Moda Abascal, la empresa de la familia del líder de Vox, capea la pandemia

La familia de Santiago Abascal también ha sufrido los efectos de la pandemia, que ha sido especialmente dura con el comercio minorista. Es el caso de la madre y la hermana del presidente de Vox, que durante la crisis económica tuvieron que recurrir a las ayudas del Estado para mantener a flote la tienda de ropa que regentan en Amurrio, localidad natal del político. "No cerramos más allá del confinamiento obligatorio" asegura Iria, hermana de Abascal, en conversación con Vanitatis.

Dedicada al comercio minorista de prendas multimarca, Moda Abascal fue y continúa siendo el motor de la familia en la que creció el líder de Vox. “Mi padre se ha dedicado siempre, desde que era muy jovencito, casi un adolescente, al comercio de ropa. Trabajó casi toda su vida en la tienda que montaron en Amurrio”, confesaba Abascal a Bertín Osborne durante su animada charla en el programa ‘Mi casa es la tuya’.

Aunque su padre fue un conocido político de la región, lo cierto es que su oficio fue siempre el de comerciante. Tras su fallecimiento, hace ahora cuatro años, el negocio siguió en marcha. “Ahora la atienden (la tienda) mi madre y mi hermana”, y también la administran a partes iguales, tal y como se extrae del informe del Registro de Mercantil al que ha tenido acceso Vanitatis.

"En 2020, a pesar de todo, no nos fue mal, tenemos que agradecer a la gente el apoyo al pequeño comercio" asegura Iria. "El confinamiento perimetral nos favoreció e hicimos clientes nuevos que antes compraban en Bilbao" continúa. "Sin empleados, nuestra prioridad era pagar a los proveedores y poder empezar fuerte la campaña nueva". Dicho y hecho.

Dos avales y una subvención

Para ello, madre e hija se pusieron manos a la obra. Desde el inicio de la crisis sanitaria, la empresa detrás de Moda Abascal, Abascal Conde S.C., ha solicitado dos avales al Ministerio de Comercio, el último autorizado la semana pasada. En concreto, se trata de dos operaciones en las que el Estado actúa de garante para la solicitud de un préstamo bancario a través de la empresa pública CERSA. En 2020 solicitó un aval por valor de 8.000 euros y en 2021 sumó otro de 4.800 euros, según figura en los documentos a los que ha tenido acceso Vanitatis.

Como a otras tantas tiendas y marcas de ropa, el cierre por la pandemia llegó con toda la nueva colección lista para vender. Una temporada, la de primavera, que lamentablemente en la mayoría de los casos nunca llegó a comercializarse. "Se pidió un crédito porque en ese momento cerramos con todo el género primavera-verano, los tiempos de pago corrían y las ventas estaban paradas. Pedimos un préstamo para hacer frente a los pagos" nos explica la hermana del político.

A lo largo del año 2020, el Ministerio concedió avales a más de 30.500 empresas y autónomos, en su gran mayoría pequeñas tiendas de comercio que perdieron todos sus ingresos durante el confinamiento. Además, Moda Abascal recibió en el año 2020 una subvención de 300 euros del Ayuntamiento de Amurrio. El consistorio habilitó ayudas directas a pymes y autónomos para paliar una parte de las pérdidas sufridas durante la pandemia.

El apoyo de Lidia

Moda Abascal, que varió su nombre como relató el político tras cambiar de administradores (antes, Novedades Abascal), además ha vivido un giro en su estrategia desde que cambió de manos a una modernización más propia del siglo XXI. De ser una tienda en un pueblo de 10.000 habitantes de ropa para hombre y mujer, ahora es un comercio con presencia virtual en toda España gracias a la ayuda de una tercera integrante de la familia.

Lidia Bedman (nuera y cuñada) y su cada día más seguido perfil de Instagram se han convertido en los mejores embajadores de este pequeño comercio de pueblo. No solo posa con prendas a la venta en la tienda, sino que además publica vídeos 'de compras' por el establecimiento, con excursiones al probador y planos detalle de algunas de sus prendas favoritas.

"Cuando nos confinaron, me puse en serio con las redes. Lidia, mi cuñada, me había insistido mucho y yo no lo veía claro. Yo veía que ella le metía muchas ganas y me parecía que yo no iba a tener tiempo para tanto pero cuando nos cerraron me puse" continúa. Desde entonces, tanto la web, como el logo como las redes sociales han experimentado un gran cambio. "En ese aspecto hemos pegado un subidón fuerte y para nosotros supone un extra. Mucho se lo tengo que agradecer a Lidia" confiesa emocionada.

Ahora, su perfil en Instagram está lleno de fotos de inspiración, publicaciones que siguen estrategias cromáticas y sesiones de fotos mucho más cuidadas que van más allá de las fotos de los escaparates que antes poblaban su perfil. Los más de 20.000 seguidores que acumula avalan este cambio y un éxito que, ahora gracias a las ayudas, podrán perpetuar durante más generaciones.