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Pasión en los juzgados
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Pasión en los juzgados

Érase una vez una cantante de nombre Ana María Alias Vega, que pasó a ser Pasión Vega cuando el productor onubense Pedro Pérez Flores se cruzó

Foto: Pasión en los juzgados
Pasión en los juzgados

Érase una vez una cantante de nombre Ana María Alias Vega, que pasó a ser Pasión Vega cuando el productor onubense Pedro Pérez Flores se cruzó en su camino y decidió lanzarla al estrellato a nivel provincial. Pasión Vega grabó su primer trabajo profesional, ‘Un toque de distinción’ en 1996 y comenzó una carrera que aún tiene un largo recorrido. De la primera etapa en la que grabó con La Voz del Sur a la que inició con la multinacional BMG, hay un salto cualitativo muy importante. Corría 1999 y el prestigioso productor y representante de artistas de la talla de Rocío Jurado, Raphael..., Paco Gordillo, tuvo la oportunidad de verla y decidió apostar por ella, gracias a lo cual, Jose María Cámara, directivo de BMG, firmó un contrato con la joven aun sin haberla oído cantar. Se fiaba, como siempre, de los conocimientos profesionales de Gordillo.

Coincidiendo con su primer disco para BMG de título ‘Pasión Vega’ se produjo su reconocimiento a nivel nacional. Representada por Gordillo, recibió un Disco de Oro por sus ventas, además del premio de la Academia de la Música al Mejor Álbum de Canción Española en el 2002 por ese disco que dio un vuelco a su carrera. Recibió también el Premio Amigo en 2003 como mejor cantante solista femenina, más tarde con Banderas de nadie obtuvo dos galardones en los Premios de la Música 2004, al mejor álbum de canción española y al Mejor técnico de sonido José Luis Crespo. En pleno éxito de su carrera, Pasión Vega quiso que su novio, inexperto en temas musicales y artísticos, tomara partido en las decisiones de producción.

Este hecho derivó en enfrentamientos con Gordillo. Más tarde Pasión Vega decidió apartar al profesional y colocar a su pareja para que le representara aun teniendo contrato vigente. A raíz de esta decisión unilateral, Gordillo presentó una demanda por incumplimiento de contrato en los juzgados. Cuatro años después, en 2007, tuvo lugar el juicio, y ahora ha salido la sentencia, que, en primera instancia, obliga a la cantante a indemnizar a Paco Gordillo con algo más de 92.000 euros por incumplimiento de contrato. Paco, por su parte, deberá pagar a la artista 17.000 euros en concepto de varios flecos que quedaron sin pagar de algunas actuaciones. Puestos en contacto con él, el productor nos remite a la sentencia sin querer apuntar ningún dato adicional. La historia acabó sin novio, con nuevo representante, y teniendo que pagar a Gordillo. Ni fueron felices ni comieron perdices.

Érase una vez una cantante de nombre Ana María Alias Vega, que pasó a ser Pasión Vega cuando el productor onubense Pedro Pérez Flores se cruzó en su camino y decidió lanzarla al estrellato a nivel provincial. Pasión Vega grabó su primer trabajo profesional, ‘Un toque de distinción’ en 1996 y comenzó una carrera que aún tiene un largo recorrido. De la primera etapa en la que grabó con La Voz del Sur a la que inició con la multinacional BMG, hay un salto cualitativo muy importante. Corría 1999 y el prestigioso productor y representante de artistas de la talla de Rocío Jurado, Raphael..., Paco Gordillo, tuvo la oportunidad de verla y decidió apostar por ella, gracias a lo cual, Jose María Cámara, directivo de BMG, firmó un contrato con la joven aun sin haberla oído cantar. Se fiaba, como siempre, de los conocimientos profesionales de Gordillo.