Raphael, un icono de la modernidad

Aunque hace unos años confesar que uno era seguidor de Raphael podía llevar a que le tildaran a uno de antiguo por ser fan de un cantante que a más de uno se le antojaba trasnochado, en los tiempos que corren es lo más de lo más. Tanto es así que todos quieren cantar con él y su concierto fue uno de los que completa aforo en tiempos de crisis.

Raphael se ha convertido en un representante de lo moderno, tanto es así, que incluso ha posado para la portada de la revista Zero, que cumple diez años de existencia, donde le han preguntado por el rumor que circulaba sobre una supuesta homosexualidad. El cantante responde que ninguno de esos rumores le puede afectar a estas alturas de su vida en los que está feliz y contento junto a su mujer Natalia Figueroa, sus hijos y nietos.

Su nuevo disco está siendo todo un éxito y algunos han aprovechado el tirón para meterse en las colaboraciones. Allí están Miguel Bosé, Juanes, Ana Torroja, Alejandro Sanz, y algunos otros amigos que son conscientes de que todo lo que toca Raphael se convierte en tendencia en los últimos tiempos, esos en los que ha cogido a la vida por los cuernos tras haber mirado a la muerte bien de cerca. Dice que no canta por dinero. Quizá ese sea uno de los secretos de su éxito; que lleva mucho tiempo haciendo lo que quiere y tal y como quiere. Por eso está de moda.

Si no que se lo digan a los organizadores de la presentación del disco 50 años después. Fue en el Teatro Lope de Vega y allí estuvo lo más granado del mundo del famoseo actual. Nadie quiso perderse al divo dando el do de pecho. Por las butacas del teatro se distribuyeron desde la familia Bono al completo o Víctor Manuel y Ana Belén hasta Conde Pumpido y es que Raphael se ha convertido toda una referencia de modernidad. Digan lo que digan, él sigue siendo aquel que vende discos como churros.