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La nueva vida de Esther Cañadas
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La nueva vida de Esther Cañadas

Tras su separación en mayo de su segundo marido Sete Gibernau, Esther Cañadas ha vuelto con fuerza al mundo de la moda. Dicen que la joven

Foto: La nueva vida de Esther Cañadas
La nueva vida de Esther Cañadas

Tras su separación en mayo de su segundo marido Sete Gibernau, Esther Cañadas ha vuelto con fuerza al mundo de la moda. Dicen que la joven podría estar de nuevo enamorada, pero ella prefiere callar. La top model española parece que quiere recuperar el tiempo cambiando de domicilio y retomando sus viejas amistades. De Barcelona a Madrid y de aquí a Nueva York han sido las últimas escalas de una viajera empedernida.

 

Esther ha tenido en este nuevo periplo oportunidad de hacer una breve escapada a Valencia para subirse a la pasarela. Quienes la vieron de cerca comentan que vuelve a ser la mujer de mirada felina, bromista y desinhibida, fruto de su nueva situación. Cañadas desfiló para Álex Vidal en la Quinta edición de la Pasarela de la capital del Turia, quitando el hipo con sus contoneos. Además, Esther coincidió con el top español Jon Kortajarena, con quien estuvo en buena sintonía.

Separada por segunda vez, muchos han apuntado a que Esther volvía a tener el corazón ocupado. Gente de su entorno no lo ve factible, pero nunca se sabe. Incluso se ha dicho que si bebe los vientos por un cantante o por un actor ejemplar. Lo cierto es que admira a muchos artistas, entre ellos a Ricky Martín. Así se lo confesó en una entrevista al periodista Jesús María Montes Fernández, añadiendo que va a colaborar en la elaboración de su biografía.

La alicantina, nacida en Albacete, está ahora en la ciudad de los rascacielos que la encumbró en los noventa rememorando viejos tiempos. Esther participó hace unos días en el homenaje a Calvin Klein por sus cuarenta años en el mundo de la moda. La joven aprovechó estas jornadas americanas para visitar a su gran amiga Donna Karan, también de aniversario laboral. La diseñadora le brindó la oportunidad de ser su imagen al lado del que luego fue su marido, Mark Vanderloo. Este fue un matrimonio fugaz, con exclusiva en la Toscana italiana, que acabó un año después. Nunca supimos las razones de la ruptura y siempre se vivió con la sospecha que había sido un enlace de conveniencia.

Tampoco hemos conocido las causas del cese de su relación con Sete Gibernau. Cuatro años de unión, uno de casados, en los que ambos aparcaron su carrera para dedicarse todo el tiempo del mundo. La propia Esther ha reconocido que durante su unión con el piloto de motos su vida dio un cambio radical. De hecho, continuaba haciendo sus trabajos, básicamente en el extranjero, pero seguía las competiciones de su marido. Además, cuando en el año 2006 Sete abandonó entre lágrimas la competición activa, Esther lo apoyó al cien por cien. Curiosamente, tras su ruptura con Esther, dicen algunas lenguas que algo traumática, Sete tiene ofertas para volver a subirse a una moto.

La pareja, que fraguó su romance en Ibiza, ha vivido durante mucho tiempo en Esplugues de LLobregat, muy cerca de Barcelona. Hace pocas semanas, Cañadas, junto a su hermano, viajaba a la Ciudad Condal para hacer la mudanza y recoger sus pertenencias. Ahora, su vida es otra.

Tras su separación en mayo de su segundo marido Sete Gibernau, Esther Cañadas ha vuelto con fuerza al mundo de la moda. Dicen que la joven podría estar de nuevo enamorada, pero ella prefiere callar. La top model española parece que quiere recuperar el tiempo cambiando de domicilio y retomando sus viejas amistades. De Barcelona a Madrid y de aquí a Nueva York han sido las últimas escalas de una viajera empedernida.