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La afición oculta de Genoveva
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La afición oculta de Genoveva

Es una afición oculta, y no oscura. Hasta ahora casi nadie sabía que Genoveva Casanova tenía una faceta desconocida: hacer fotos. Y dicen los que la

Foto: La afición oculta de Genoveva
La afición oculta de Genoveva

Es una afición oculta, y no oscura. Hasta ahora casi nadie sabía que Genoveva Casanova tenía una faceta desconocida: hacer fotos. Y dicen los que la han visto que sale airosa con el objetivo y el enfoque.

Esta afición viene de lejos. En su México natal, la condesa de Salvatierra plasmaba en su cámara multitud de escenas, un trabajo que podría haber tenido miras de futuro. Esta faceta desconocida de la joven quedó truncada cuando llegó a España, concretamente a Sevilla, para realizar un intercambio de estudios. Allí conoció a Cayetano Martínez de Irujo, se quedó embarazada y adiós a las fotos.

Mucho más tarde quiso retomar su pasión por las instantáneas. En un viaje a la India pretendió hacer un reportaje. Con el material conseguido quería publicar un libro. Al final, ni las influencias de la duquesa de Alba fueron suficientes. El proyecto se frustró, pero Genoveva tuvo otra gran oportunidad.

La entonces mujer de Cayetano era y es clienta del estilista Alberto Cerdán. Éste le propuso hace unos meses realizar como fotógrafa su catálogo de verano. Se puso manos a la obra. Dicen que ella misma hizo el casting para seleccionar a las modelos. Se tomó el encargo con mucha energía y profesionalidad. Las fotos que mostramos, en la que se ve a Genoveva, en el making off de la sesión, son inéditas. En su momento no se publicaron, quizás porque no era esta afición del agrado de Cayetano.

Hasta que no se ha separado no se ha descubierto esta afición secreta. Quién sabe si por este camino puede realizarse profesionalmente ahora que atraviesa un periodo de crisis personal. Tanto Alberto Cerdán como su equipo quedaron contentos del resultado final. Las fotos de las modelos estuvieron a disposición de las clientas durante mucho tiempo. De no ser así, se hubiera repetido la sesión cambiando al fotógrafo.

Genoveva, que cuida mucho su estética, suele llevar siempre la melena suelta con puntas onduladas, aunque de vez en cuando el recogido se convierte en una de sus armas. El color rubio suele tener dos tonos para así realzar más sus ojos azules.

Es una afición oculta, y no oscura. Hasta ahora casi nadie sabía que Genoveva Casanova tenía una faceta desconocida: hacer fotos. Y dicen los que la han visto que sale airosa con el objetivo y el enfoque.