Javier Cámara: la hermética vida privada de un ganador de Goyas con mucho humor

Es uno de los rostros más habituales del panorama nacional, gracias a su participación en cintas como 'Torrente', 'Truman' o 'Vivir es fácil gracias a los ojos cerrados', pero no muchos conocen el lado más íntimo de la persona que se encuentra tras muchos de los grandes éxitos de la ficción española, Javier Cámara. Nacido el 19 de enero de 1966, en un pequeño pueblo de La Rioja con casi tres mil habitantes, Albelda de Iregua, no son pocas las ocasiones que ha presumido de su tierra. Una de las últimas, en sus redes sociales, donde explicaba haber coincidido en el trabajo con un joven actor y paisano, que le había emocionado al sentir "todo el talento que sale de mi precioso pueblo".

Hijo de agricultores, pasaba los veranos trabajando con sus padres en el campo, por lo que, como ha reconocido en alguna ocasión, no pudo ver el mar hasta que tuvo 14 años. Fue por consejo de su profesor de Historia que un jovencísimo y mal estudiante Javier Cámara decide unirse a las clases de teatro y empieza a labrarse su futuro en la interpretación. También por una conversación con él, decidió cambiar su pueblo por la capital para encauzar su futuro. "Cuando repetí curso me dijo que si no me iba a Madrid a probar suerte con el teatro, me quedaría en el campo trabajando con mi padre. Y así llegué a Madrid, con una maleta y una caja llena de chorizos que me había dado mi madre", confesaba en una entrevista en la cadena SER.

Combinando sus estudios en la Real Escuela Superior de Arte Dramático con un trabajo de acomodador de cine, debutaría en 1991 interpretando en el teatro 'El caballero de Olmedo', de Lope de Vega. Pero su cara empezó a ser conocida para los españoles con su participación en la serie '¡Ay Señor, Señor!', junto a Andrés Pajares, y tres años más tarde gracias a su papel en 'Torrente: el brazo tonto de la ley'.

Aunque el espaldarazo definitivo a su popularidad lo recibía con las docenas de collejas que se llevó en la emblemática serie '7 vidas'. Más tarde llegaría su trabajo en 'Lucía y el sexo' e incluso llegó a convertirse en chico Almodóvar tras aparecer en 'Hable con ella'. "He sido chico Almodóvar, chico Torrente, chico Médem, chico Coixet... Y lo llevo muy bien, porque si le das mucha importancia te cansas o te desmayas y no haces más", decía en una entrevista con 'El Mundo' tiempo después.

Con dos premios Goya en su haber, Cámara también ha probado suerte lejos de nuestras fronteras apareciendo en prestigiosas series como 'The Young Pope', de Paolo Sorrentino, o en la tercera temporada de 'Narcos'. Este último proyecto sorprendió notablemente a los fans españoles de la serie que, poco o nada, imaginaban que encontrarían a una cara conocida en la ficción de Netflix.

Pese a su extensa y exitosa carrera, como confesó en 'El hormiguero', hay un papel que se arrepiente, especialmente, de haber rechazado, en 'El laberinto del fauno'. "Leí el guion y dije 'qué historia más rara'. Me pasa mucho con las obras de teatro, luego las veo y digo 'qué bonito'. Vi luego la película y dije '¿cómo rechacé esto?", relató en el plató.

Hermético en su vida privada, poco o nada sabemos sobre su situación sentimental, a la que nunca hace referencia. No vende exclusivas y tampoco es amigo de acudir a saraos o alfombras rojas, salvo en las ocasiones que debe recoger algún premio. Eventos en los que, precisamente, hace gala de su particular humor tirándose por el suelo, realizando todo tipo de poses imposibles e, incluso, intercambiando besos en la boca con compañeras de profesión como Candela Peña.

Solo en una ocasión decidía abrirse un poco y dar a conocer su lado más íntimo, cuando, con motivo del Día del Orgullo Gay, publicó un post apoyando al colectivo con un emotivo texto que podría haber dirigido a alguien: "Por la felicidad que se respira por todos lados, pese a todo lo que falta por hacer. Por esa energía común que nos hace caminar esperanzados. Por las caras de alegría, de compromiso. Y que bien caminar a tu lado. Juntos. Respetándonos. Amándonos". No obstante, no llegó a confirmar nada, ni volvió a hacer referencia a alguna a la publicación.

Sí trascendió en 2017 que el actor había recurrido a un vientre subrogado en Estados Unidos para tener a sus mellizos, pues allí es legal, a diferencia de nuestro país. Con ello, el actor se sumó a una larga lista de personajes conocidos que han optado por este método, como Ricky Martin o Miguel Bosé, y del que fue pionera, dentro de nuestras fronteras, la baronesa Thyssen.

Javier Cámara, tras anunciar esa paternidad, nunca más ha querido dar detalles sobre los niños. Únicamente, durante el pasado confinamiento, en una entrevista con Pablos Motos confesaba que sus hijos estaban siendo su mejor compañía durante los días de encierro. "Aquí hay dos diablillos que están todo el día jugando y se te va el día", decía entonces. "Me desmayo de amor", añadía sobre ellos en un post de Instagram con motivo de su 54º cumpleaños.

Sin dejar de trabajar pese a su faceta de padre, el intérprete sigue sumando proyectos a su agenda. Eso sí, en ella siempre encuentra hueco para disfrutar de sus seres queridos, entre los que se encuentra el pianista James Rhodes, con quien mantiene una estrecha amistad. Ambos han contado que se conocieron al empezar a vivir en el mismo edificio y desde entonces no se han separado, hasta tal punto que el actor se ha convertido en el mejor guía en nuestro país del músico británico, casado con Micaela Breque.

Javier Cámara también invierte su tiempo libre en distintas causas solidarias y realizando algunas de sus aficiones que, tal y como comparte en su cuenta de Instagram, se basan en los viajes, la lectura y el arte en general. Un tipo discreto, pero muy cercano, que conquista al público con cada uno de sus trabajos.

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