche Papá Noel estará muy atareado llevando regalos al cielo a los más de 30.000 niños y jóvenes que nos han dejado este año por el maldito cáncer. Y a ti te llevará el amor infinito de tu madre que “jamás” aceptará tu partida".

Las palabras no pueden ser más emotivas y arrancan un pellizo de tristeza en cualquiera. Para aquellos que han perdido un ser querido las Navidades son fechas tristes que uno desearía que pasaran fugazmente. Desde Vanitatis mandamos todo nuestro cariño a Ana.