Itziar Ituño, en la 'intimidad': psicóloga, montadora de neveras y un poco "drama queen"

A Itziar Ituño (Basauri, 1974) le ha llegado el éxito tarde, pero con mucha fuerza. “Lo tenemos más difícil, porque parece que lo que impera es el canon de la juventud de la belleza, y es algo antinatural, porque una mujer cuando tiene más edad y más experiencia es cuando considero que es más interesante una”, le confesaba la actriz vasca a Yolanda Ramos en su programa ‘Un domingo de Ramos’.

Aunque hace años que se pasea por la pequeña pantalla vasca, fue su actuación en ‘La casa de papel’ la que la dio a conocer al gran púbico, y su Malen de ‘Intimidad’ la que la ha consolidado como una de las actrices más potentes del panorama actual. En la serie, que va camino de convertirse en la gran baza de Netflix de esta temporada, Ituño da vida a una política vasca que ve cómo su vida se pone del revés cuando se airea un vídeo sexual en el que aparece. A partir de ahí, su vida personal y pública sufre un vuelco. La suya, y la de quien la rodea: su marido, su hija, su padre…

Para llegar a la alcaldía de Bilbao (en la ficción), Ituño tuvo antes que vender electrodomésticos, estudiar psicología, licenciarse en Sociología Urbana-Industrial y Política por la Universidad del País Vasco y ponerse las pilas con el euskera. Su lengua materna fue el castellano, pero a los 19 empezó fuerte con el ‘Ni naiz’ y terminó apareciendo en una de las series más míticas de la televisión vasca en su canal en euskera: ‘Goenkale’.

* Si no ves correctamente este formulario, haz click aquí

En este culebrón euskaldún que se emitió desde 1994 hasta 2015, la actriz daba vida a Nekane Beitia, una agente de la policía autónoma vasca “bastante brusca y seria”, como ella misma la definía en una entrevista en ‘Noticias de Gipuzkoa’. Es curioso que los papeles que le han reportado la gloria hayan sido los de mujeres fuertes, serios y con carácter: “Yo en la vida soy bastante feliciana y me río un montón. No sé por qué, pero siempre me toca hacer personajes de este estilo, muy de mujer dura, a veces fría. La gente siempre me dice: 'Lo seria que sales y los dramones que te ponen y cómo te ríes después en la calle'. Ya ves, deseando hacer comedia y siempre me dan personajes muy serios”, comentaba.

Neveras, ETA y sororidad

Práctica como es, de todo sabe sacar provecho: de su paso por la fábrica de Fagor también. “Era una cadena de montaje que me generaba pesadillas, como Chaplin en ‘Tiempos modernos’. Ahí aprendes lo que es trabajar de verdad, a ganarte el salario”, contaba en una charla con el diario boliviano ‘El Deber’, donde también hablaba de un viaje iniciático. En 2002 la actriz de Basauri se fue a colaborar a Perú en un proyecto solidario: “Me fui a Iquitos a dar talleres de teatro entre varias escuelitas, por las comunidades; es de las cosas más grandes que he hecho en la vida”, explicaba al medio de comunicación latinoamericano. Después volvió al Nuevo Continente, para visitar Uyuni y La Paz, donde sintió que las mujeres bolivianas se parecen a las vascas en su mirada de la vida, por su inclinación al matriarcado y por su vocación de resistencia.

Esa creencia en el matriarcado y en el empoderamiento femenino es algo que Itziar tiene muy interiorizado. “La familia, las amigas... La gran mayoría de las mujeres tenemos un red de sororidad. Es donde me nutro, esas mujeres que tengo alrededor que me dan la vida y la fuerza cuando te vienes abajo”, contaba Ituño a raíz de la presentación de ‘Intimidad’, la serie en la que vuelve a dar vida a una mujer en circunstancias adversas complejas. “Nunca ha salido un vídeo mío, pero tiene que ser muy fuerte. Creo que sí lo denunciaría y me defendería a mí misma. Tengo ese resorte de defenderme antes las injusticias, de no de callarme y seguir adelante como si no hubiera pasado nada”. En la serie, su personaje decide no denunciar a los que filtran las imágenes en las que se la ve manteniendo relaciones sexuales en una playa. El personaje prefiere llevar su cruz en solitario, en silencio, hasta el punto de pensar en tirar la toalla. Pero una cosa es la ficción y otra la realidad: “Yo soy más ‘drama queen’ y más victimista. Cuando me pasa algo se lo cuento a todas mis amigas, a mi madre, a mis colegas y voy buscando los apoyos, no lo digiero sola”.

De lo que sí sabe es de sufrir acoso en las redes: cuando empezó a ser conocida como la inspectora Murillo en ‘La casa de papel’, algunos le recordaron que en su día firmó una petición a favor del acercamiento de los presos de ETA al País Vasco y eso provocó una polémica que saltó a los medios coincidiendo con el arranque de la serie en la primavera de 2017. Desde las redes sociales se llegó a pedir incluso boicotear la serie. "El insulto en las redes es bastante gratuito, te lo tragas y ahí te quedas", explicaba en un encuentro con ‘Noticias de Álava’. Tal vez por eso, con el tiempo se ha ido haciendo más hermética: “Antes era más natural y contaba cosas. Ahora solo tengo una red que es Instagram porque me genera una especie de desconfianza e intento hacer una especie de fortaleza en la que entre con quien yo quiero que entre”.

Lady Plata

Trabajadora, tenaz, hija única, con pareja en la sombra (eso sí que lo ha sabido mantener en una estricta intimidad), sin hijos (que se conozca), es posible que a Itziar le haya llegado el éxito con cierto retraso, pero con mucha fuerza. Si salir en uno de los programas de más éxito de la televisión como ‘Mask Singer’ es un sinónimo de fama, Ituño puede presumir de haberlo hecho, pero (redoble de tambor) en Francia y atreviéndose con un tema de Lady Gaga.

Porque ella, que interpreta, le da al doblaje, escribe cuentos, te psicoanaliza y monta frigoríficos, también canta, aunque a nivel musical tire más por Calle 13, Lila Downs, Janis Joplin, Silvio Rodríguez y el folclore vasco.