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Antonio Pelayo, así pasó del sacerdocio a ser corresponsal en El Vaticano
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CURA PERIODISTA

Antonio Pelayo, así pasó del sacerdocio a ser corresponsal en El Vaticano

Ordenado sacerdote, su vida cambió por completo cuando tuvo la oportunidad de formarse y dedicarse al periodismo, profesión que Antonio Pelayo ha ejercido desde entonces

Foto: Antonio Pelayo, sacerdote y periodista en Antena 3 (Cortesía/Atresmedia)
Antonio Pelayo, sacerdote y periodista en Antena 3 (Cortesía/Atresmedia)

Su voz se ha convertido en su carta de presentación, algo que Antonio Pelayo ha logrado a base de trabajo, no por nada lleva más de 30 años como corresponsal en Roma, ejerciendo su profesión de periodista. Una vocación que ha compaginado con otra, pues antes de dedicarse a comentar todas las vicisitudes que rodean a la vida en el Vaticano, fue ordenado sacerdote.

Se ordenó como sacerdote en Madrid, en 1968, y después se graduó como periodista en la Escuela Oficial de Madrid, comenzando su andadura profesional en los medios de comunicación en 1970, trabajando para el diario ‘Ya’ y el semanario ‘Vida Nueva’, tal y como recogen en Cope, donde también ejerce como colaborador.

placeholder Antonio Pelayo en una de las conexiones en directo que ha hecho. (Cortesía/Atresmedia)
Antonio Pelayo en una de las conexiones en directo que ha hecho. (Cortesía/Atresmedia)

En 1976 fue nombrado corresponsal y es enviado a París, donde continúa su andadura profesional; de la capital francesa puso rumbo a Roma (en 1986), donde también comenzó a colaborar para Antena 3. Gracias a su trabajo ha podido viajar a muchos lugares del mundo, porque acompañó en casi todos sus viajes al papa Juan Pablo II, pero también a Benedicto XVI y al actual papa Francisco.

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Aunque lleve gran parte de su vida dedicado a esta profesión, lo cierto es que esta no era su vocación, tal y como confirmó el propio Antonio en una entrevista para ‘Última Hora’. “Mi vocación no era ser periodista. Cuando decidí hacerme sacerdote es verdad que tenía una afición periodística, pero muy centrada en el cine. [...] He escrito mucho sobre cine y también soy muy aficionado a la música, toco el piano”.

“El periodismo llega muy tarde a mi vida y llega en oblicuo, yo quería ser sacerdote”, confirmó también en conversación con ‘Cope’. “Hice los 13 años de la carrera para ser sacerdote en la Universidad de Comillas”. Sus estudios de periodismo apartaron la idea original que tenía, hacer la tesis doctoral en teología. “Cambié la teología por el periodismo y yo creo que la teología no ha perdido gran cosa y no sé si tampoco el periodismo ha ganado, pero la vida de cada uno es como es”.

Quien seguro que ha ganado es el propio Antonio, quien todavía se sorprende ante las personas que se acercan a saludarle, asegurando que le han reconocido por su voz, antes de ponerle cara, y eso que su aspecto físico es otro de los aspectos que más alabanzas recibe, pues no son pocas las ocasiones que se destaca lo mucho que cuida su vestuario, siempre con acierto y elegancia. “Trato de cuidar mi imagen, ya que entrar en la casa de la gente, a través de la televisión, merece un respeto e intento presentarme dignamente”, decía para ‘Última Hora’.

placeholder Antonio Pelayo ejerciendo de sacerdote en una imagen de archivo. (EFE/NACHO GALLEGO)
Antonio Pelayo ejerciendo de sacerdote en una imagen de archivo. (EFE/NACHO GALLEGO)

En este medio también confirmaba que no tenía intención de retirarse, aunque su carrera está centrada ahora en los temas religiosos y del Vaticano. Como él mismo afirma, siempre ha sido cura periodista, por lo que parece lógico que, aunque no tenga intención de dejar de trabajar, con el tiempo se dedique a aquello que más le apasiona.

Frente a sus ojos han pasado varios Papas, hasta seis. “He hecho cuatro cónclaves”, recordaba para el citado medio. “La muerte de Pablo VI, la elección de Juan Pablo I, la elección de Juan Pablo II, la elección de Benedicto XVI y la del papa Francisco”. Eso sí, si tiene que escoger su preferido, para él no es un reto como escoger a quién quieres más, si a papá o a mamá, lo tiene muy claro: Pablo VI.

“Era un papa del siglo XX. Un hombre que introdujo a la iglesia en la modernidad, el primero que salió de Roma, el primero que se subió a un avión e hizo peregrinaciones a India, Colombia, Tierra Santa, etc.”, explica sin un atisbo de duda, eso sí, no desmerece la labor de ninguno.

“Cada papa, como dicen, tiene su aquel. Juan Pablo II fue el globetrotter mundial. Con él habré hecho como 80 viajes por todo el mundo. Benedicto XVI tuvo la circunstancia de que sucedió a Juan Pablo II y le sucede Francisco, que son dos grandes atletas. Con el gesto de la dimisión pasará a la historia, y que fue el primer hombre que inició la guerra en la Iglesia contra los abusos sexuales”. Algo que sin duda será recordado, ahora que despedimos a Benedicto XVI.

Su voz se ha convertido en su carta de presentación, algo que Antonio Pelayo ha logrado a base de trabajo, no por nada lleva más de 30 años como corresponsal en Roma, ejerciendo su profesión de periodista. Una vocación que ha compaginado con otra, pues antes de dedicarse a comentar todas las vicisitudes que rodean a la vida en el Vaticano, fue ordenado sacerdote.

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