Patricia López Arnaiz, su lado más personal: de trabajar en un comedor escolar a su discreta vida en la montaña

La actriz Patricia López Arnáiz se encuentra en un gran momento profesional tras haber sido nominada por su papel en la película '20.000 especies de abejas' a los premios Goya y Feroz de 2024. Sin embargo, la interpretación no era su pasión, sino que fue una vocación tardía.

La alavesa, que de niña jugaba a ensayar coreografías con sus amigas, estudió Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad del País Vasco antes de comenzar las clases de teatro en la escuela Ortzai. Alcanzó la fama con sus papeles en 'La peste' y 'Mientras dure la guerra', aunque su mayor reconocimiento llegó en 2021 por 'Ane', con la que ganó el premio Goya a mejor actriz protagonista.

"Ser actriz no lo he vivido como un sueño que siempre he tenido. Estaba bastante preparada por si no se materializaba, no iba a tener una sensación de fracaso", explicó en una entrevista para 'El Correo'. "Lo normal era mi trabajo y lo excepcional, hacer una película", indicó la joven, que se ganaba la vida como monitora matinal y de comedor en una ikastola. Además de realizar la producción de una sala de conciertos en Vitoria. Sin embargo, tuvo que tomar la decisión de abandonarlo para dedicarse por completo a la interpretación.

Sus padres, que siempre la han apoyado, se inquietaron cuando la joven dijo que quería estudiar Bellas Artes, y aunque nunca la presionaron, ella sentía que deseaban que hiciera una carrera. Se matriculó en Publicidad y con 17 años se mudó a Bilbao, donde también trabajaba los fines de semana como camarera. Sin abandonar el dibujo y la fotografía, comenzó a cantar en un grupo y a vivir nuevas experiencias en ciudades como Granada o Génova, según indica en el medio anteriormente mencionado.

La actriz lleva su vida privada alejada de los medios, no cuenta con perfiles personales en redes sociales y vive en un pueblo de la montaña alavesa, rodeada de animales y naturaleza, cuyo nombre prefiere mantener en secreto. Pese a su firmeza ante la cámara, se sigue poniendo nerviosa cuando no se esconde tras un papel y tiene que subirse al escenario como Patricia. Algo que puede que repita este año para recoger alguno de los premios a los que opta.