Gisele Bundchen llama a la cigüeña

A Gisele Bundchen no le falta el trabajo. Y es que no hay día en que no aparezca en la portada de alguna revista. Ahora le ha tocado el turno a la edición de abril de la prestigiosa Harper’s Bazaar, que no es la primera vez que inmortaliza a la top brasileña en su portada. Sin embargo, la revista se encuentra en este momento a la modelo recién casada y con muchas ganas de hablar de su nueva vida.

Casada hace unas semanas con el deportista Tom Brady, a Gisele le han entrado las prisas. La modelo mejor pagada del mundo está deseosa de formar una familia enorme. Confiesa en las páginas de esta revista que adora a los bebés, por lo que no sería de extrañar que en un breve espacio de tiempo anuncie su embarazo. “Quiero una gran familia. Mis padres han estado juntos durante 36 años, y eso es lo que quiero”, dice. De momento se entrena con el hijo de su marido, de tan sólo 18 meses. Y es que cuando Brady y Bundchen comenzaron su relación, el deportista plantó a su novia, que entonces esperaba un hijo.

Para su esposo sólo tiene buenas palabras. Dice que nunca podrá amar a nadie como a su marido. Además, lo que más admira de Brady es su “inocencia”. “Tom es un buen chico. Tiene un corazón muy puro. Él es muy ingenuo, casi como si fuera un niño. Es mi cualidad favorita de él”, reconoce. Lo que más le gustó del deportista cuando le conoció fue su manera de ver el mundo. “El ve el mundo con gafas de colores. Es precioso, pero creo que algo raro. Le amo por eso”, añade.

Aunque ahora la vida le sonríe, no siempre ha sido así. La modelo reconoce que durante una temporada no trató bien a su cuerpo. Vivió una crisis personal por la que “tomaba mucho vino tinto, fumaba un paquete y medio de cigarrillos al día, comía hamburguesas…”. Gracias al apoyo de su familia pudo salir de ese bache. Sin embargo, se tuvo que tomar seis meses de vacaciones rodeada de los suyos en Brasil.