El ingrediente que te ayudará a potenciar el sabor de tus lentejas y que no es el chorizo
En la cocina, los pequeños trucos son los que consiguen darle todo el sabor a nuestras recetas. Quizás este que te mostramos hoy aún no lo conoces. ¡Descúbrelo!
- Todas las legumbres son buenas, pero te contamos cuáles son las más saludables
- Qué son los antinutrientes de las legumbres y cómo acabar con ellos en tu dieta
Las lentejas tienen el poder de transportarnos en el tiempo, llevándonos de vuelta a aquellas tardes en las que el aroma de la cocina de nuestras abuelas lo envolvía todo. Ese guiso humeante y lleno de sabor, que se cocinaba a fuego lento mientras ellas, con movimientos tranquilos y expertos, añadían los ingredientes con un amor incondicional. En esas cocinas, donde el reloj parecía no tener prisa, cada plato era una obra maestra que combinaba tradición y sencillez, y las lentejas con su toque secreto eran la estrella.
Para muchas abuelas, la clave de un buen guiso no estaba solo en los ingredientes más conocidos, como el chorizo o la panceta, sino en algo más humilde: la corteza de jamón. Era un gesto sencillo, casi imperceptible, pero que lo cambiaba todo. Y es que la corteza, al cocerse lentamente, liberaba su esencia y convertía un plato cotidiano en un festín de recuerdos y calor de hogar.
Es imposible no cerrar los ojos y pensar en todas esas abuelas con el delantal manchado de mil batallas en la cocina, echando mano de este ingrediente y haciendo magia con una sonrisa siempre en el rostro. De pronto, el recuerdo del olor de aquellas lentejas tan especiales se hace aún más presente y sientes que ya estás preparada para volver a disfrutar de ellas.
Como en cualquier receta, "cada maestro tiene su libro". Lo importante es aprovechar al máximo el potencial de la corteza de jamón, para lo que debemos prepararla bien, lavándola previamente para eliminar el exceso de sal y las posibles impurezas. Después, la cortamos en trozos medianos para que todo el sabor se distribuya uniformemente.
Respecto a cómo prepararlas, aquí tienes una de las recetas más comunes. Lo primero es poner un chorro de aceite de oliva a calentar en una olla grande a fuego medio y añadir la cebolla, el ajo y el pimiento verde. Sofreímos la mezcla durante unos cinco minutos, tomando como referencia que la cebolla quede transparente.
Cuando ya está, agregamos el tomate picado y seguimos cocinando unos minutos más. Luego, echamos pimentón dulce removiendo rápidamente para que no se queme; si esto ocurre, se puede amargar la preparación. El siguiente paso es incorporar las lentejas, la zanahoria y una hoja de laurel. Aquí añadiremos también la corteza de jamón.
Se cubre con agua o caldo de verduras hasta que las lentejas queden bien sumergidas. Lo ponemos a hervir y reducimos el fuego para cocinar a fuego lento durante unos 35-40 minutos. Si es necesario, podemos añadir líquido durante la cocción para que no se queden secas. Puedes añadir chorizo o no hacerlo, lo importante es que lo incorpores 15 minutos antes de que acaben de cocinarse.
- Todas las legumbres son buenas, pero te contamos cuáles son las más saludables
- Qué son los antinutrientes de las legumbres y cómo acabar con ellos en tu dieta
Las lentejas tienen el poder de transportarnos en el tiempo, llevándonos de vuelta a aquellas tardes en las que el aroma de la cocina de nuestras abuelas lo envolvía todo. Ese guiso humeante y lleno de sabor, que se cocinaba a fuego lento mientras ellas, con movimientos tranquilos y expertos, añadían los ingredientes con un amor incondicional. En esas cocinas, donde el reloj parecía no tener prisa, cada plato era una obra maestra que combinaba tradición y sencillez, y las lentejas con su toque secreto eran la estrella.