De su miedo al mar a su discreta vida personal: el lado más íntimo de la actriz Tamara Casellas

Con el pelo teñido de rojo, tatuajes falsos y una actitud chulesca se presentó ante toda España la actriz sevillana Tamara Casellas en la película 'Ama'. Con este papel ganó el premio a mejor actriz en la 24.ª edición del Festival de Málaga y comenzó su reconocida trayectoria profesional.

Tamara Casellas tenía clara su vocación desde niña, cuando en Sevilla realizaba pequeños espectáculos para su familia. A los 12 años comenzó a ir a clases de teatro en el instituto y poco a poco se ha ido abriendo camino hasta convertirse en toda una actriz profesional, nominada durante el año 2024 a los Premios Feroz.

A los 19 años abandonó su ciudad natal para mudarse a Barcelona con el objetivo de seguir con sus clases de interpretación de la mano de Nancy Tuñón. Por su escuela también han pasado otros rostros conocidos como Anna Castillo, Quim Gutiérrez o Michelle Jenner.

A raíz del éxito de su primer largometraje, pudo permitirse el lujo de empezar a trabajar con un representante e hizo que poder ganarse la vida con ese trabajo pareciera un poco más cerca, según explicó en TVE. "Antes no me había abierto la puerta nadie y me empezaron a llamar", aclaró la actriz en una entrevista en el 'Diario de Sevilla'.

En '242 películas después' narra que ningún premio alcanzaría la emoción que sintió al saber qué haría 'Ama' con parte del equipo con el que ya había hecho un corto. Sin embargo, el rodaje de la película no fue sencillo, pues se vio interrumpido por la pandemia. "Yo cogí 5 kilos con el encierro, pero los perdí y la niña creció un poco", indica en el mismo medio, hablando de su compañera de reparto.

Para el estreno en Málaga de 'Ama' contó con el apoyo de sus amigos, que se trasladaron a la ciudad para estar con ella. También estaba junto a su madre y su hermano, de los que habla con frecuencia en las redes sociales; en concreto, de lo afortunada que es por poder disfrutar de sus éxitos en compañía.

En sus redes sociales es discreta, tan solo cuenta con unos 2.000 seguidores en Instagram y se centra en compartir con ellos sus experiencias, profesiones, dejando su vida personal al margen de los medios. En las entrevistas y promociones intenta hablar de sus personajes y evita los temas más íntimos.

Sin embargo, ha hecho una excepción para hablar de uno de sus mayores miedos, superados delante de una cámara. "Tengo un pánico irracional a bañarme sola, muy alejada de la orilla. Le tengo especial cariño a esta secuencia dado que una vez que entré en esa fría agua caminé sin girarme por miedo a estropear la secuencia. Fui capaz de vencer un miedo enorme ese día porque sabía que tenía a todo un equipo al que amo esperándome en aquella orilla. Así que le agradezco a esta profesión que me haga crecer y superarme", escribió en sus redes sociales.