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Cuando las modelos son juguetes bellos y rotos
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Cuando las modelos son juguetes bellos y rotos

Aunque no era ni la más conocida ni tenía el caché más elevado, la muerte de Ruslana Korshunova ha conmocionado a la sociedad norteamericana. La joven

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Cuando las modelos son juguetes bellos y rotos

Aunque no era ni la más conocida ni tenía el caché más elevado, la muerte de Ruslana Korshunova ha conmocionado a la sociedad norteamericana. La joven modelo, de tan sólo 20 años, falleció al caerse por la ventana de su piso de Manhattan en un aparente suicidio. La presión de ser la mejor sobre las tablas, junto a otro tipo de problemas, ha llevado a muchas tops casi a la locura. A veces, una aparente vida de glamour oculta un gran vacío existencial.

Korshunova, nacida en Kazajistán, cayó desde el noveno piso del edificio Water Street en el Distrito Financiero de Nueva York el pasado sábado por la tarde. Fuentes policiales han indicado que no había señales de lucha en su apartamento y que aparentemente se trató de un suicidio, aunque se investiga si había alguien con ella en el momento de su muerte. Habitual en las pasarelas internacionales, esta maniquí había sido portada de revistas como Elle o Vogue y había trabajado para firmas como DNKY, Vera Wang, Ralph Lauren, Nina Ricci, Kenzo Marc Jacobs y Christian Dior.

A falta de los resultados de la autopsia, la prensa norteamericana ha convertido a la joven en protagonista de una historia en la que se mezclan el glamour y el tormento. Según el New York Post, la modelo estaba muy confundida con la dirección que estaba tomando su vida y se quejaba de misteriosos problemas estomacales. La joven había perdido mucho peso en el último mes y no encontraba un equilibrio entre su vida personal y su agenda profesional.

Unos amigos dicen que ahogaba sus problemas en la botella, otros que andaba algo estresada viajando por todo el mundo y mientras que un tercer grupo defiende que era completamente feliz. Por otro lado, un testigo ha reconocido que escuchó un gran ruido, como un disparo o una explosión antes de su muerte. Sea como sea, y a falta de datos policiales, el misterio está servido.

Korshunova no es la primera modelo caída en desgracia. El alto ritmo de vida, las presiones del sector o el paso de los años afecta a muchas maniquíes. Katoucha, musa de Yves Saint Laurent, murió en París en extrañas circunstancias hace unos meses. Considerada la pionera de las maniquíes negras, apareció ahogada en las aguas del Sena cuatro semanas después de su desaparición. Aunque la policía determinó que se trataba de un accidente o un suicidio, los familiares de esta mujer, de 47 años, intentan demostrar que fue asesinada.

La desaparición hace unos meses de la top Waris Dirie, de origen somalí, también es un misterio. Durante tres días, la modelo, ya retirada, estuvo perdida en Bruselas, donde había acudido para participar en una conferencia de la ONU. Sin dinero, nadie sabe qué fue de ella en este tiempo y nunca lo quiso aclarar aunque regresó sana y salva. Ella dijo que todo había sido un malentendido, mientras que su abogado declaró que a un taxista había secuestrado y la había intentado violar. Dirie se convirtió en musa de Chanel a finales de los 80 y principios de los noventa. Desde que colgó los tacones defiende los derechos de las mujeres. Nunca se supo la verdad.

Karen Mulder, otra de las grandes tops de los años 90, también ha sido protagonista de innumerables misterios. En 2001, con 30 años, afirmó en un programa que intentaron secuestrarla y que había sido violada en numerosas ocasiones por familiares, directivos de su agencia de modelos y un miembro de la familia real de Mónaco. Su hermana se vio obligada a ingresarla en un psiquiátrico. Cuando parecía que se había recuperado, intentó suicidarse tomando pastillas. Tras recuperarse, volvió a pisar las pasarelas en 2006 para un desfile de Dior.

Otra modelo que enlaza un problema tras otro es Naomi Campbell. Y es que la top británica acumula varias sentencias por su mal carácter. Pero además, hace unos años, también intentó suicidarse en un arrebato de pasión. Tras una discusión con su novio Joaquín Cortés ingirió pastillas. Sin embargo, la encontraron a tiempo y nunca quiso confirmar este altercado. El olvido fue mejor.

Aunque no era ni la más conocida ni tenía el caché más elevado, la muerte de Ruslana Korshunova ha conmocionado a la sociedad norteamericana. La joven modelo, de tan sólo 20 años, falleció al caerse por la ventana de su piso de Manhattan en un aparente suicidio. La presión de ser la mejor sobre las tablas, junto a otro tipo de problemas, ha llevado a muchas tops casi a la locura. A veces, una aparente vida de glamour oculta un gran vacío existencial.