La esperanza de la familia real búlgara

Carla Royo Vilanova sabe muy bien lo que hace con sus horas. Por eso, en los tiempos que corren es capaz de conseguir que una marca de cosmética sobreviva a su primer año de vida con una buena posición dentro del mercado. Carla Bulgaria Roses Beauty, la firma que creo para divulgar las bondades de la rosa de Bulgaria, está de aniversario y ella lo celebra reuniendo a un grupo de amigos.

Allí estaban, como no, su padre y su marido, Kubrat de Bulgaria, para apoyar la buena marcha de la iniciativa que además acaba de unir un perfume a la línea de productos. Todos los amigos de la pareja se reunieron para acompañar a la mujer del Príncipe búlgaro, que continúa día a día con su trabajo. Su apuesta fue dejar su lugar en la firma de Pedro del Hierro, donde la sustituyó María León, para lanzarse de cabeza a la creación de su producto, y la jugada le ha salido bien.

Es su forma de mirar a la cara a los momentos que no son tan buenos como desearían, pues Kardam de Bulgaria, hermano de Kubrat, médico cirujano, sigue evolucionando lentamente. Fue en agosto cuando el Príncipe del Tivorno sufrió un accidente cuando circulaba con su vehículo por la Nacional I a la altura de la localidad madrileña de El Molar.

Tanto él como su mujer, Miriam Ungría tuvieron que ser ingresados, aunque su esposa recibió el alta unos días después y pudo volver a casa con sus hijos. El diagnóstico de Kardam no fue tan alentador en esos momentos, y ahora, con calma, paciencia y el apoyo de la familia y algunos amigos cercanos, como Quitín Muñoz, que cada vez que viene a Madrid se acerca a visitar a su gran amigo, el príncipe búlgaro se recupera lentamente.

Carla contaba para Vanitatis que continúan esperanzados viendo los progresos que día a día iba haciendo su cuñado. Por su parte, Miriam, está volcada en su marido y en sus hijos, Boris y Beltrán, que aún no son del todo conscientes de la situación, pero que han encontrado en su madre un apoyo para aceptar y superar el trance.

Por eso la familia, como en muchos otros casos, les cuida y ayuda en todo lo que puede. Parte de esa ayuda consiste en intentar llevar una vida lo más parecida que puedan a la de antes del accidente, por eso, sin descuidar un solo momento los cuidados de Kardam, todos han vuelto a sus quehaceres y luchan cada día por sacar adelante el trabajo, que sin entrar en si dignifica o no, ayuda a volver a acercarse a la normalidad.