La desolación de Celia Flores, hija de Marisol, en el tanatorio de Massimo Stecchini

Pepa Flores está pasando por su momento más amargo. Massimo Stecchini, quien fuera su compañero de vida durante los últimos 35 años, fallecía en la madrugada del domingo de un infarto, de forma totalmente inesperada, y tanto ella como su familia están desolados.

Aunque por el momento no se ha visto a Pepa Flores de forma pública llegar al tanatorio de Málaga a darle el último adiós, en las últimas horas familiares y amigos se acercaban al lugar para despedir a Stecchini tras su repentino fallecimiento a los 63 años.

Celia Flores, la menor de las hijas de Pepa Flores y el bailarín Antonio Gades, ha sido una de las primeras en llegar al tanatorio, visiblemente afectada. A sus 38 años, la cantante no ha querido faltar en la despedida a la pareja de su madre, con quien tenía muy buena relación.

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí

La relación entre Pepa Flores y Massimo Stecchini comenzó cuando, tras divorciarse de Antonio Gades, la artista decidió regresar a su tierra natal, Málaga, y apartarse de la vida pública, en 1985. Allí, entre su círculo de amistades, estaba Massimo Stecchini, once años más joven que ella, y al que ya conocía desde mucho tiempo atrás.

El restaurante Trastevere, en el conocido barrio de La Malagueta, la primera pizzería que abrió sus puertas en la capital andaluza, era el negocio familiar de los Stecchini, y donde Massimo y Pepa se conocieron hace más de sesenta años, en 1962, cuando él tenía tan solo 3, y ella, 14. De ese momento hay una fotografía de la que mucho se ha hablado en las últimas horas.

Massimo Stecchini, que el próximo día 20 hubiera cumplido 64 años, fue el más fiel compañero de Pepa Flores, y quien estuvo a su lado en todo momento en la más estricta discreción. A lo largo de los últimos años se convirtió, en varias ocasiones, en portavoz de Pepa Flores, además de ser el gerente de la pizzería de la familia, Trastevere, ubicada en la avenida malagueña de Cánovas del Castillo.

Allí, además, Massimo Stecchini filtraba los regalos, ramos de flores y cartas que llegaban incesantemente para Marisol, y actuaba como barrera de periodistas, fotógrafos y curiosos que esperaban ver a la artista. Tan discreto como ella, siempre correcto y con una sonrisa en su rostro, Stecchini habló en 2019 con una reportera del programa 'Viva la vida' que le interceptó mientras paseaba al perro de la familia. Allí, en una entrevista improvisada, el italiano declaraba: "Si la gente conociera a mi mujer la querrían incluso más, es tremendo, no hay mejor persona en el mundo".

La ausencia de Pepa Flores en el tanatorio no ha sorprendido, teniendo en cuenta que desde su adiós voluntario a la vida pública, la artista ha llevado una vida de lo más discreta, lejos del foco mediático, al igual que hizo con su relación con Massimo Stecchini.