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José Tomás, a precio de saldo
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José Tomás, a precio de saldo

La cola que el miércoles por la mañana esperaba a las puertas de la plaza de toros de Santander era inmensa. Cientos de personas aguardaban su

Foto: José Tomás, a precio de saldo
José Tomás, a precio de saldo

La cola que el miércoles por la mañana esperaba a las puertas de la plaza de toros de Santander era inmensa. Cientos de personas aguardaban su turno para adquirir unas entradas para el espectáculo de la tarde –sin tener que pagar los más de 1.000 euros de los que se hablaba por ellas: aunque se acabaron vendiendo casi a precio de saldo-. Como establece el reglamento taurino, para ese día la plaza tenía que tener reservado el 5% de las localidades del graderío –unas quinientas- y, como excepción, no se venderían más de dos localidades por persona.

Quienes soportaron el calor de Lorenzo durante toda la mañana del miércoles –habiendo pasado la noche a la fresca- creían que hoy iba a ser un día grande; unos consiguieron su entrada y otros vieron cómo el reloj daba la una y colgaban el cartel de “no hay billetes”. La expectación era máxima, pero la reventa... de risa: los `lazarillos’ ignoraban que esto no es Las Ventas y que José Campos y su señora, Carmen Martínez Bordiú, así como el presidente del Real Madrid, Ramón Calderón, entre otros, venían con invitación. Los reventas no hicieron su mejor día...

La ‘nietísima’ tuvo la suerte de estar entre los más de 10.300 afortunados de presenciar la tarde. Vestida de negro de arriba abajo y con el pelo recogido en una ‘cola de caballo’, disfrutó la faena desde la barrera, donde también se encontraba el novio de Natalia Berbeque, el torero Miguel Abellán, con camisa de rayas y sin chaqueta para poder soportar el bochorno que arrastraba el fuerte viento, hasta en la sombra, donde le acompañaba el empresario Arturo Beltrán. La Marquesa de la Vega de Anzo, Pilar González del Valle, hizo acto de presencia, también en barrera, como le gusta a ella, y Flavio Briatore no se dejó caer por la plaza a pesar de que los rumores hablaban de su presencia...

La reaparición

Hacía un mes y una semana que no sabíamos nada del matador, que no fuera de boca de su apoderado, Salvador Boix. El torero, encamado, dejó con las ganas a los aficionados de Alicante, Badajoz y Algeciras, que se quedaron sin verle torear este verano porque el de Galapagar se pasó arrimándose al toro en Las Ventas el 16 de junio -y seguirán con las ganas porque para conseguir una entrada para este miércoles había que haberse desplazado hasta la misma plaza de Santander; nada de reserva telefónica-.

Este tiempo de recuperación de las cornadas de Madrid le ha venido como anillo al dedo a José Tomás, que venía con fuerza, pero Asustado y Enamorado –al los veterinarios no habían querido enlotar por gordo (628 kilos) cornicorto y astigordo- no tenían el arranque que buscaba el torero. Con Asustado, el respetable le regaló una ovación, y el segundo le llegó muy parado a la muleta, pero terminó cortándole una oreja. Francisco Marco le cortó una oreja al tercero de Victoriano del Río –la mejor cabeza de los seis- y Manolo Sánchez recibió la ovación de los presentes.

Al terminar la corrida, la entrada del hotel Suite Palacio del Mar era un hervidero. Quienes no habían conseguido franquear la entrada a la plaza sabían que el hotel de José Campos y Bordiú es el elegido por los toreros para descansar tras la faena, y nadie quería perderse la foto para el recuerdo, porque ver a José Tomás en el Coso de Cuatro Caminos ha sido un acontecimiento que quizá no se vuelva a repetir...

La cola que el miércoles por la mañana esperaba a las puertas de la plaza de toros de Santander era inmensa. Cientos de personas aguardaban su turno para adquirir unas entradas para el espectáculo de la tarde –sin tener que pagar los más de 1.000 euros de los que se hablaba por ellas: aunque se acabaron vendiendo casi a precio de saldo-. Como establece el reglamento taurino, para ese día la plaza tenía que tener reservado el 5% de las localidades del graderío –unas quinientas- y, como excepción, no se venderían más de dos localidades por persona.