Los condes de Osorno esperan su primer hijo (el tercer nieto del duque de Alba)

La Casa de Alba está de enhorabuena. Los condes de Osorno, Carlos Fitz-James Stuart y Solís y Belén Corsini, serán padres por primera vez la próxima primavera. Será el tercer nieto del duque de Alba y el primero varón, ya que, según han confirmado desde su entorno a la revista '¡Hola!', se trata de un niño.

Una noticia que ha llenado de felicidad a esta casa que durante los últimos años no ha vivido más que alegrías. Primero tras los compromisos y las posteriores bodas de los nietos de la duquesa de Alba, Fernando y Carlos. Dos enlaces por todo lo alto celebrados en el palacio de Liria que reunieron a una nutrida representación de aristócratas, políticos y alta sociedad en los jardines de la propiedad más imponente de la familia en todo el territorio nacional.

Tras dar la bienvenida a sus dos nietas mayores, Rosario, que heredará de su padre primero el título de duquesa de Huéscar y más tarde el de duquesa de Alba (nacida en septiembre 2020), y Sofía, la menor de las dos que ha mantenido la tradición llevando el mismo nombre que su madre y su abuela materna (en enero de 2023), continúa creciendo la familia.

Lo que aún no ha trascendido es el nombre que recibirá el primogénito de Carlos y Belén, casados desde el 22 de mayo de 2021. El matrimonio siempre ha tratado de preservar su intimidad lo máximo posible y en esta ocasión serán aún más celosos si cabe.

Tanto Sofía Palazuelo como Belén Corsini han escapado desde que trascendió su noviazgo con los hijos del duque de Alba de la notoriedad pública, en la medida de lo posible. No es habitual verlas en fiestas ni eventos rodeadas de influencers y tampoco han querido explotar esta vertiente tan extendida entre los rostros conocidos. Cuando aparecen, siempre lo hacen con un motivo de peso detrás.

En los últimos años, tan solo las hemos visto en bodas de familiares o íntimos amigos, en el bautizo de la pequeña Rosario y en algún estreno en la ópera o inauguraciones de arte. Poco más. Ellas tienen su profesión lejos del foco público en empresas relacionadas con sus familias en las que trabajaban desde mucho antes de conocer a sus maridos y ahí continúan trabajando mientras hacen lo posible por conciliar como cualquier madre normal.

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Una estrategia que las hace gozar de una gran popularidad. Sus looks son siempre alabados (siempre confían en las mismas marcas) y su elegancia en las formas y su simpatía son destacadas por quienes coinciden con ellas.

Una discreción que también aplica a la tercera generación. Las hijas de los duques de Huéscar viven completamente ajenas a la prensa y los fotógrafos. No hay prácticamente ninguna foto de ellas desde que nacieron y así seguirá al menos hasta que sean mayores de edad. Una práctica que el actual duque de Alba y su exmujer, Matilde Solís, también llevaron a cabo con éxito.