Los reproches de Genoveva Casanova

No son momentos buenos para Genoveva Casanova. Analizar por qué se ha roto su relación con Cayetano Martínez de Irujo se ha convertido en un motivo de reflexión. Pero a su vez, también es el turno de los reproches.

En una separación resulta duro ser consecuente con la decisión tomada. Y más aún dar la cara ante la opinión pública. Así lo ha hecho la mexicana. Sin embargo, su entorno cierra filas alrededor de la Condesa de Salvatierra. Se dice que está apesadumbrada, pero quiere seguir adelante. Para ella no es nada fácil salir de casa. Está vigilada por la prensa y es imposible mantener una vida privada mínimamente normal. De hecho, hace unos días necesitó la ayuda de su suegra, la Duquesa de Alba, para asistir a un concierto benéfico al que se había comprometido a asistir mucho tiempo antes de separarse. Fue al evento; habló –poco, pero lo hizo-, y la prensa no tuvo quejas como en otras ocasiones por sus silencios.

No es de extrañar que algunos amigos de Genoveva consideren que ella es la única que en estas circunstancias ha sabido estar en su sitio. Ha mantenido el respeto que le merece su todavía marido.

La pareja, al anunciar su ruptura, ya dijo que el deterioro de la relación había sido la causa del distanciamiento entre ambos. ¿Infidelidad por alguna de las dos partes, falta de respeto, engaños…? Las especulaciones sobre las intenciones de Genoveva al casarse con el hijo de la Duquesa de Alba no han cesado. Querer pertenecer a la nobleza, conseguir reconocimiento social, poder… En algunos casos, esto se puede alcanzar, pero la trayectoria, si es recta, delata al que persigue lo fácil.

No parece que Genoveva haya apostado directamente por esta vía. Quizás la ilusión en su momento se confundió con amor. Ahora parece todo más claro, complicado está dar marcha atrás, pero las buenas maneras acompañan a la condesa y dejan en entredicho a Cayetano. ¿Alguien tiene la llave de la reconciliación como dice doña Cayetana?