Malas noticias para Ana Duato: la Abogacía del Estado recurre la absolución de la actriz por delito fiscal en el 'caso Nummaria'
El pasado mes de julio la Audiencia Nacional la absolvió a ella y a su marido, Miguel Bernardeau. Ahora la Abogacía del Estado tacha a la sentencia de paternalista
La pesadilla de la Ana Duato y su marido, el productor Miguel Bernardeau, vuelve a hacerse realidad: la Abogacía del Estado ha recurrido la sentencia de la Audiencia Nacional del pasado mes de julio que absolvía al matrimonio de los delitos fiscales por los que había estado imputado en el caso ‘Nummaria’.
La Abogacía, que representa a la Agencia Tributaria, asegura en el recurso firmado el 14 de octubre y al que ha tenido acceso la Cadena SER que el tribunal trató a la Ana Duato con “benevolencia” y “paternalismo” al con considerarla una “simple actriz” ante la “irracional consideración de ausencia de perfil empresarial de Ana Duato” y “la creencia de que actuó bajo la orientación de asesores fiscalistas o tributarios, pero cuyos detalles desconocía”.
Consideran que el tribunal le ha dado “un tratamiento casi paternalista, al presentarla como una simple actriz aparentemente desprovista de comprensión o autonomía decisoria en materia económica” que “proyecta sobre ella una imagen de ingenuidad incompatible con la prueba practicada”, recoge también el escrito.
Ana Duato durante la celebración del juicio. (Europa Press)
Señalan además el perfil mediático de Ana Duato, diferenciando sus intereses de un contribuyente medio. “Ningún contribuyente medio recurriría a una estructura jurídica de esa complejidad y rareza ajena por completo al tráfico habitual de los derechos de imagen de un artista, sin percibir inmediatamente su carácter artificioso. La rareza del instrumento es, por sí sola, un indicio poderosísimo de la conciencia del fraude”.
La Abogacía señala así, teniendo también en cuenta el perfil de su marido, que “resulta radicalmente imposible que un matrimonio con ese perfil profesional y económico, rodeado de asesoramiento cualificado y con participación directa en la constitución de la estructura de defraudación, no percibiera la anomalía de que para canalizar los ingresos de una actividad artística fuese necesario crear una agrupación europea de interés económico participada en buena medida por una entidad extranjera ajena, opaca y sin conexión alguna con su actividad”.
Ana Duato y su marido. (Gtres)
La sentencia del pasado mes de julio suponía la validación de las tesis de Ana Duato y su familia, que siempre sostuvieron su inocencia y nunca quisieron a llegar a un pacto que implicara la asunción de un delito del que no se sentía responsable. La Fiscalía Anticorrupción pedía 32 años de cárcel para ella y 18 para su marido.
El fiscal acusaba a Fernando Peña de edificar una complicada arquitectura legal para ocultar parte de las ganancias de sus clientes a la Agencia Tributaria. La actriz siempre defendió que no era conocedora de este sistema y su equipo legal encontró varias vías para plantar batalla legal.
Este caso implicaba también a su compañero de ‘Cuéntame’, Imanol Arias, quien sí llegó a un acuerdo con la Fiscalía aceptando la condena de dos años y dos meses de cárcel.
Una pesadilla que empezó en 2016
De nuevo, Ana Duato vuelve a vivir la pesadilla que comenzó en abril de 2016, cuando los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) irrumpieron en las oficinas centrales del Grupo Nummaria en la madrileña calle de Juan Bravo. La intención era desarticular una trama societaria vinculada al bufete liderado por Fernando Peña que llevaban meses investigando desde la Oficina Nacional de Investigación contra el Fraude y la Fiscalía Anticorrupción.
Según las primeras investigaciones, el despacho había facilitado la comisión de un presunto fraude fiscal a nivel masivo a sus conocidos clientes, entre los que se encontraban nombres tan conocidos como el de Imanol Arias, Joaquín Sabina, Carmen Posadas, Marta Robles o Ana Duato. Comenzaba el caso Nummaria.
Ana Duato e Imanol Arias. (Europa Press)
Ocho años más tarde, tras una instrucción complicada marcada por los desacuerdos entre el juez instructor Ismael Moreno y el fiscal anticorrupción Tomás Herranz, el caso empezó a juzgarse en un macrojuicio en la Audiencia Nacional que contaba con 31 acusados, entre empleados y clientes del despacho.
Muchos de los afectados más conocidos suscribieron acuerdos de conformidad en las últimas semanas, como Imanol Arias, pero otros siguieron defendiendo su inocencia hasta el final. Era el caso de la actriz Ana Duato, quien siempre se declaró inocente desde el primer momento.
Tenía sus razones: consideraba que había errores en la instrucción de su caso; y por otro, firmar un acuerdo de conformidad implicaba asumir la culpabilidad de algún delito, algo que ella siempre rechazó de plano. "Estoy convencida de mi inocencia y por eso nunca me he planteado pacto alguno que pase por reconocer unos hechos que no he cometido. Una conformidad pasaría porque yo mienta y asuma unos hechos que no he cometido. Y no pienso dejarle a mis hijos la herencia de una mentira", decía a Vanitatis horas antes de empezar el juicio.
La pesadilla de la Ana Duato y su marido, el productor Miguel Bernardeau, vuelve a hacerse realidad: la Abogacía del Estado ha recurrido la sentencia de la Audiencia Nacional del pasado mes de julio que absolvía al matrimonio de los delitos fiscales por los que había estado imputado en el caso ‘Nummaria’.