Es noticia
Menú
Le Train Bleu, el restaurante situado en una estación en pleno corazón de París
  1. Gastronomía
Restaurantes con encanto

Le Train Bleu, el restaurante situado en una estación en pleno corazón de París

Imagina sentarte en el lugar en el que cientos de artistas de la belle époque y del art nouveu francés dieron rienda suelta a su creatividad antes de iniciar un viaje (gastronómico)

Foto: Plato del menú del restaurante Le Train Bleu en París. (Instagram @restaurantletrainbleu)
Plato del menú del restaurante Le Train Bleu en París. (Instagram @restaurantletrainbleu)

Cada vez podemos ver más locales que eligen ubicaciones muy características para desarrollar su actividad. En ellos se combina la decoración extravagante con una cocina cada vez más cuidada y llamativa.

París, gracias a ser una de las cunas del arte, haciendo especial hincapié en la moda, recoge entre sus restaurantes cientos de opciones en los que disfrutar de lo que han convertido a esta ciudad: un referente a nivel mundial.

Le Train Bleu es un restaurante ubicado en el centro de una estación de tren, concretamente la Gare de Lyon, un conocido edificio situado en pleno centro de París. Este edificio se construyó en el año 1900, mientras la ciudad se preparaba para acoger la Exposición Mundial.

Para este acontecimiento se construyeron varios edificios emblemáticos en la capital frances. El objetivo era conseguir que la ciudad luciese aún más espectacular a nivel internacional, de hecho, fue en ese momento cuando la Torre Eiffel vio la luz convirtiéndose en el emblema de la ciudad de las luces, al menos en cuanto a souvenirs se refiere. Fue también en aquel momento que Marius Toudoire, escultor, hizo realidad el proyecto de una estación con una gran torre de reloj que llegaba a los 64 metros de altura.

Tan solo un año después se construyó el restaurante y, desde entonces, conserva su majestuosidad, aunque ha pasado por momentos complicados. A mediados de los 60 tuvo que lidiar con un intento de demolición, sin embargo, finalmente no sucedió y en 2014 se realizó una gran reforma que le devolvió su esplendor.

Le Train Bleu está considerado Monumento Artístico y, como tal, se trabaja para su conservación. Su decoración es especialmente característica, contando con decenas de pinturas que recubren tanto sus parees como su gran bóveda, y, aunque pueda parecer que estas pinturas están realizadas al fresco, lo cierto es que son diferentes lienzos unidos unos a otros y anclados, posteriormente, al lugar en el que les corresponde.

El restaurante se convirtió durante los años de La Belle Époque en un centro de reunión para los rostros más conocidos en todos los ámbitos del arte, de hecho, contó con muchos de ellos para decorar sus paredes. En este local todo está cuidado hasta el más mínimo detalle, tanto el mobiliario, como las lámparas y dorados, fueron creados por aquellos artistas del Art Nouveau francés que acudían con asiduidad a disfrutar de alguna velada.

Su decoración destaca tanto, que además de parecer totalmente un museo, los predilectos que han podido acudir a degustar su carta comentan que es complicado mirar lo que hay en los platos con tanta obra de arte a tu alrededor.

Hay que hacer también especial hincapié en las personalidades que han acudido a este reputado restaurante francés como, por ejemplo, Coco Chanel o Salvador Dalí, dos de las figuras históricas que han comido entre sus paredes. Dos de entre las miles de personas que han compartido asiento con otros artistas muy destacados, ya que, no nos olvidemos, este restaurante se encontraba en una estación.

Haciendo referencia a la misma, cabe decir que los enormes ventanales que acompañan al restaurante permiten ver las dos partes de una sociedad parisina: la que abraza la belleza de la arquitectura y el gusto por la elegancia de lo clásico y la que es amante de lo moderno y la voluntad de evolución y transgresión. Por eso, los que tienen la oportunidad de sentarse en este restaurante pueden disfrutar de ambas perspectivas, por una parte, vistas a la monumental fachada de la estación y por otra, al interior, donde se encuentran los trenes más rápidos del mundo.

Sin duda se trata de un restaurante digno de conservación, con una decoración majestuosa que deja boquiabiertos a los miles de turistas que pasan por la estación, bien para atravesar el país hasta el sur, o para llegar a otros países como Italia o Suiza.

Con Le Train Bleu queda claro que un restaurante tan solemne como este, puede estar situado en cualquier ubicación, siempre como escaparate de las diferentes etapas de la ciudad que le acuna.

Cada vez podemos ver más locales que eligen ubicaciones muy características para desarrollar su actividad. En ellos se combina la decoración extravagante con una cocina cada vez más cuidada y llamativa.

París
El redactor recomienda