Gemma Mengual quiere ser madre

Gemma Mengual, la chica de oro de la natación española, quiere tener un hijo. La deportista que más medallas ha conseguido para España en este deporte lo afirma con un “quiero dejar la natación y ser madre”. Además, la catalana dice que una vez que terminen los Juegos Olímpicos de Pekín -en los que ya ha logrado una medalla de plata en la modalidad de natación sincronizada por parejas junto a su compañera Andrea Fuentes- se replanteará su futuro.

La medallista, de 31 años, en una entrevista concedida a la revista Elle poco antes de partir hacia la capital china, ha contado que “después de los Juegos quiero replantearme las cosas. Me veo en esto un año más, dos como mucho”. Cuenta que una vez pasado ese periodo “empezaré otra vida: quiero diseñar ropa de baño, tener un hijo… seguro que no tendré tiempo para aburrirme”.

Mengual, que comparte su vida con el actor Enrique Arce desde hace más de tres años, afirma que lleva bastante tiempo compitiendo, y que “a aguantar la presión también se aprende. No necesito psicólogo ni una preparación mental especial”, dice que el secreto de su éxito es que “sencillamente, sé competir, con lo que eso significa de presión, de responsabilidad, de tensión… ¡Ni es nuevo, ni me asusta!”.

Cuenta la deportista, que comenzó en la natación sincronizada a los 8 años, que no se arrepiente de nada de lo que ha hecho a pesar de que ha habido momentos duros a lo largo de todos estos años y que “si volviera a nacer, haría lo mismo. Todo igual”. Mengual es una mujer positiva, y así se considera a sí misma de las que “creen que la vida siempre te ofrece nuevas oportunidades”. Y cuenta que ha sido esa convicción la que la ha ayudado “a superar los momentos difíciles y amargos”.

Pero también ha habido buenos momentos en los que Gemma, que se considera una persona tímida fuera del agua pero que, dice, dentro de la piscina le sale el alma en cada gesto, ha saboreado la victoria, como en Eindhoven, en los campeonatos europeos del pasado mes de marzo, “cuando me colgaron la medalla al cuello”, un instante que califica como el momento más dulce de su carrera.

Su trayectoria profesional ha ido pareja a su historia personal. Cuenta la ganadora de cuatro medallas de oro en el Europeo que todos estos años “se me han pasado como un suspiro, porque sabía que éste era mi destino. He podido ver todos mis sueños cumplidos”. Ahora, antes de que comience a plantearse nuevas metas para su futuro, luchará por lograr otra medalla en la final por equipos, porque, según dice a la publicación, ella y sus compañeras de equipo “nos hemos ganado el derecho de estar entre las favoritas en Pekín, y vamos a demostrar por qué”.