La Primera Comunión de la hija de Olivia de Borbón: de los vestidos de invitada a la ausencia del duque de Sevilla

Flavia Porras-Figueroa Borbón, la hija mayor de Olivia de Borbón y Julián Porras, ha recibido este sábado su Primera Comunión en una ceremonia íntima celebrada en la parroquia de Nuestra Señora de Somosaguas, en Pozuelo de Alarcón.

La liturgia, de carácter privado —tal y como adelantó Vanitatis en exclusiva—, ha reunido a los familiares más cercanos y a un reducido grupo de amigos de la familia, entre los que se encontraban figuras muy vinculadas al entorno social de los padres, como Fiona Ferrer y Daniel San Martín, padrinos de bautismo de la niña.

La empresaria ha optado por un look pulcro en blanco. Un conjunto de dos piezas formado por una chaqueta corta y una falda midi con vuelo. De corte sencillo y líneas rectas, la parte superior cuenta con un detalle interesante: unos maxibotones. Todo ello coronado por un estampado a cuadros. Ha terminado de homogeneizar el look con complementos en nude como un clutch y unas sandalias de tacón moderado.

La madre, por su parte, ha escogido un vestido corto muy primaveral. En tonos rosas empolvados y con flores bordadas en el cuerpo y final de la falda, Olivia de Borbón ha completado su look con una chaqueta de manga 3/4. Pero sin duda, ha sido su melena pelirroja lo que ha destacado por encima de su elección.

Junto a su marido, Julián Porrás, ha llegado al parking del templo con una media sonrisa y apoyada, física y emocionalmente, por sus dos hijos.

Este último mes ha sido especialmente difícil para Olivia, marcada por el fallecimiento de su padre, Francisco de Borbón, duque de Sevilla, apenas unos días después de perder también a su tío Alfonso de Borbón, con quien compartía un fuerte vínculo familiar. A pesar del luto, la celebración de Flavia ha supuesto un motivo de alegría y unión para los más íntimos, que han acompañado a la familia en un día tan especial.

Tras la misa, los invitados se han trasladado al domicilio familiar, donde se ha ofrecido un almuerzo discreto y elegante, servido por Silvia Lodares, amiga cercana del matrimonio y sobrina del recordado Samuel Flores.