Las 'otras' profesiones de las estrellas

Llegar a fin de mes no es igual de fácil para todo el mundo ni es lo mismo en distintas etapas de la vida. Las estrellas de cine y algunos rostros conocidos han pasado por los trabajos más inverosímiles antes de dedicarse al cine, la música o la televisión. Algunas de las profesiones por las que pasaron suenan a chiste. Tal es el caso de Joan Manuel Serrat. Como ya ha contado en muchas ocasiones, el cantautor catalán fue durante una etapa de su vida, ni más ni menos que sexador de pollos.

El puesto de trabajo en cuestión no es nada sencillo. Consiste en diferenciar si el pollito que tenemos entre las manos será gallo o gallina cuando crezca. Y no es una labor exenta de responsabilidad, imaginen sólo por un momento lo que sucedería si soltamos un gallo en el lugar equivocado.

Pero Serrat no ha sido el único que ha tenido una profesión sorprendente. Javier Bardem también se ha dedicado a más cosas que al cine, y eso que, como dice el refrán, ‘de casta le viene al galgo’. Para empezar, fue jugador de rugby, y además parece que era bastante bueno ya que estaba en las categorías inferiores de la selección española. Luego lo dejó y se dedicó al cine para llegar hasta el los Goya, el BAFTA, el Globo de Oro y el Oscar.

Brad Pitt es otro de esos actores al que no se le cayeron los anillos por dedicarse a todo aquello que se le ponía por delante y le proporcionaba ingresos suficientes para vivir. El novio de Angelina Jolie ha hecho de gallina para publicitar un menú en la puerta de un restaurante, hasta de chófer de chicas de compañía. También sabe lo que es cargar peso, ya que estuvo trabajando como porteador en lugares públicos.

Antonio Banderas también sabe lo que es trabajar mientras espera a que llegue el papel adecuado. Durante la movida madrileña, antes de debutar en el cine se dedicó a servir cafés y cervezas y a acomodar a los espectadores de un teatro. Luego vendrían Almodóvar, Hollywood y Melanie Griffith, con quien mantiene una de las relaciones más estables de la Meca del Cine.

Harrison Ford conoce las mieles del éxito, pero también sabe lo que significa el verbo esperar. El actor, que llegó con la maleta cargada de ilusiones a Los Ángeles, tuvo que trabajar como carpintero en las casas de las estrellas del cine hasta que le llegó su momento. Precisamente, fue haciendo un trabajo de ebanistería para George Lucas cuando le vino el papel que le catapultó al éxito.

La carrera de Robert Redford es, sin duda, una de las más sorprendentes. Tras una juventud de excesos que le alejaron de los deportes, su principal pasión durante la infancia, se fue a trabajar a una plataforma petrolífera. Con el dinero que gano con aquel empleo lo invirtió en su recién descubierta vocación: la pintura. Así se embarcó en un viaje por Europa con tan sólo 20 años. Después vendrían sus primeros pasos por el cine que le han llevado a convertirse en uno de los grandes de Hollywood. No todos empezaron en la cumbre.