Espartaco: "No devolveré mi medalla"

Hace unas semanas el Ministerio de Cultura entregaba la Medalla de las Bellas Artes al torero Francisco Rivera. El galardón fue aplaudido por unos y criticado por otros levantando una polvareda que ha salido fuera de las fronteras del mundo taurino. El primero en alzar la voz fue, como ya hemos contado a lo largo de los últimos días, Morante de la Puebla. En una entrevista concedida al medio especializado El Burladero, el diestro calificaba de “vergüenza” el hecho de que fuera Rivera el destinatario de la medalla.

Muchos otros han opinado desde entonces, algunos, como Paco Camino y José Tomás, para mostrarse totalmente contrarios a la elección realizada por el Ministerio cuya cartera porta César Antonio Molina. No en vano, ambos diestros, galardonados en 2004 y 2007 con la medalla, ha renunciado a ellas bajo la afirmación de que conservar ese premio sería “menospreciar” el valor de otros trofeos que les han sido entregados en virtud de su arte con la muleta.

Entre los que apoyan a Fran y los que no lo consideran un digno candidato del premio recibido, hay una delgada línea. Un espacio en blanco sobre el que se sitúan hombres como Juan Antonio Ruiz Román, ‘Espartaco’ que prefiere no meterse en trifulcas que considera “de familia”, de disputas entre miembros de lo que el llama “la gran familia del toro”. Vanitatis estuvo con el espada en la presentación de un festival taurino solidario que tendrá lugar el 22 de marzo en la localidad madrileña de Navalcarnero y en cuya organización colabora el diestro de Espartinas y allí habló sobre su proyecto y, como no, sobre la polémica surgida hace unos días.

Los beneficios del encuentro que presentaba irán a parar a la Fundación Padre Arrupe, con la que, comenta, tiene una gran relación por cuestiones familiares, ya que un tío de su esposa, Patricia Rato, conoció el trabajo de que la organización realizaba en tierras salvadoreñas en una visita de la que no volvió con vida. Ahora el torero, su esposa y su suegra continúan dando apoyo a lo que consideran “un proyecto familiar y solidario”.

A pesar de las voces discordantes que se escuchan en los últimos tiempos, opina Espartaco que “el mundo del toro es un mundo solidario”, no sólo en proyectos para los más necesitados sino también entre los propios miembros de ese campo. “Los comentarios se malinterpretan” comenta el torero, “se pueden llegar a malinterpretar muchas cosas que dicen unos y otros y así parece que no hay unión”. Dice que “parece que nos tiramos piedras los unos a los otros” pero que no es cierto porque “en la plaza estamos unidos y somos capaces de dar la vida el uno por el otro y eso es lo más grande que hay”.

“A Morante se le ha malinterpretado”, afirma, “yo he oído que se refería al jurado, en ningún momento se refería a Francisco Rivera Ordóñez”. Espartaco se sitúa como mediador de cara a la opinión pública en toda esta historia. Una situación que, afirma, ha partido de una mala interpretación de las declaraciones de Morante, un torero al que califica como “una gran persona, un hombre muy respetuoso y que respeta mucho a todos los toreros”. Comenta que “no quiero decir que Morante no lo haya dicho, pero sí que se ha podido malinterpretar, que él lo haya dicho de cara al jurado”.

Quizá por esa posibilidad de malas interpretaciones, Espartaco es cuidadoso con sus opiniones. Dice que lo que piensa se lo reserva para la intimidad, así comenta “un jurado puede tener muchas cosas en cuenta, yo puede opinar si me parece bien o mal, pero no puedo decidir porque no soy miembro del jurado”. Por lo pronto, él, que también se llevó la Medalla que ahora ha sembrado la discordia en el año 2003, dice que, pese al profundo respeto que siente por Camino y Tomás y por su decisión, él no devolvería el premio. “Sólo lo haría si mi medalla fuera para otro torero”, afirma el diestro sevillano con humildad. Una capacidad de autocrítica que le lleva a decir que cuando a él le entregaron el mismo galardón “a lo mejor también había gente en ese momento que pensaba que no era yo el más adecuado, que había gente que se la merecía mucho más”.

Dice que en todo este tema se plantea una gran pregunta, que no es la razón por la que Fran Rivera debería tener la medalla sino “¿Por qué no se iba a merecer la medalla?”. No en vano, para Espartaco se trata de un premio concedido no sólo a un torero, sino al mundo de toro. Afirma que “se la dan a un torero como representante de ese mundo y de lo que tenemos que estar orgullosos es de que sea la familia del toro la que se lleve ese premio”.

Con respecto a Cayetano Rivera y el famoso ‘veto’ del que tanto se ha hablado, Espartaco opina que se trata de “un acaloramiento”. Cree que “hay veces que hay que estar tranquilo y esperar dos o tres días y luego reaccionar” porque “cuando uno está tranquilo lo ve de otro forma”. Comenta que en ese “acaloramiento” el hermano de Fran “a lo mejor ha dicho ‘como han hablado mal de mi hermano, yo ahora no toreo con fulanito porque ha dicho esto, esto y esto'”.

A pesar de la situación, dice que todo esto pasará por esa unión de la que habla en ese mundo que conoce desde pequeño y que está mostrando también a sus hijos desde la infancia para que "lo conozcan, lo respeten y decidan por ellos mismos". Así, cuenta que “hay toreros que si te coge el toro y son capaces de jugarse la vida ellos para sacarte de delante del toro, ¿cómo no va a ser una familia unida?”. Por eso motivo afirma que esto “se solucionará solo” porque, concluye, “los toreros lo solucionan todo solos”. Veremos si el tiempo le da la razón.