Los negocios de Blanca Thyssen

En plena batalla por defender su honor la mujer de Borja Thyssen quiere asegurarse su futuro, pese a quien pese. La rubia catalana, retirada del mundo de la enfermería y de las pasarelas ocasionales, está dispuesta a invertir sus ahorros.

Dicen sus más allegados que la nuera de Tita Cervera desearía montar una tienda. Ropa o zapatos serian las opciones. Una vez recuperada casi al 100% de su dolencia cardiaca quiere ocupar su tiempo libre. La batalla legal sobre la paternidad de su hijo Sacha ha desgastado sus energías y Blanca piensa en tener una ocupación.

Durante su tiempo de convalecencia la nueva señora Thyssen casi no ha podido pintar, una de sus aficiones favoritas, pero ahora las cosas han cambiado. Hasta seis recaídas sufrió producto de la pericarditis vírica que se le diagnosticó. La joven de Tarrasa perdió varios kilos, dejó de practicar deporte y se encerró en su casa de la zona alta de Barcelona. Superada la batalla con la enfermedad ahora solo tiene fuerza para vencer la guerra con su suegra, más cruda que la física.

 

Es sabida la afición de la mujer de Borja por la moda y por adquirir siempre lo más in de la temporada. A tenor de lo visto una tienda, algo como el rincón de Blanca, sería a una buena terapia a sus problemas. El estilo que más le va a la joven podría tener similitudes con la mismísima Victoria Beckham. La Cuesta suele ser habitual de la tienda preferida por la pija Dolce & Gabbana.

 

Las escapadas de Borja y su mujer suelen tener como hilo conductor el shopping. Desde las boutiques del Paseo de Gràcia de Barcelona a la exclusiva tienda de Oscar Parella en Playa De Aro, lugar en donde se conocieron hace algunos años. Hace pocos días, con motivo del cumpleaños de Blanca, la pareja se desplazó a Madrid para comprar. Los prestigiosos puntos de moda del barrio de Salamanca gozaron de sus presencía. Algunos viandantes descubrieron los movimentos de la trouppe B&B por su sequito, guardaespaldas, cochecito con niño incluido y grandes bolsas de firma.

 

La pareja, en contra de los que se ha dicho, desea vivir en Barcelona, aunque la casa de sus sueños está en Ibiza. Esta mansión, alejada del gran ruido y la polución podría no haberse vendido. Al menos es lo que hace correr en su círculo la pareja del momento.